Por Álvaro Delgado ,
— Claudio X. González, instigador
— “¡Son unos pinches delincuentes!”
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- En el choque del magisterio con el gobierno
de Enrique Peña Nieto, cuya sordera de Aurelio Nuño produjo muertos en
Oaxaca por el turbio accionar de la Policía Federal a cargo de Miguel
Ángel Osorio Chong –presidenciables ambos–, hay un tercer protagonista
clave: Claudio X. González, artífice de la repudiada reforma educativa
hecha al gusto del sector privado.
Hijo de ideólogo empresarial del mismo nombre, íntimo a su vez de
Carlos Salinas de Gortari y dueño de Kimberly Clark de México –el mayor
fabricante de papel higiénico, pañales, toallas femeninas y artículos
infantiles del país, con ventas anuales de más de 30 mil millones de
pesos–, González Guajardo es presidente de Mexicanos Primero, que
reivindica como propia la reforma educativa e instiga las acciones
contra los maestros que la combaten.
“Están organizados para delinquir. No trafican quizá droga, trafican
con el dinero nuestro y con el futuro de los niños. Y eso, en mi
opinión, es tan grave como traficar drogas. ¡Son unos pinches
delincuentes! ¡Hay que intervenir y no es autoritarismo, es estado de
derecho!”
Así se expresó González Guajardo de los maestros en una reunión
privada con empresarios de la Confederación de Cámaras Nacionales de
Comercio Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), el lunes 25 de enero,
a quienes aseguró que Nuño es “el delfín” de Peña para la sucesión en
2018 y que la reforma educativa se aprobó a propuesta de Mexicanos
Primero.
Como lo publicó Proceso,
el 5 de marzo, en un reportaje bajo mi firma, dijo a los empresarios
que el propio Luis Videgaray, secretario de Hacienda, le confesó que la
reforma educativa fue aprobada antes que la energética, de
telecomunicaciones y fiscal, porque estaba lista. “¿Por qué estaba
lista? Porque la sociedad civil estuvo a tiempo a presentarla, porque
además se abonó el terreno durante muchos años antes, como hay que
empezar abonar ahora hacia el 2018”.
Y las capturas de los líderes sindicales de Oaxaca y Michoacán
también se las atribuye González Guajardo, un abogado de la parasitaria
élite de México que llama “terroristas” a los maestros, un lenguaje de
odio habitual en él:
“En mayo del año pasado nosotros presentamos una denuncia penal en
contra del líder sindical de la sección 22 de Oaxaca –nuestro brazo
jurídico Aprender Primero, firmada por mí y por David Calderón– y
también contra el líder de Michoacán. ¿Para qué? Para forzar al gobierno
a atender Oaxaca y Michoacán, que eran los polos de resistencia a la
reforma educativa”.
Pero tras los al menos ocho muertos en Oaxaca por las protestas
contra la reforma educativa, cuya implementación hizo posible la fuga
del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera –“aquí estoy de bocón: El
parteaguas, queridos amigos, es El Chapo”–, González Guajardo parece que se percató ya de que su lenguaje y acciones incendiarias tienen consecuencias.
En un comunicado de Mexicanos Primero, emitido tras la violencia en
Oaxaca que produjo al menos ocho muertos, hizo un “llamado a todos los
involucrados para que prevalezca la cordura y la serenidad, el respeto
irrestricto a los derechos humanos y un más profundo compromiso con el
cumplimiento de ley”.
Llama la atención en el comunicado el tono del expresidente de
Fundación Televisa, funcionario de Salinas en las negociaciones del
Tratado de Libre Comercio y la privatización del ejido, y ahora
repentino denunciante de latrocinios con Mexicanos contra la Corrupción:
“La libertad de asociación y manifestación es un derecho fundamental.
El derecho a la seguridad y la integridad, al libre tránsito y la vida
libre de violencia son derechos igualmente fundamentales. El derecho a
la educación de calidad también, con la calificación adicional del
‘interés superior’, es decir, la prelación imprescindible cuando se
trata de niñas y niños. Los tres tipos de derechos son indivisibles
entre sí, y por lo tanto, pensar que se pude impulsar uno sin cuidar que
se cumplan también los otros es un error grave, y genera toda una
cadena de males. Pedimos que se tome con toda la seriedad necesaria esta
vinculación entre manifestación, seguridad y educación como derechos
humanos”.
Justamente en el choque de intereses legítimos radica, en buena
medida, la violencia que hoy todos lamentamos. Sin diálogo ni inclusión,
como exige todo ejercicio democrático cuando hay conflicto de intereses
–sobre todo cuando se pretende una reforma–, sobrevienen la furia y la
barbarie.
Está pendiente el esclarecimiento cabal de los hechos de Nochixtlán y
Juchitán –donde fue asesinado el periodista Elidio Ramos y su
acompañante–, que en manos de la Procuraduría General de la República
(PGR) parece ser una apuesta fallida, pero Nuño y Osorio tienen una
responsabilidad inequívoca en los hechos.
Nuño, el secretario de Educación apoyado por Carlos Salinas, ha sido
sordo, insensible, arrogante –como lo retrata la portada de Proceso–,
y Osorio Chong, encargado de la política interior, es el responsable de
emplear a la Policía Federal para disparar y matar civiles, quizá en
respuesta a “provocadores” del gobierno o del magisterio.
Cualquiera que sea el resultado de la investigación, si es que se
produce, Nuño y Osorio ya caminan como presidenciables hacia el 2018
sobre los cadáveres de ocho personas, y nada garantiza que uno de los
dos sea el favorito de Peña –y Videgaray, que promueve a Juan Antonio
Meade–, cuya responsabilidad como jefe de ambos es también insoslayable…
Apuntes
La salida de Manlio Fabio Beltrones del PRI es el menor de los
problemas nacionales. Hay otros graves, asociados eso sí al PRI, como la
corrupción y su combate, la violencia, el deterioro del poder de
compra, el empleo y muchos más que el exhausto gobierno de Peña no
atendió ni atenderá. El Sistema Nacional Anticorrupción, aun con la 3de3
completa, tampoco implica un paradigma contra ese cáncer que se origina
en las facultades constitucionales y metaconstitucionales del
presidente de la República, que sigue siendo intocable, y en las
complicidades entre los partidos políticos que intervinieron en el Pacto
por México y sus rémoras… La violencia en Oaxaca, no la renuncia de
Beltrones, exige cambios en el gabinete de Peña. Si Nuño sigue en la
SEP es una provocación…
Comentarios en Twitter: @alvaro_delgado y en Facebook/AlvaroDelgado
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