Primera mesa de trabajo sobre el tema
▲ En el Club de Periodistas se realizó la primera mesa de trabajo sobre
el Nuevo Aeropuerto Internacional de México. Al acto asistieron grupos
civiles afectados por las obras y funcionarios del futuro gobierno de
Andrés Manuel López Obrador, como Alejandro Encinas, próximo
subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.
Pueblos originarios en resistencia a la construcción del
Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en el lago de Texcoco e
integrantes del futuro gabinete de Andrés Manuel López Obrador
coincidieron en que el proceso seguido por el actual gobierno para esta
obra tuvo fallas y omisiones que provocaron afectaciones
socioambientales, económicas, culturales, además de múltiples
violaciones a los derechos humanos.
En la primera mesa de trabajo que sostuvieron en el Club de
Periodistas, los pobladores exigieron la cancelación de la obra, sin
consulta de por medio, a lo que Javier Jiménez Espriú, próximo
secretario de Comunicaciones y Transportes, respondió que no pretenden
con ese ejercicio de participación ciudadana que aplicarán el 28 de este
mes
curarse en salud, sino conocer las opiniones de todos. Y aclaró que no cabe la posibilidad de una consulta previa, porque
estamos en una situación de hecho en la que ya hay bastantes pasos adelante.
Mientras Alejandro Encinas, futuro subsecretario de Derechos Humanos
de Gobernación, garantizó respeto a las libertades de manifestación y
expresión política, América del Valle, del Frente de Pueblos en Defensa
de la Tierra, resaltó el rechazo al aeropuerto en nombre de los agravios
cometidos tanto a las comunidades como a sus habitantes y que incluyen
homicidios, persecuciones, encarcelamiento y abusos sexuales a mujeres.
Encinas garantizó que el nuevo gobierno velará por la defensa de los derechos humanos, y ofreció que habrá castigos,
porque no podemos tolerar homicidios, represión, persecución, absolutamente a nadie por inconformarse con el desarrollo o la imposición de infraestructura.
Después de que inició su participación con la frase
yo prefiero el lago, consideró que la construcción en Texcoco fue
engaño tras engañodel gobierno de Enrique Peña Nieto, y
un enorme error, desde donde se le vea. En lo económico, dijo, porque se mencionó que la inversión inicial sería de 169 mil millones de pesos y llevan 250 mil millones, y cerca de 70 por ciento de esa cantidad
es para que no se hunda e inunde el nuevo aeropuerto.
Por espacio de más de tres horas, comuneros de 17 municipios de la
cuenca y la rivera del Valle de México, con machetes, consignas y
pancartas de rechazo a la obra, intercambiaron con siete próximos
funcionarios visiones sobre el desarrollo de la obra emprendida por la
actual administración, sin consulta previa a los pueblos.
Felipe Álvarez, de Nexquipayac, les pidió que
no hereden los caminos ensangrentados y de muerte, de encarcelamiento, persecución, violación a nuestras mujeres no sólo de Atenco sino a escala nacional... Los acontecimientos de Atenco son delitos de lesa humanidad.
Los colaboradores de López Obrador insistieron sobre la importancia
de que se aplique la consulta, pero Juan José Reyes, de Texcoco, sostuvo
que en tanto se realiza ese ejercicio, debe cancelarse la obra, porque
hay suficientes elementos jurídicos para ello.
Román Meyer, próximo titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano,
reveló que no cuenta con suficientes datos, porque a esa dependencia no
le ha entregado toda la información sobre el impacto ambiental,
territorial y urbano del aeropuerto.
Foto Jesús Villaseca
César Arellano y Alma E. Muñoz
Periódico La Jornada
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