10/04/2018

El Banco de México y el nuevo gobierno


Orlando Delgado Selley

Con insistencia AMLO ha planteado que respetará la autonomía del Banco de México. El compromiso se sostiene en su convicción de que se mantengan las condiciones de certidumbre que permitan que la economía pueda reactivarse. Para ello mantener la noción de que el nuevo gobierno no obligará al banco central a operar en contradicción con lo que su Junta de Gobierno haya decidido resulta necesario.
Al nuevo gobierno le parece que la autonomía de Banxico puede funcionar consistentemente con su estrategia económica. Sin embargo, es evidente que puede haber contradicción entre las decisiones de política fiscal, tomadas por funcionarios del nuevo gobierno, y las de política monetaria tomadas por el Banco de México.
No hay que olvidar que las modificaciones que se introdujeron en la Ley Orgánica del Banco de México en los tiempos de Carlos Salinas no sólo le dieron autonomía, sino establecieron la responsabilidad fundamental del banco central en el cuidado de la estabilidad de precios. El artículo señala: El Banco de México tendrá por finalidad proveer a la economía del país de moneda nacional. En la consecución de esta finalidad tendrá como objetivo prioritario procurar la estabilidad del poder adquisitivo de dicha moneda. Serán también finalidades del Banco promover el sano desarrollo del sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pagos.
Este artículo establece su mandato único. A diferencia de esto, el Sistema de la Reserva Federal de Estados Unidos y otros bancos centrales en sus lineamientos legales señalan que junto con la tarea de procurar la estabilidad de precios tiene que ser consistente con un segundo objetivo. En el caso estadunidense la búsqueda de la estabilidad de precios debe permitir que la tasa de desempleo se mantenga dentro del rango establecido. Este es el mandato dual. De esta manera, los movimientos de las tasas de interés de referencia tienen que ajustarse al comportamiento del mercado de trabajo. Consecuentemente la política monetaria tiene que diseñarse en consonancia con decisiones relevantes de las autoridades fiscales.
Con la intención de participar en la formación de las posturas del Banco de México el gobierno de AMLO, haciendo uso de los señalado en el artículo 39 de la Ley Orgánica, propondrá a Jonathan Heath como miembro de la Junta de Gobierno del Banco de México. La propuesta abre la puerta a la entrada al espacio en el que se toman las decisiones del banco central de economistas que han desempeñado tareas profesionales en el sector privado, así como académicas y periodísticas independientes, pero que son ajenos al sector financiero del que han provenido los miembros de la Junta de Gobierno.
La decisión es adecuada. Su ingreso pudiera darle a la gestión monetaria perspectivas diferentes y, además, permitir que ciertos indicadores económicos se publiquen tal como son. Sin embargo, persistirá la posibilidad de que las decisiones del banco central afecten los resultados que se esperarían de la política fiscal. AMLO ha planteado que no habrá endeudamiento neto adicional y que se mantendrá la disciplina, es decir, que el gasto sólo aumentará en la medida en la que se incrementen los ingresos públicos. Pero estos no crecerán debido a incrementos tributarios, ya que no habrá aumento en los impuestos. Pese a estas restricciones es posible pensar que, por diversos motivos, la inflación pueda tener un crecimiento por encima de lo esperado.
En estas condiciones para Banxico habría que actuar previniendo que las expectativas inflacionarias se salgan de su rango esperado incrementando la tasa de referencia. La consecuencia inmediata es que aumentaría el costo del crédito, inhibiendo las decisiones de inversión que, a su vez, afectarán la dinámica de la economía. No hay que olvidar que buena parte de la explicación de la mediocridad del crecimiento económico observado en los años recientes se explica por la contracción de la inversión pública y el poco crecimiento de la inversión privada, tanto nacional como extranjera.
Por ello, al tiempo que se mantiene el principio de que el banco central debe permanecer con una entidad autónoma, pero abierta a las opiniones de otros participantes del mundo económico, debe considerarse que conviene modificar el mandato del banco para incorporar la consideración de atender el crecimiento y la creación de empleo. En el propio artículo 2 de su Ley Orgánica se puede añadir que Banxico tiene el objetivo prioritario de procurar una estabilidad de precios, consistente con la tasa de crecimiento de la economía que garantice la creación de empleos

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