En la primera parte de
este artículo traté de subrayar que para la supervivencia misma de los
mexicanos y de nuestro país al menos como entidad formalmente
independiente hay que acabar con el extractivismo y el productivismo y
con la prioridad concedida al lucro y reemplazar esos valores
capitalistas por el comunitarismo, la solidaridad, la defensa de los
recursos comunes y un enfoque social y ecologista prioritario para todas
las medidas, decisiones u obras, sin excepción.
Recordé además que
la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías, que hoy amenazan
con la esclavitud a la inmensa mayoría de los seres humanos, pueden ser
utilizadas para disminuir drásticamente el tiempo de trabajo para la
amortización de máquinas y herramientas y para la reproducción de los
trabajadores, permitiendo así que todos trabajen con tiempo para la
cultura, la creación, el recreo y el trabajo comunitario.
Por
supuesto, advertí también que lo que hoy podría parecer un sueño puede
ser una utopía factible (concreta, diría Ernest Bloch) a condición de
elevar la conciencia de las mayorías mediante su movilización masiva, su
auto-organización, su autonomía y la autogestión social generalizada
que erradicarían la miseria moral y material, el individualismo, la
desesperación, el desprecio por sí mismo y por la vida y a condición
también de un cambio radical de la enseñanza.
No hay otra vía
para acabar con la violencia fomentada por la explotación del capital
financiero internacional y por los antivalores individualistas y
egoístas que difunden sus medios de intoxicación y dominación. Un pueblo
movilizado tras sueños, utopías concretas, proyectos y una causa
recupera lo mejor de sí mismo y se fortalece y se dignifica: en las
grandes movilizaciones de trabajadores no se registraron jamás
borracheras ni delitos.
Sé que en estos brochazos sintetizar es
traicionar el pensamiento. Me contento, pues, con destacar la necesidad
de profundizar después los temas que aquí apenas esbozo. Los más
urgentes que quedan por tratar son estos:
5- En el campo de la
educación democrática, anular la contrarreforma educativa del PRIAN y
convocar los Estados Generales de la Educación, con maestros,
profesores, estudiantes y especialistas (incluso de Finlandia o
Islandia) para reformar de conjunto el sistema, cambiar sus contenidos
atrasados y conservadores y sus estructuras rígidas y hacerlo apto para
el mundo del siglo XXI. Iniciar un proceso asambleario en todas las
fábricas y empresas con más de cien trabajadores para llegar a la
elección de dirigentes sindicales independientes y honestos.
6-Preservación
de los bosques nativos y anulación de todo plan masivo de población que
los destruiría afectando la captación de agua y la biodiversidad en
provecho de la minería y la ganadería y a costa de los pueblos indígenas
y de los bienes comunes. Plan masivo urgente de forestación en las
zonas que se desertifican utilizando para ello decenas de miles de
soldados retirados de sus actuales funciones policiales. Control
estricto de la construcción hotelera en las playas para evitar el
acaparamiento del agua de la zona y para conservarlas preservando al mar
de los desechos de todo tipo y de las aguas servidas.
7-En el
campo fiscal, realizar una profunda reforma reduciendo drásticamente el
IVA a los consumos populares para que paguen más los más ricos, no los
más pobres, dándole un sentido social al Fisco. Impuestos a las
superganancias de bancos, grandes grupos y trasnacionales. Empréstito
forzoso de solidaridad al 30 por ciento más acomodado de los
contribuyentes para la reconstrucción de lo destruido por los desastres
climáticos o por los temblores. Construcción en las zonas más amenazadas
de viviendas antisísmicas y con un diseño anticiclónico discutidas con
los pobladores y estudiantes de arquitectura. Erradicación del nepotismo
y del clientelismo para aligerar un aparato administrativo ineficiente y
corrupto. Limpieza a fondo del poder judicial: juicio directo por
jurados populares y reducción inmediata de la población carcelaria
liberando los pesos sociales y políticos y la pequeña delincuencia.
Despenalizar el cultivo y el consumo de marihuana y otorgar un precio
subsidiado a la producción de los pequeños campesinos hasta competir con
el cultivo de amapolas.
8-En los transportes, privilegiar y
desarrollar el ferroviario, que es más barato y menos contaminante, para
reducir el número de camiones, neumáticos, aceites y combustibles.
Desarrollar el tráfico marítimo costero y fomentar la pesca artesanal.
9-En el campo internacional, sacar a México de la dependencia. Su
aliado en el continente son los pueblos: a ellos debe dirigirse con una
política independiente y digna, basada en la defensa de los derechos
humanos y de los ciudadanos,.
10-En lo que respecta a la cultura,
iniciar un vasto plan de disminución del semianalfabetismo y la
ignorancia y promover la edición en millones de ejemplares de todos los
grandes escritores y pensadores latinoamericanos.
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