12/03/2018

Tomó la Presidencia López Obrador


Pedro Echeverría V.

1. Muchos millones alegres; otros miles disgustados; así es esto de la ideología y la política. Alegres las inmensas mayorías por tener la confianza en que, al fin, les aumentaran los salarios, crecerán sus ingresos, serán menos miserables. Por el contrario, una minoría –la derecha política, los empresarios, los medios de información y sus “intelectuales”- no pueden esconder su disgusto porque esperaban otro fraude electoral (antiAMLO) como los de 2006 y 2012. Sin embargo de manera oportunista muchos de éstos se han alineado, pero tienen la esperanza que la crítica contra el presidente y la oposición crezcan.

2. Un abogado del PAN negociante, muy desprestigiado, Fernández de Cevallos, hizo una directa crítica a AMLO: “Mintió AMLO al decir que Peña Nieto no se metió en la elección presidencial como otros presidentes silenciando que destruyó la candidatura del panista Anaya”. A mí me parece –como a Marx- que la verdad puede venir hasta en boca del carnicero (asesino). Ningún presidente ha dejado de imponer a sus sucesores usando las trampas necesarias. Incluso Zedillo, encabronado con su partido, el PRI, ayudó cuanto pudo, a que el panista Fox obtuviera la Presidencia. Ese arreglo del año 2000 lo tiene muy guardadito.

3. López Obrador pronunció ayer dos prolongados discursos de más de una hora: uno en el congreso frente a tres mil asistentes y otro en el zócalo escuchado por 130 mil simpatizantes. Después de escuchar ambos detenidamente no tengo duda del camino que busca recorrer, aunque sí de las dificultades para hacerlo. Se publicó que irían a la cárcel todos aquellos que violen la ley cobrando un salario superior a los 108 mil pesos al mes del presidente. ¿Irán a la cárcel los jueces, los del INE, las “especialistas de alto nivel científico”, los funcionarios de relaciones exteriores, así como otros que se nieguen a reducir su ofensivo salario?

4. La gente grita por todos lados que no quiere “´ni perdón ni olvido”; pero López Obrador ha querido convencer de que “olvido no perdón sí”. La inmensa mayoría de los seguidores de AMLO exige castigo ejemplar de 50 años de cárcel a los cinco expresidentes (Salinas, Zedillo, Fox, Calderón y Peña) así como los Lozoya, Robles, César Duarte, Javier Duarte, Alejando Gutiérrez, etcétera o que se les rebaje a 40 años la pena si devuelven todito lo que se llevaron. El pueblo pregunta: ¿Cómo compensar nuestras hambres, nuestros muertos, nuestras enfermedades, todos los sufrimientos?

5. Incidente que La Jornada publicó: “Manta y gritos. En su afán de rechazar la presencia de Nicolás Maduro, los panistas, encabezados por Juan Carlos Romero, Josefina Vázquez Mota, Kenia López y Gustavo Madero, llegaron al extremo del ridículo cuando el Presidente mencionó, entre la lista de invitados especiales al mandatario venezolano. De inmediato los panistas desplegaron bajo la tribuna una manta que rezaba “¡Maduro, no eres bienvenido!” Afanosos, voltearon y gritaron hacia las galerías: “¡Dictador, dictador, dictador!” Sólo que (Maduro) el objeto del reclamo panista aún no llegaba a México”.

6. Fue un día total, triunfal de López Obrador. Su optimismo fue y seguramente seguirá siendo absoluto; muy distinto a mi pesimismo casi total que justifico por derrotas tras derrotas que he vivido, observado y estudiado. Pensé que a pesar del funestísimo gobierno de Peña, el PRI volvería a derrotar a López Obrador con votos, con fraude o no entregando el gobierno; pero fue tan abrumador el apoyo a AMLO que la clase dominante (“la mafia en el poder”) no pudo hacer nada. Obvio, mi pesimismo no es de ahora, sino desde las derrotas o fracasos en todos los llamados “países socialistas” y el derechismo de los partidos y dirigentes “de izquierda”.

7. Morena, el partido de López Obrador, no es de izquierda; es un frente amplio que afilia a miles de gentes de izquierda, de centro y de derecha, así como a una enorme mayoría de simpatizantes que nada saben de posiciones e ideologías políticas. Allí radica la capacidad y la inteligencia de López Obrador para moverse “como pez en el agua”. Sin embargo es indudable que López Obrador está inclinado en la izquierda porque sus demandas coinciden casi plenamente y las derechas políticas y empresariales conforman la “mafia del poder”. Yo les diría que enfrenten y discutan con la derecha, pero no pierdan el tiempo haciéndoles caso. Mejor organicen escuelas de cuadros. (2/XII/18)


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