Obliga a Estados a prevenir y eliminar esta violencia
La
Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la primera resolución sobre
el acoso sexual que obliga a los Estados miembros a considerar formas de
prevenir y eliminar esta violencia contra mujeres y niñas.
En medio del surgimiento de movimientos mundiales como el de #MeToo,
#TimesUp, #BalanceTonPorc o #MiPrimerAcoso en los que las mujeres
rompieron el silencio frente al acoso sexual y colocaron a luz a sus
agresores, Naciones Unidas aprobó el pasado 19 de noviembre la primera
resolución para eliminar el acoso sexual.
La propuesta que impulsó Francia junto a los Países Bajos fue
aprobada por 193 países y llama a los Estados a enfrentar la
discriminación que coloca a las mujeres y niñas en riesgo de sufrir
explotación, violencia y abuso, así como tomar acciones para
empoderarlas y protegerlas.
Entre las medidas que deben adoptar los Estados, indica esta
resolución, es asegurarse que los empleadores de todos los sectores
tengan que rendir cuentas cuando no cumplen con las leyes y las
regulaciones sobre el acoso sexual.
Asimismo llama a los países para que las compañías de tecnología
digital, incluidos servicios de internet y plataformas digitales,
fortalezcan y adopten medidas positivas para eliminar la violencia y el
acoso sexual en contextos digitales. Aunque aún el resolutivo no se
encuentra disponible en la página oficial de Naciones Unidas.
En México según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las
Relaciones en los Hogares 2016 (Endireh) 23.5 por ciento de las mujeres
han recibido a lo largo de su vida “piropos” groseros y ofensivos de
tipo sexual o sobre su cuerpo; 10 por ciento las han manoseado, tocado o
besado; a 7.9 por ciento alguna persona le mostró sus genitales o se
masturbó enfrente de ellas.
En tanto 9.2 por ciento dijo que las han vigilado o seguido; a 8.1
por ciento les ha hecho sentir miedo de ser atacadas o abusadas
sexualmente; y a 3.9 les han enviado mensajes o comentarios con
insinuaciones sexuales, insultos y ofensas a través del celular, correo
electrónico o redes sociales.
Frente a este contexto las movilizaciones contra el acoso sexual en el país comenzaron en 2016
a propósito de la movilización contra las violencias machistas o 24A
como le nombraron a una de las marchas feministas más grandes vividas en
México.
En la red social Twitter cientos de testimonios de mujeres con el
hashtag #MiPrimerAcoso contaban la primera vez que fueron acosadas
sexualmente, evidenciando que se trata de una violencia normalizada, que
ocurre en muchos casos desde la infancia y en la que se exime de
responsabilidad a los agresores y se culpabilizada a las mujeres.
Las leyes mexicanas contemplan el acoso sexual y hostigamiento sexual
en la Ley General de Acceso de las Mujeres a un Vida Libre de Violencia
(LGAMVLV) y establece que los tres órdenes de gobierno deben establecer
mecanismos que favorezcan su erradicación en escuelas, centros
laborales o privados mediante la firma de convenios.
En la Ciudad de México por ejemplo se han puesto en marcha campañas
para erradicarlo específicamente en el transporte público, como la
“Estrategia 30-100”, la repartición de silbatos rosas para utilizarlos para alertar de una agresión o la campaña #NoEsDeHombres que invitó a los varones a concientizarse del acoso sexual. Sin embargo, en los hechos no ha generado los cambios esperados.
En los centros de estudios la Universidad Nacional Autónoma de México fue la primera en implementar junto a ONU Mujeres un protocolo para la denuncia del acoso sexual
y otras formas de violencia de género, no obstante en los hechos para
quienes buscan utilizarlos han resultado un calvario, procesos
revictimizantes, e impunidad a los agresores.
CimacFoto: César Martínez López
Por: Hazel Zamora Mendieta
Cimacnoticias | Ciudad de México .-
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