La derecha pripanista y
el poder económico-financiero cuentan con abundante y poderosa
artillería para atacar al nuevo gobierno: el aparato mediático privado,
la alta burocracia desplazada, las redes sociales reaccionarias y los
nostálgicos del antiguo y oprobioso régimen hoy en vías de extinción. Y
no han dejado de emplearla desde el 1 de julio. Pero la han usado con
municiones sin pólvora o con la pólvora mojada: invenciones, calumnias,
chismes, exageraciones, tergiversaciones y cuentos de terror.
Porque hasta ahora López Obrador no ha proveído a sus adversarios de
municiones que les resulten verdaderamente útiles. Nada de medidas
antipopulares y antinacionales. Nada contra el pueblo trabajador.
Esto explica que se mantenga intocado y hasta creciente el apoyo
ciudadano y popular al nuevo gobierno y a López Obrador. Pasados cinco
meses de la elección presidencial se mantiene el porcentaje que le dio
la victoria: 70 contra 30.
También hasta ahora los ataques y
las agresiones se han basado en tiquismiquis, ñoñerías, remilgos,
tempestades en un vaso de agua. Como el escándalo armado por una
expresión verbal poco fina y ciertamente fuera de lugar de Paco Ignacio
Taibo. Nada sustancial. Nada que no se arregle con una disculpa pública.
Pero tampoco nada que dañe o perjudique al pueblo trabajador, enorme y
activa base social del obradorismo.
A esta actitud de la
derecha se le llama “buscarle tres pies al gato”. Y lo esperable es que
continúen y se acrecienten esas búsquedas inútiles, irracionales, ñoñas.
Ataques como pompas de jabón, como la espuma de un café chapuchino.
Nada sustancial.
Y muy pronto, a partir del 1 de diciembre,
día de la toma de posesión, empezarán a darse y concretarse medidas y
políticas del más amplio beneficio popular, medidas que permitirán
sostener ese apoyo mayoritario a Morena, a López Obrador y al nuevo
gobierno.
Nadie aspira y nadie debe aspirar a la unanimidad.
México está viviendo, sin violencia, una nueva etapa de la milenaria y
universal lucha de clases. La oligarquía está haciendo y hará todo lo
posible por descarrilar al nuevo gobierno que es de carácter popular.
Hará hasta lo imposible por recuperar las riendas del Estado que hoy no
tiene totalmente en las manos.
Incluso sin bases y sin
sustancia, el pripanismo y los poderes fácticos continuarán con la
guerra sucia y la propaganda negra. Pero no podrán hacer mucho daño si
el nuevo gobierno se mantiene fiel al mandato recibido en las urnas.
Blog del autor: www.economiaypoliticahoy. wordpress.com
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