4/01/2009

LOS INTELECTUALES ORGÁNICOS CONTRA LAS LUCHAS SOCIALES

Pedro Echeverría V.

1. Bogotá. El escritor mexicano Carlos Monsiváis lamentó en entrevista con el diario El Espectador que la izquierda mundial se haya tardado varios años en condenar la práctica del secuestro por parte de los grupos rebeldes colombianos. En entrevista dijo que los secuestros, desde el principio, debieron haber conllevado el reproche de toda la izquierda mundial" y consideró que "esa tardanza fue dolorosa". Señaló que el año pasado (el ex presidente cubano) Fidel Castro descubra la existencia de los secuestros, y lo repruebe, me parece una triste y grave tardanza. Calificó la práctica del secuestro por parte de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) como una "negación" de la izquierda democrática.

2. ¿Duele al laureado escritor “progresista” que las FARC y el ELN tengan políticos derechistas, militares y policías secuestrados y no quiere darse cuenta que en las mazmorras del gobierno de Álvaro Uribe hay alrededor de 800 presos políticos de las FARC? ¿Olvida el escritor que las FARC han liberado a más de 15 secuestrados y el gobierno de Uribe en vez de liberar a sus presos se ha dedicado a asesinar a guerrilleros? ¿Desconoce que en México el gobierno de Calderón ha condenado a los presos de Atenco, de Oaxaca, de Querétaro y ha asesinado a otros tantos inocentes? La realidad es que esos grandes intelectuales que son muy queridos por los gobiernos, lo primero que deberían exigir es que no hayan presos políticos ni represiones para que no hayan secuestros ni violencias.

3. Los miles de levantamientos indígenas en la Nueva España contra la dominación, así como las luchas de Independencia, de Reforma, contra el Imperio y la Revolución no tuvieron nada, absolutamente nada de pacíficas. Fueron movimientos guerrilleros y guerrillas urbanas que lanzaron piedras, palos, balas, usaron machetes y cuchillos para poder defenderse y luego someter a las clases dominantes. ¿Quieren acaso los laureados escritores que el pueblo lance flores perfumadas a los gobiernos, ejércitos y policías que los reprimen y asesinan? ¿Debieron los ferrocarrileros, los maestros, los estudiantes de 1968 y de 1999, los indígenas del EZLN, los miembros de la APPO, los atenquenses, arrastrarse en vez de luchar contra los gobiernos de López Mateos, Díaz Ordaz, Echeverría, Salinas, Fox y Calderón?

4. Algunos escritores han querido mostrarse en el mundo como muy sensibles, muy humanos, muy demócratas, muy correctos, pero por encima de todo, muy amigos de los gobiernos y del sistema establecido. Dicen estar contra los excesos y los radicalismos, pero siempre terminan defendiendo al sistema que les ha dado cobijos, premios y reconocimientos. No pueden olvidar que los premios siempre los otorga el poder a sus amigos e incondicionales; por eso son críticos, pero sin rebasar lo que el poder puede soportar. También por eso mismo se dedican a condenar todas las luchas anticapitalistas y fuertes que busquen extirpar de raíz el sistema de dominación. ¿Cuántas veces destacadísimos intelectuales han adornado los programas culturales y las giras internacionales de los presidentes?

5. Carlos Monsiváis es una “vaca sagrada” entre los intelectuales mexicanos; también lo son Carlos Fuentes, Enrique Krauze, Aguilar Camín, así como lo fue Octavio Paz. Todos ellos han recibido decenas o cientos de premios y, al mismo tiempo, les han brindado las mayores atenciones por los diferentes gobiernos del país y demás grupos de poder. No hay nada que no haya estado al alcance de ellos. Han tenido abiertos todos los medios de información, han publicado lo que han querido, han vendido enormes cantidades de libros y sus finanzas personales son parecidas a las de las clases altas. Han escrito en forma maravillosa, pero políticamente se han movido entre la socialdemocracia (lo que han llamado “izquierda democrática”), el centrismo y la derecha.

6. Durante 50 años han sido protegidos, o se han cobijado bajo la sombra del Estado. Sus opiniones, siempre muy escuchadas y más de las veces atendidas, le han servido al Estado para regular sus políticas. ¿Por qué en lugar de exigir a las izquierdas que condenen los secuestros de las FARC (tal como los funestos gobiernos de España y su tirano abogado le exigen al Herri Batasuna respecto a la ETA que lucha por la autonomía vasca), no le piden al gobierno la libertad de los presos políticos, el cese de la persecución contra los movimiento sociales y la distribución igualitaria de la riqueza?
Los intelectuales deberían tener todos los elementos teóricos y convincentes para que los gobiernos pongan en práctica sus recomendaciones. ¡Cuánto bien harían al país!

7. Si Monsiváis y los demás intelectuales no quieren radicalismos ni violencia, si quieren partidos civilizados y luchas pacíficas, que intervengan directamente ante los gobiernos para que éstos no los provoquen. Incluso López Obrador, a pesar de que en todos sus discursos y acciones subraya siempre su carácter pacífico, ha sido acusado más de mil un veces de ser la parte violenta del PRD y a éste partido de ser una organización violenta. Al movimiento estudiantil de 1968, sobre todo al de 1999, se les acusó de violentos, se les reprimió con brutalidad y los llamados intelectuales orgánicos, muy bien cobijados por el Estado, dieron pie en sus artículos a la salvaje y violenta represión institucional. La condena posterior a la brutal represión resulta una burla.

8. Al respecto el periodista Cepeda Neri señaló en 2006, a raíz del fraude electoral contra López Obrador, que en la disputa por el poder presidencial, los intelectuales orgánicos o sea los que gustan de asirse a la ubre presupuestal para gozar de los favores del "príncipe" (asesorías, publicidad para sus revistas dizque culturales, como Nexos y Letras libres, de Aguilar Camín y Enrique Krauze, respectivamente; invitaciones a giras, sobre todo europeas; asistir como "damas de compañía" a recepciones para embajadores, comilonas con presidentes de otros países y, de plano, para platicar con el poderoso en turno), han vuelto a la carga. Estos dos personajes, que llegaron a encabezar a distintas mafias intelectuales, hoy se han sumado abiertamente a la derecha calderonista.

8. A pesar de la exquisitez de los intelectuales, de su falta de independencia hacia el sistema para expresar su pensamiento, de su carencia de compromiso social por estar dedicados a cuidar sus intereses personales, confieso que seguiré leyéndolos porque me ayudan con sus investigaciones, recopilaciones e interpretaciones. Pero no podré olvidar que ellos son “intelectuales” con una posición política comprometida con el poder. Sin duda hay otros intelectuales que no han acumulado premios y privilegios, que todavía buscan un país menos injusto o más igualitario; que en vez de exigir un “buen comportamiento” a los de abajo tienen un alto nivel de comprensión del significado de las clases y las luchas ineludibles entre ellas. Los intelectuales del siglo XXI pueden ser distintos.

pedroe@cablered.net.mx


p align="center">GOBIERNO Y LEGISLADORES LEGITIMAN LA RIQUEZA Y LA MISERIA

1. El cinismo total de gobierno y legisladores para legalizar los insultantes salarios y prestaciones que reciben, es evidente. ¿Por eso dicen que México es un país de cínicos? México con un salario mínimo oficial de 1 500 pesos al mes (100 dólares), lo legisladores aprobaron un salario máximo (el del presidente) de 500 mil pesos al mes (33 mil dólares), es decir, 330 veces superior. En vez de bajar el salario del presidente a 50 mil pesos (salario máximo) y subir el de los trabajadores a 5 mil pesos (salario mínimo) para que la diferencia sea de 10 veces, legitimaron un estratosférico salario que está muy por encima de lo que ganan los presidentes de países de las siete economías más grandes del mundo. Les preguntaríamos: ¿Por qué en vez de joder a México no joden a su muy querida progenitora?

2. Lo grave es que hasta los diputados autocalificados de izquierda, (por ser alumnos del PRI y del PAN) se han acostumbrados ya al despilfarro en restaurantes, viajes y compras en la cuenta del partido o del congreso; se ponen alegres, votan o avalan con su presencia tales atracos contra el pueblo, que es el que crea con su trabajo el presupuesto público. Imaginen nada más: ningún funcionario podrá cobrar más de 500 mil pesos al mes, (más que el presidente) así que los diputados, senadores, presidentes municipales que apenas cobran 200 o 300 mil pesos al mes todavía tienen un margen para subirse el salario. Los trabajadores mexicanos, sobre todo en el campo, ganan menos de un salario mínimo, la mayoría un salario mínimo y los “privilegiados” más de un salario mínimo; pero el promedio es un salario mínimo.

3. En México los funcionarios, cuando declaran los salarios que ganan, acostumbran hablar de su salario base y callan (tramposamente) las compensaciones que por lo general son mayores. También silencian los bonos, los salarios extras por comisiones y los regalos de vehículos, celulares, “igualas”, etcétera. Pero aunado a ello pueden contratar asesores, ayudantes, choferes y servicios personales para sus familias con guardaespaldas, a cuenta del presupuesto público. Además de servicios médicos especiales y en el extranjero, gozan de vales de gasolina e insultantes viáticos en sus viajes en la República y en otros países. Por eso López Obrador ha denunciado que los funcionarios de la Suprema Corte y del IFE ganan más de 600 mil pesos al mes. (100 más que el presidente)

4. Por lo anterior, aunado a toda la corrupción institucionalizada, México es de los tres o cuatro países con mayores desigualdades en el mundo. Mientras aquí en cifras oficiales se reconoce que de nuestros 107 millones de habitantes, el 70 por ciento de la población vive en la pobreza económica y 30 por ciento se encuentra en la miseria y la desesperación, un puñado de ricos (que no llega a cinco mil) acumula cada vez más y mayores riquezas, propiedades e inversiones en bancos, industrias, grandes comercios, en tierras, etcétera. En tanto se reconoce que México ha crecido en sólo 1.5 en los últimos nueve años, que el desempleo se ha incrementado exageradamente y que los salarios que se pagan son miserables, los ricos mexicanos sacan del país miles de millones de dólares para obtener mayores ganancias ante las devaluaciones.

5. Según confiesa la ONU, “pese al considerable crecimiento económico en algunas regiones, el mundo es más desigual que hace 10 años. No seremos capaces de avanzar en la agenda del desarrollo sin atender el desafío de la desigualdad entre los países. Las políticas destinadas a potenciar el crecimiento económico se demuestran insuficientes para detener el aumento en los índices de pobreza. La tendencia está conduciendo a la concentración de la riqueza en pocas manos. El desempleo continúa siendo elevado, sobre todo en la franja de los más jóvenes. Un 47 por ciento de los 186 millones de desocupados en el mundo son jóvenes; millones de personas que trabajan no logran quebrar con la pobreza al no poder superar la barrera del dólar diario”

6. Entre 10 países seleccionados de América Latina, México ocupa el quinto lugar en desigualdad y se ubica entre las doce sociedades más desiguales del mundo. El especialista Miguel Székely señala que México está entre los países más desiguales de América Latina debido no sólo a la desproporcionada concentración en el 10% de la población más rica, sino también por las desigualdades educativas, las diferencias en la participación de la mujer, el número de hijos por familia y las diferentes oportunidades que ofrecen las distintas regiones del país. El problema no tiene que ver solamente con la pobreza extrema sino, fundamentalmente, con la riqueza excesiva. La lucha contra la pobreza pasa por una redistribución del ingreso; la deducción es relativamente fácil: México requiere una reforma fiscal que responda a criterios de calidad y equidad.

7. Ese es el planteamiento científico, pero lo que se requiere en México (después de mil un estudios científicos que se han presentado) es un planteamiento político que permita acabar con esa profunda injusticia en que se ha mantenido el país (durante siglos) a más del 70 por ciento de los mexicanos en las más extremas condiciones de pobreza y desigualdad. No basta tener los estudios, los fundamentos, las propuestas y la razón, se requiere de la fuerza de los movimientos de masas para imponerse al poder de los grandes burgueses y sus aliados nuestras demandas y consolidarlas con acciones. Nos hemos pasado años, décadas, siglos, dominados por la plutocracia de políticos y empresarios, así como por los medios de información a su servicio, que nos han prolongado nuestra miseria con falsas promesas y esperanzas.

8. ¿Cómo es posible aceptar la legalización de un salario máximo de 500 mil pesos al mes para un puñado de altos funcionarios y un salario mínimo de 1500 pesos mensuales para los trabajadores, con una diferencia de 330 veces? ¿Cuándo despertará el pueblo o se dará cuenta que es miserable porque lo mantienen en la opresión, en el engaño y la enajenación? Pero también hay que aceptar que el pueblo no es cobarde por no luchar, sino que simplemente vive cargando una pesada bota, bien cubierta de ideología, que le impide ver su realidad. Mientras la clase política y empresarial le juegan el dedo en la boca con regalos y promesas en tiempos de elecciones, el pueblo “escoge” para “elegir” a los nuevos legisladores y funcionarios que le seguirán saqueando su patrimonio.
Ni modo, hay que seguir luchando con tesón para que el pueblo despierte

pedroe@cablered.net.mx


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