Julio Hernández López: Astillero
De placentero viaje por Nueva York, el licenciado Felipe Calderón ha abierto un nuevo frente de guerra para que sus opositores no se concentren en el tema del narcotráfico, y así puedan dividir sus fuerzas. No es una ocurrencia de bajo cilindraje, sino un recurrente sueño de repartición empresarial de Pemex mediante venta de acciones, pero presentado a estas alturas del desfalleciente partido más como una treta para distraer a la tribuna que como una jugada con posibilidad de gol. Difícilmente pasará una iniciativa modernizadora de tal calado privatizador en las aduanas camarales, sobre todo si se toma en cuenta que los partidos políticos van alejando posiciones a causa de los emplazamientos electorales rumbo a 2012 (a menos que Calderón esté dispuesto a hacer a los priístas una oferta que no puedan rechazar: Los Pinos por Pemex, por ejemplo).
Pero al lic. antes mencionado le conviene asustar con el petate de esa privatización petrolera, usando como parapeto el ejemplo brasileño, para sacar del centro de la discusión nacional el tema de la marcha encabezada por Javier Sicilia, la exigencia de renuncia del vicepresidente ejecutante, Genaro García Luna (ya desechada, pero que aún hará ruido mediático que al solícito Calderón le urge cancelar) y la demanda creciente de que frene su desquiciada política de exterminio civil y despilfarro de recursos públicos a título de una guerra de la que ahora ya no quiere ni acordarse como tal. Además, el comandante petrolero ha de confortarse con la consideración de que en una de esas y logra colar dicha suerte de homenaje póstumo al mouriñismo entre la maraña de imprecisiones, pifias y aberraciones que aún habrán de cometerse en la política mexicana antes de que entre en otra fase de locura y peligrosidad (la política, no el lic.), a fines de este año.
Ayer, por lo pronto, variada palabrería errática disparó en EU el accionista mayoritario de la firma de control social denominada Calderón-García (a pesar de las advertencias de este tecleador para que los curiosos se abstuvieran de formar acrónimo con las primeras letras de esos dos apellidos, hubo muchos atrevidos que desoyeron los astillados consejos y se toparon con una sorpresa escatológica de las que en este sexenio parecieran formar la heráldica gobernante). Para empezar, resintió el reproche que le hizo el dirigente de una asociación de migrantes, Joel Magallan, quien dijo al que en campaña electoral prometió ser el presidente del empleo que esa bandera no le había funcionado y había preferido tomar la de la guerra contra el narcotráfico.
El Héroe de la Guerra de los Cuarenta Mil Muertos (más los que se acumulen en lo que resta del velatorio sexenal) rechazó las medallas y negó que a él perteneciera el mérito de declarar las hostilidades bélicas. En realidad, dijo con sintaxis que rindió homenaje a Mario Moreno, Cantinflas, él ni siquiera tiene la política de andar declarando guerras o no, sino que las circunstancias le llevaron a cumplir con esa obligación patriótica, viendo al pueblo sufrir, dominado y vejado por delincuentes sin control a los que hubo de enfrentar para cumplir con el imperativo político de dar seguridad a los ciudadanos (chin, el autor de esta columna ya comienza a escribir como boletín de prensa de Los Pinos).
Decidido a desmarcarse de sí mismo, casi aspirante al Nobel de la Paz (sobre todo ahora que tanto lustre le ha dado Obama a ese premio con el asesinato de Bin Laden, tan humanitariamente festejado en la Casa Blanca), el lic. Calderón (quien no desea anunciar el acribillamiento de El Chapo, sino su apresamiento, privilegio de sobrevivencia que no han tenido otros jefes de cárteles que han sido abatidos de la misma manera que Osama en Pakistán) dijo ante el migrante remolón: Tampoco quiero decir que yo estoy o enarbolo la bandera de lucha o de guerra contra el narcotráfico, como usted lo ha mencionado. En realidad, las continuas acciones bélicas no las ha decidido por sus pistolas, sino (oh, fanfarrias y desfiles, por favor) por México, pues, no es una guerra contra el narcotráfico por sí mismo. Mi problema no es lo que la gente por su propia voluntad quiera usar o no de drogas. Mi asunto es que esos criminales afectan la seguridad de la gente en muchas regiones del país.
El súbito pero falso despenalizador del consumo de drogas generó otra frase digna de sujeción a un tribunal gramático: no es política pública que diga uno me da la gana ahora dedicarme a hacer o no hacer guerras; no se trata de ir a Irak y mandar soldados allá a miles de kilómetros a pelear por una causa, es nuestra tierra, nuestra gente. Nuestro deber es defenderlas. Luego de ese gratuito raspón al gobierno gringo y sus incursiones en el extranjero, el Viajero Frecuente le echó flores a Obama por su esfuerzo personal en favor de la reforma migratoria. El presidente gringo, por cierto, estuvo en El Paso y, dando paso electoral con huarache, convocó a presionar a los legisladores de EU para que aprueben esas modificaciones, todo hecho en indudable búsqueda del voto hispano.
Astillas
En la reciente edición de la revista Quién, la actriz Ana de la Reguera entrevistó a Felipe Calderón, quien considera que su esposa tiene futuro como candidata, no ahora, pero sí en el futuro, según quedó consignado en estas lineas: De la Reguera: “He tenido la oportunidad de pasar un tiempo con Margarita, creo que ha realizado un excelente trabajo como primera dama, muy discreta. ¿La ve usted como futura candidata? Porque le queda chico todo su rol tradicional”. Calderón: “Margarita es una persona muy inteligente, muy buena persona, noble, sencilla, tiene todos los atributos… y la verdad sí la veo como candidata. No ahora, evidentemente, hemos hablado de eso, pero sí en el futuro”... Y, mientras ha sido detenido quien era delegado del IMSS en Sonora durante el caso ABC, y en el sur de Tamaulipas el Ejército toma un control que pone en alerta al casi inexistente gobernador, ¡hasta mañana, con Bono celebrando su cumpleaños en México!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
De placentero viaje por Nueva York, el licenciado Felipe Calderón ha abierto un nuevo frente de guerra para que sus opositores no se concentren en el tema del narcotráfico, y así puedan dividir sus fuerzas. No es una ocurrencia de bajo cilindraje, sino un recurrente sueño de repartición empresarial de Pemex mediante venta de acciones, pero presentado a estas alturas del desfalleciente partido más como una treta para distraer a la tribuna que como una jugada con posibilidad de gol. Difícilmente pasará una iniciativa modernizadora de tal calado privatizador en las aduanas camarales, sobre todo si se toma en cuenta que los partidos políticos van alejando posiciones a causa de los emplazamientos electorales rumbo a 2012 (a menos que Calderón esté dispuesto a hacer a los priístas una oferta que no puedan rechazar: Los Pinos por Pemex, por ejemplo).
Pero al lic. antes mencionado le conviene asustar con el petate de esa privatización petrolera, usando como parapeto el ejemplo brasileño, para sacar del centro de la discusión nacional el tema de la marcha encabezada por Javier Sicilia, la exigencia de renuncia del vicepresidente ejecutante, Genaro García Luna (ya desechada, pero que aún hará ruido mediático que al solícito Calderón le urge cancelar) y la demanda creciente de que frene su desquiciada política de exterminio civil y despilfarro de recursos públicos a título de una guerra de la que ahora ya no quiere ni acordarse como tal. Además, el comandante petrolero ha de confortarse con la consideración de que en una de esas y logra colar dicha suerte de homenaje póstumo al mouriñismo entre la maraña de imprecisiones, pifias y aberraciones que aún habrán de cometerse en la política mexicana antes de que entre en otra fase de locura y peligrosidad (la política, no el lic.), a fines de este año.
Ayer, por lo pronto, variada palabrería errática disparó en EU el accionista mayoritario de la firma de control social denominada Calderón-García (a pesar de las advertencias de este tecleador para que los curiosos se abstuvieran de formar acrónimo con las primeras letras de esos dos apellidos, hubo muchos atrevidos que desoyeron los astillados consejos y se toparon con una sorpresa escatológica de las que en este sexenio parecieran formar la heráldica gobernante). Para empezar, resintió el reproche que le hizo el dirigente de una asociación de migrantes, Joel Magallan, quien dijo al que en campaña electoral prometió ser el presidente del empleo que esa bandera no le había funcionado y había preferido tomar la de la guerra contra el narcotráfico.
El Héroe de la Guerra de los Cuarenta Mil Muertos (más los que se acumulen en lo que resta del velatorio sexenal) rechazó las medallas y negó que a él perteneciera el mérito de declarar las hostilidades bélicas. En realidad, dijo con sintaxis que rindió homenaje a Mario Moreno, Cantinflas, él ni siquiera tiene la política de andar declarando guerras o no, sino que las circunstancias le llevaron a cumplir con esa obligación patriótica, viendo al pueblo sufrir, dominado y vejado por delincuentes sin control a los que hubo de enfrentar para cumplir con el imperativo político de dar seguridad a los ciudadanos (chin, el autor de esta columna ya comienza a escribir como boletín de prensa de Los Pinos).
Decidido a desmarcarse de sí mismo, casi aspirante al Nobel de la Paz (sobre todo ahora que tanto lustre le ha dado Obama a ese premio con el asesinato de Bin Laden, tan humanitariamente festejado en la Casa Blanca), el lic. Calderón (quien no desea anunciar el acribillamiento de El Chapo, sino su apresamiento, privilegio de sobrevivencia que no han tenido otros jefes de cárteles que han sido abatidos de la misma manera que Osama en Pakistán) dijo ante el migrante remolón: Tampoco quiero decir que yo estoy o enarbolo la bandera de lucha o de guerra contra el narcotráfico, como usted lo ha mencionado. En realidad, las continuas acciones bélicas no las ha decidido por sus pistolas, sino (oh, fanfarrias y desfiles, por favor) por México, pues, no es una guerra contra el narcotráfico por sí mismo. Mi problema no es lo que la gente por su propia voluntad quiera usar o no de drogas. Mi asunto es que esos criminales afectan la seguridad de la gente en muchas regiones del país.
El súbito pero falso despenalizador del consumo de drogas generó otra frase digna de sujeción a un tribunal gramático: no es política pública que diga uno me da la gana ahora dedicarme a hacer o no hacer guerras; no se trata de ir a Irak y mandar soldados allá a miles de kilómetros a pelear por una causa, es nuestra tierra, nuestra gente. Nuestro deber es defenderlas. Luego de ese gratuito raspón al gobierno gringo y sus incursiones en el extranjero, el Viajero Frecuente le echó flores a Obama por su esfuerzo personal en favor de la reforma migratoria. El presidente gringo, por cierto, estuvo en El Paso y, dando paso electoral con huarache, convocó a presionar a los legisladores de EU para que aprueben esas modificaciones, todo hecho en indudable búsqueda del voto hispano.
Astillas
En la reciente edición de la revista Quién, la actriz Ana de la Reguera entrevistó a Felipe Calderón, quien considera que su esposa tiene futuro como candidata, no ahora, pero sí en el futuro, según quedó consignado en estas lineas: De la Reguera: “He tenido la oportunidad de pasar un tiempo con Margarita, creo que ha realizado un excelente trabajo como primera dama, muy discreta. ¿La ve usted como futura candidata? Porque le queda chico todo su rol tradicional”. Calderón: “Margarita es una persona muy inteligente, muy buena persona, noble, sencilla, tiene todos los atributos… y la verdad sí la veo como candidata. No ahora, evidentemente, hemos hablado de eso, pero sí en el futuro”... Y, mientras ha sido detenido quien era delegado del IMSS en Sonora durante el caso ABC, y en el sur de Tamaulipas el Ejército toma un control que pone en alerta al casi inexistente gobernador, ¡hasta mañana, con Bono celebrando su cumpleaños en México!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Steve Ballmer, presidente ejecutivo de Microsoft, anunció la compra de Skype por 8 mil 500 millones de dólares, y las empresas de telefonía, no sólo de México sino de todo el mundo, se preguntan cómo harán frente a un competidor que ofrece llamadas locales, nacionales e internacionales por unos cuantos centavitos. Y hasta gratis: un usuario de México puede hablar con otro que se encuentre en Los Ángeles, o Madrid, o París, por horas hasta quedar ronco, sin que le cueste un solo peso. Es la magia de la comunicación telefónica a través de Internet, hace un by-pass, da un brinco sobre las redes telefónicas, y enlaza a sus usuarios. Las tarifas de interconexión que han hecho multimillonarios a los dueños de las telefónicas, simplemente no tienen aplicación. Primero sólo podían hacerse llamadas desde una computadora, pero hoy día los nuevos celulares inteligentes ya vienen con Skype incorporado. Por otro lado, Microsoft recientemente estableció un acuerdo con Nokia para rediseñar el teléfono que opera con tecnología Windows, así que es previsible que desde su primer modelo ya incluya la plataforma Skype. En México muchas empresas y particulares ya la emplean para bajar sus costos de comunicación telefónica.
Obama en la frontera
El presidente Obama hizo ayer su primera visita –desde que se convirtió en inquilino de la Casa Blanca– a la frontera con México. Sucedió algo raro: no invitó al presidente Calderón a acompañarlo, y eso que lo tenía en Nueva York; hubiera bastado con que dijera brinca para que la ranita saltara, como se dice coloquialmente. Y es que Obama estuvo en El Chamizal, un punto entre El Paso y Ciudad Juárez, y fue en esta ensangrentada frontera donde tres personas vinculadas al consulado estadunidense murieron en un ataque de pistoleros en marzo del año pasado. Tal vez sus asesores le aconsejaron que la compañía de Calderón añadiría una nota sombría a su recorrido por la frontera texana, cuando su propósito es reconquistar simpatías de la comunidad de ascendencia mexicana, a la que prometió en campaña una reforma migratoria que no llega. Y ya vienen las próximas elecciones.
La telenovela de García Luna
Pueden apostar a que la telenovela sobre el personaje-leyenda Genaro García Luna prescindirá del capítulo referido al búnker de avenida Constituyentes –el Centro de Inteligencia de la Policía Federal, que la Secretaría de Seguridad Pública construyó bajo tierra. Fue inaugurado por el presidente Calderón en noviembre de 2009 y supuestamente es un complejo inteligente y autónomo en un espacio subterráneo diseñado para el control, monitoreo y toma de decisiones de importancia nacional. Está blindado para resistir cualquier tipo de ataque, hasta bombas yucatecas –o al menos eso se dijo en su inauguración. La sede del comando central, agregan, fue montada al estilo de un filme de Hollywood: cuenta con una enorme mesa con asientos reservados para el Presidente y los gobernadores a fin de albergarlos en un lugar seguro en caso de que, juntos, tuvieran que tomar decisiones para hacer frente a una crisis nacional. El mencionado capítulo del teleculebrón de Televisa se filmaría precisamente en el búnker; presentaría una reunión de emergencia y el personaje-leyenda recibiría instrucciones de salvar a la patria de una maquinación de grupos enemigos (¿una alianza de la miss Gordillo, el Niño Muerde y Manuel Espino?), misión que cumpliría a la perfección. Sólo que tuvieron que dejar de rodarla porque los recientes aguaceros provocaron un colapso y demostraron que el búnker está blindado contra todo, menos contra el ataque artero de un tal San Isidro Labrador (el que quita el agua y pone el sol), cuya pista ahora se sigue como presunto miembro de Los Zetas, y responsable de maquinar la inundación. Mientras todo eso sucede, los provedores están de plácemes: el centro de inteligencia deberá ser equipado de nuevo, porque las instalaciones resultaron severamente dañadas.
Alfredo Jalife-Rahme: Bajo la Lupa
Obama en la frontera
El presidente Obama hizo ayer su primera visita –desde que se convirtió en inquilino de la Casa Blanca– a la frontera con México. Sucedió algo raro: no invitó al presidente Calderón a acompañarlo, y eso que lo tenía en Nueva York; hubiera bastado con que dijera brinca para que la ranita saltara, como se dice coloquialmente. Y es que Obama estuvo en El Chamizal, un punto entre El Paso y Ciudad Juárez, y fue en esta ensangrentada frontera donde tres personas vinculadas al consulado estadunidense murieron en un ataque de pistoleros en marzo del año pasado. Tal vez sus asesores le aconsejaron que la compañía de Calderón añadiría una nota sombría a su recorrido por la frontera texana, cuando su propósito es reconquistar simpatías de la comunidad de ascendencia mexicana, a la que prometió en campaña una reforma migratoria que no llega. Y ya vienen las próximas elecciones.
La telenovela de García Luna
Pueden apostar a que la telenovela sobre el personaje-leyenda Genaro García Luna prescindirá del capítulo referido al búnker de avenida Constituyentes –el Centro de Inteligencia de la Policía Federal, que la Secretaría de Seguridad Pública construyó bajo tierra. Fue inaugurado por el presidente Calderón en noviembre de 2009 y supuestamente es un complejo inteligente y autónomo en un espacio subterráneo diseñado para el control, monitoreo y toma de decisiones de importancia nacional. Está blindado para resistir cualquier tipo de ataque, hasta bombas yucatecas –o al menos eso se dijo en su inauguración. La sede del comando central, agregan, fue montada al estilo de un filme de Hollywood: cuenta con una enorme mesa con asientos reservados para el Presidente y los gobernadores a fin de albergarlos en un lugar seguro en caso de que, juntos, tuvieran que tomar decisiones para hacer frente a una crisis nacional. El mencionado capítulo del teleculebrón de Televisa se filmaría precisamente en el búnker; presentaría una reunión de emergencia y el personaje-leyenda recibiría instrucciones de salvar a la patria de una maquinación de grupos enemigos (¿una alianza de la miss Gordillo, el Niño Muerde y Manuel Espino?), misión que cumpliría a la perfección. Sólo que tuvieron que dejar de rodarla porque los recientes aguaceros provocaron un colapso y demostraron que el búnker está blindado contra todo, menos contra el ataque artero de un tal San Isidro Labrador (el que quita el agua y pone el sol), cuya pista ahora se sigue como presunto miembro de Los Zetas, y responsable de maquinar la inundación. Mientras todo eso sucede, los provedores están de plácemes: el centro de inteligencia deberá ser equipado de nuevo, porque las instalaciones resultaron severamente dañadas.
Alfredo Jalife-Rahme: Bajo la Lupa
Llamó la atención que la agencia estatal rusa Ria Novosti (9/5/11) haya publicado la estruendosa declaración del ministro de espionaje iraní, Heidar Moslehi (por cierto, recién reincorporado a sus funciones por el supremo líder ayatolá Jamenei, pese a su despido por el presidente Ahmadinejad, mermado en su poder por la jerarquía teocrática), de que Teherán poseía evidencia (¡súper sic!) de que Osama Bin Laden, el líder de Al Qaeda, había muerto de su padecimiento (nefropatía) años atrás, lo cual recordamos en Bajo la Lupa (8/5/11).
Con todo el debido respeto a la verdad, cualquier versión externa al montaje hollywoodense de Estados Unidos (EU) es irrelevante frente al giro geoestratégico de Obama en el inicio de su reconciliación con los mil 600 millones de feligreses de los 57 países de la Organización de la Conferencia Islámica, que ostenta un PIB de 5 millones de millones de dólares (trillones, en anglosajón): el tercer lugar mundial detrás de China.
Con todo el debido respeto a la verdad, cualquier versión externa al montaje hollywoodense de Estados Unidos (EU) es irrelevante frente al giro geoestratégico de Obama en el inicio de su reconciliación con los mil 600 millones de feligreses de los 57 países de la Organización de la Conferencia Islámica, que ostenta un PIB de 5 millones de millones de dólares (trillones, en anglosajón): el tercer lugar mundial detrás de China.
Carlos Fernández-Vega: México SA
El inquilino de Los Pinos está obsesionado con la privatización del petróleo mexicano. Es un caso de diván. No tiene otra idea en materia económica –que sin duda es política– más que la desincorporación plena de la única riqueza que a la nación le han dejado cinco fallidos cuan retorcidos gobiernos neoliberales al hilo, los mismos que en tres décadas desmantelaron el aparato productivo del Estado para traspasarlo alegremente al capital privado (léase a los amigos del régimen), porque él sí sabe cómo hacer las cosas. Despojaron a los mexicanos, y a cambio les prometieron el primer mundo, aunque en los hechos la economía no pasa del 2 por ciento anual y el bienestar social es ostentosamente inexistente.
Una vez más de viaje por el extranjero (aunque en esta ocasión no de contenido sacro), Felipe Calderón aprovechó su estancia en Nueva York para anunciar lo que está obligado a divulgar aquí en primerísima instancia: debe considerarse la venta de acciones de Pemex como parte de un proyecto de ley que planeo presentar para modernizar a la compañía y aumentar la producción. En una entrevista con la televisión de Bloomberg, dijo que la nueva legislación que se propone presentar al Congreso –cuando éste retorne en septiembre– tratará de que Pemex tome pautas de Petrobras o la noruega Statoil. Mi plan es tratar otra reforma legal con el fin de modernizar Pemex en forma similar a lo que Petrobras hizo hace diez años. Va a ser difícil, pero creo que se está moviendo la percepción de la opinión pública de lo importante que es la modernización de la empresa (La Jornada, Claudia Herrera).
Como sus cuatro antecesores en la residencia oficial, el susodicho no le encuentra otro sentido a sus no pocos viajes internacionales (salvo el del Vaticano) que no sea el de vender lo que queda del país. No tiene mayor pronunciamiento que no sea el de merolico del Centro Histórico (“pásenle, pásenle…. bara, bara”), fiel seguidor de aquellos periplos de Vicente Fox (o de Zedillo, Salinas y De la Madrid), quien antes de saludar ya estaba vendiendo el petróleo mexicano o lo que se le ocurriera, con o sin autorización del Legislativo. Si él vendía coca-colas, por qué no petróleo, energía eléctrica, minas, carreteras o lo que sea. Y en esa misma lógica gerencial se mueve Felipe Calderón, sin importarle que no le pertenezcan los recursos que quiere colocar entre los sagrados inversionistas que sí saben cómo hacer las cosas.
No dejaron nada, prácticamente, salvo el oro negro, pero van por él. En el balance, De la Madrid reclasificó la petroquímica; Salinas partió en cuatro a Pemex para facilitar su desincorporación, derrumbó barreras en el sector eléctrico y comenzó el reparto minero entre el gran capital; Zedillo inventó los Pidiregas, abrió el gas natural e inició los permisos de cogeneración eléctrica; Fox reinventó los contratos de servicios múltiples y metió el acelerador en el otorgamiento de dichos permisos, y Calderón pugna por dar seguridad jurídica a los inversionistas privados en el sector energético, inventó los bonos petroleros, insiste en la transición energética, echó a caminar los contratos incentivados y ahora va por la venta de acciones de Pemex. Todos justificaron la apertura en aras de la modernización, y enfocaron sus baterías a favor de la privatización del sector energético, y si bien no lo lograron a plenitud, mucho es lo que avanzaron. Pero el actual inquilino de Los Pinos, obsesionado, se quiere llevar la medallita.
Y como acontece cada que se conoce una nueva intentona por privatizar el petróleo nacional, de la nada se divulga en los medios que Pemex cerró con pérdidas tal ejercicio fiscal, con lo que la paraestatal, según esa versión, resulta un barril sin fondo en materia de pérdidas, ergo, hay que privatizarla. La realidad, sin embargo, es totalmente distinta: Petróleos Mexicanos es una de las empresas más rentables del mundo, amén de indiscutible pilar de las finanzas nacionales. Y éste, precisamente, es el punto: ninguna empresa, pública o privada, puede sobrevivir con impuestos superiores a sus ganancias; ni una sola en el planeta puede mantenerse en pie si el fisco le retiene 100 por ciento de sus utilidades, y además la obliga a pagar un pilón que se cubre con endeudamiento.
Pemex no es un barril sin fondo; sí lo es la Secretaría de Hacienda. La exprimida paraestatal ha sido obligada a cubrir impuestos por un monto superior al que año tras año dejan de pagar los grandes empresarios beneficiarios de los regímenes tributarios especiales. Pemex cubre los huecos fiscales que Ejecutivo y Legislativo gentilmente abren a favor del gran capital, y a ese ritmo nadie aguanta, por muy bien parado que esté. La SHCP, autorizada por el Congreso, llega y arrasa: se lleva absolutamente todo el rendimiento de la paraestatal, y lo que no tiene también. Por ejemplo, al cierre de 2010 los rendimientos petroleros antes de impuestos –la ganancia– superaron los 650 mil millones de pesos. Todos se los embolsó Hacienda, más 50 mil millones de pilón que la paraestatal obtuvo por medio de endeudamiento. Y lo mismo sucedió en 2009, 2008, 2007, 2006, etcétera, etcétera. ¿Qué empresa aguanta un ritmo así?
De acuerdo con la estadística gubernamental, en el periodo 1998-2010 (de Zedillo a Calderón) el gobierno federal se embolsó hasta el último centavo de los rendimientos petroleros obtenidos, más el famoso pilón: casi 6 billones de pesos. En ese lapso tales rendimientos (antes de impuestos, derechos y aprovechamientos) se multiplicaron casi por cinco, al pasar de 140 mil millones en 1998 (el peor de los años en lo que se refiere a precio internacional de la mezcla mexicana de exportación) a poco más de 650 mil millones en 2010, y todo se lo llevó Hacienda.
Alrededor de 95 por ciento de dichos rendimientos petroleros se obtuvieron en los dos gobiernos panistas, con precios petroleros internacionales de excepción. ¿Dónde quedó ese dinero? ¿En qué se gastó? De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación el grueso se canalizó a gasto corriente, especialmente a nómina burocrática. Espeluznante, pero el obsesionado Calderón asegura que no hay recursos y es necesario privatizar.
Las rebanadas del pastel
¿Fue chiste? Asegura Alejandro Poiré, secretario técnico del Consejo de Seguridad Nacional, que han sido exitosos el trabajo y la estrategia anticrimen del inenarrable Genaro García Luna. Qué bueno, porque entonces ya no hay pretexto para mantener al Ejército y a la Marina fuera de sus cuarteles en funciones de policía.
cfvmexico_sa@hotmail.com • http://twitter.com/cafevega
Reforma migratoria y oportunidad
En un discurso pronunciado ayer en El Paso, Texas, en la frontera con México, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció su decisión de impulsar una reforma migratoria en el Congreso de su país y pidió a la comunidad latinoamericana local que añada sus voces a este debate, a efecto de que Washington sepa que hay un movimiento en favor de la reforma que gana fuerza de costa a costa. Así lo lograremos.Continuar
El Correo Ilustrado
Justo, que Sicilia sea procurador
Señora directora: Me dirijo a usted y a los ciudadanos en general para proponer esta idea que me parece simplemente lógica, justa y de especial reconocimiento elemental –que no es poco– al señor Javier Sicilia.Continuar
Una parte sustantiva de la sociedad mexicana ha dado muestra activa de un ácido malestar que la atosiga. Y ha sido mostrado por parte del segmento más consciente de ella. Numeroso conjunto que, además, ha logrado conquistar aceptables grados de desenvolvimiento personal y familiar. El descontento llevado a las calles es digno de consideración por todos y cada uno de los actores que ocupan posiciones de mando, riqueza, difusión o influencia. Trátese de partidos políticos, gobiernos en sus varias ramas y niveles, medios de comunicación, sindicatos, iglesias, organizaciones empresariales o la multitud de esas células integradas que ha procreado la misma sociedad. Todos tienen el deber de meditar en lo que está sucediendo en el país y actuar en consecuencia.Continuar
Un país democrático hace explícitos los costos de una guerra. No como un boletín más o menos amañado, sino como un examen cauteloso de las comisiones conjuntas de Defensa de su Congreso que producen el dictamen correspondiente al pleno.Continuar
Este verano se cumplirán cuatro años desde que los indicadores financieros activaron las alarmas y encendieron los focos rojos. El colapso del mercado hipotecario en Estados Unidos, así como la crisis financiera que le seguiría, fueron correctamente diagnosticados por unos cuantos analistas. La mayoría de los funcionarios en las agencias regulatorias estaban dormidos en sus puestos cuando en 2007 las cifras ya no permitieron el dulce sueño de la negación. La crisis reventó con toda su ferocidad en la segunda mitad de aquel año.Continuar
El tiempo, el Gran Hechicero, le ha dado la razón a Ernesto Sabato cuando tomó distancia del comunismo real, cuando levantó su crítica contra la supuesta neutralidad de la ciencia o cuando alzó la voz para advertirnos del peligro que representa la banalidad del circo literario.Continuar
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