El trabajo doméstico remunerado es una de las ocupaciones con peor calidad de empleo y mayor déficit de trabajo decente dentro de la región. Sin embargo, aporta una contribución significativa a la economía mundial, y se estima que solo en América Latina hay más de 14 millones de mujeres que trabajan remuneradamente para una familia.
La serie 'OIT Notas sobre Trabajo Doméstico remunerado en América Latina y el Caribe, muestra los avances hacia el trabajo decente para las trabajadoras domésticas y las buenas prácticas que existen en la región en temas de remuneración, seguridad social, ejercicio de derechos, organización, protección de la maternidad, entre otros temas
El convenio traza los principios de derechos humanos para las trabajadoras y los trabajadores domésticos en el contexto del programa de trabajo decente, dentro del cual actuar como gobiernos comprometidos, empleadores y empleados responsables.
ONU Mujeres felicita a los Estados Miembros de la OIT, a los empleadores y sus organizaciones, a los sindicatos, las organizaciones de trabajadoras y trabajadores domésticos y demás grupos de la sociedad civil por su firme compromiso y sus esfuerzos para garantizar este convenio histórico. Se trata de una cuestión de justicia y dignidad social. Es un reconocimiento largamente esperado al extraordinario trabajo desempeñado por las trabajadoras y los trabajadores domésticos de todo el mundo.
Se estima que las trabajadoras y los trabajadores domésticos representan entre el 4 y el 10 por ciento de la fuerza laborar en los países en vías de desarrollo y cerca del 2 por ciento en los países industrializados. Detrás de esas cifras existen personas, en la mayoría de los casos una mujer o una niña que trabaja infatigablemente para que otros puedan desempeñarse en el empleo remunerado, aumentar el bienestar material y emocional, y llevar una vida con relativo nivel de confort. Allí donde la prestación estatal de servicios de cuidado y otros de carácter social es insuficiente, el trabajo doméstico viene a cubrir ese vacío, permitiendo un mayor equilibrio entre la vida laboral y familiar para muchas familias.
La otra cara de la moneda en esta situación es la elasticidad y determinación de las trabajadoras domésticas para encontrar formas de sobrevivir, e incluso de prosperar. Esas mujeres a menudo son la cuerda de salvamento para sus familias y comunidades, ya sea en su patria o el extranjero, contribuyendo al desarrollo por medio de sus destrezas, el trabajo, el consumo y los gastos tributarios, así como por medio de las remesas financieras y sociales.
La nueva serie de notas indaga entorno temas de gran interés que afectan directamente el quehacer de las trabajadoras domésticas de la región, entre ellas:
Nota 1: 'Un trabajo decente para las trabajadoras domésticas remuneradas del continente' (disponible en español y portugués) Indaga en la situación de las trabajadoras domésticas en América Latina y el Caribe, enfocado en la actual transformación de la práctica de este tipo de trabajo en la región. Además, aborda las principales problemáticas que deben enfrentar, como el déficit de trabajo decente y las malas condiciones de empleo pero también, las buenas prácticas y los avances en las políticas nacionales.
La Nota 2: 'Salarios Dignos para las Trabajadoras del Hogar' (disponible en español y portugués) aborda el tema de las bajas remuneraciones para este grupo de trabajadores, debido a que es una actividad profesional poco valorizada al cual se confiere, generalmente, escaso espacio en las normas laborales nacionales. Por esta razón, las trabajadoras domésticas muchas veces se encuentran en la escala mas baja de las remuneraciones y en la mayoría de los países son pobres o se encuentran muy cercanos de esta situación. Sin embargo, las nuevas reglas y avances en la región muestran positivos logros, como la equiparación del sueldo mínimo del trabajo doméstico al del salario mínimo nacional.
La Nota 3: 'Erradicar el Trabajo Infantil Doméstico', (disponible en español y portugués) trata sobre una de las formas más comunes y tradicionales de Trabajo infantil. El trabajo infantil doméstico realizados en casas de terceros, en su mayoría por niñas, es probablemente uno de los grupos mas vulnerables y difíciles de proteger porque son 'trabajadores invisibles'. A pesar de esto, en la región se ha avanzado bastante en la materia y en la Nota se da cuenta de los avances normativos e iniciativas de los países, por ejemplo de incluirlo en el listado de 'Trabajos peligrosos', según el Convenio N°182 de la OIT.
Nota 4: 'Ampliar la protección de la seguridad social para las trabajadoras domésticas remuneradas' (disponible en español y portugués) Aborda el tema de la protección social y la baja cobertura que muchas de ellas tienen en los sistemas de protección. En algunos países por ejemplo, la legislación nacional no permite su afiliación a los sistemas de pensiones y en otros las excluye, incluso de los sistemas de salud para trabajadores. Un paso fundamental para el reconocimiento y la protección social de las trabajadoras domésticas del continente es su plena inclusión en los sistemas de seguridad social de los países de toda la región. Como evidencia de las buenas prácticas en la región, la Nota 4, relata varias iniciativas nacionales que han sido exitosas para este fin. Por ejemplo, la campaña 'Trabajo doméstico digno' en Ecuador.
OIT
23.6.2011
'Por primera vez llevamos el sistema de normas de la OIT a la economía informal y este es un acontecimiento de gran importancia', dijo el Director General de la OIT, Juan Somavia. 'Se ha hecho historia', agregó.
Los delegados aprobaron el Convenio sobre las Trabajadoras y Trabajadores Domésticos (2011) por 396 votos a favor, 16 votos en contra y 63 abstenciones, y la Recomendación que lo acompaña por 434 votos a favor, 8 votos en contra y 42 abstenciones.
Las nuevas normas se convertirán en el Convenio 189 de la OIT y la Recomendación 201 desde que fuera fundada la Organización en 1919. El Convenio es un tratado internacional vinculante para los Estados miembros que lo ratifiquen, mientras que la Recomendación ofrece una guía más detallada sobre la forma en que el Convenio puede ser llevado a la práctica.
La OIT es la única organización tripartita de las Naciones Unidas, y cada uno de sus 183 Estados miembros está representado por dos delegados del gobierno, uno de los empleadores y uno de los trabajadores, quienes pueden votar en forma independiente.
Las nuevas normas de la OIT establecen que los millones de trabajadoras y trabajadores domésticos del mundo que se ocupan de las familias y los hogares podrán tener los mismos derechos básicos que otros trabajadores, incluyendo horas de trabajo razonables, descanso semanal de al menos 24 horas consecutivas, un límite a los pagos en especie, información clara sobre los términos y las condiciones de empleo, así como el respeto a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, incluyendo los de libertad sindical y negociación colectiva..
De acuerdo con estimaciones recientes de la OIT basadas en estudios o censos nacionales de 117 países el número de trabajadoras y trabajadores domésticos en el mundo es de al menos 53 millones. Pero los especialistas consideran que debido a que este tipo de trabajo se realiza a menudo en forma oculta y sin registros, el total podría ser de 100 millones de personas. En los países en desarrollo representan entre 4 y 12 por ciento del empleo asalariado. Alrededor del 83 por ciento son mujeres o niñas, y muchas son migrantes.
El artículo 1 del nuevo instrumento de la OIT dice que 'la expresión ‘trabajo doméstico’ designa el trabajo realizado en un hogar u hogares'. Si bien estos instrumentos cubren a todos los trabajadores domésticos, se consideran medidas especiales para proteger aquellos trabajadores que puedan estar expuestos a riesgos adicionales debido a su corta edad, a su nacionalidad, o a su condición de alojamiento, entre otros.
De acuerdo con los procedimientos de la OIT, el Nuevo Convenio de la OIT estará vigente después que dos países lo hayan ratificado.
'Es muy importante que hayamos colocado a los trabajadores domésticos al amparo de nuestros valores, para ellos y para todos los que aspiren a un trabajo decente. Esto también tendrá repercusiones relacionadas con las migraciones y la igualdad de género', dijo Somavia.
En su texto de introducción el nuevo Convenio dice que 'el trabajo doméstico continúa siendo infravalorado e invisible y lo realizan principalmente las mujeres y las niñas, muchas de las cuales son migrantes o forman parte de comunidades desfavorecidas, y son particularmente vulnerables a la discriminación con respecto a las condiciones de empleo y de trabajo, así como a otros abusos de los derechos humanos'.
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