Niñas y adolescentes, las más afectadas, dice experto
Por Guadalupe Cruz Jaimes
México, DF, 30 jun 11 (CIMAC).- En el país, la anorexia y la bulimia, padecimientos que afectan sobre todo a las mujeres, aumentan de manera “preocupante”, muestra de ello es que en 10 años la demanda de atención por estas enfermedades en el Instituto Nacional de Psiquiatría creció 15 veces, informó el investigador de la UNAM Rodrigo León Hernández.
Los trastornos alimenticios son difíciles de medir debido a que son conductas que las personas niegan hasta que la enfermedad no se puede ocultar por la excesiva pérdida de peso de las pacientes, por lo que existe un subregistro de quienes sufren estos padecimientos, refirió León Hernández.
De acuerdo con el especialista en el tema, un dato que permite medir el aumento de la anorexia y la bulimia es que el Instituto Nacional de Psiquiatría registró que de 1992 al 2002 la demanda de tratamiento por estas enfermedades se incrementó 15 veces.
Los trastornos alimenticios afectan sobre todo a las mujeres. En el país nueve de cada 10 casos de anorexia corresponden a mujeres, mientras que uno de cada seis casos de bulimia lo padece un hombre. La edad en la que la mayoría presenta ambas enfermedades es entre los 12 y 17 años de edad.
Los trastornos de la alimentación se presentan en mujeres y hombres de todos los niveles socioeconómicos: “Tenemos registro de casos de anorexia o bulimia en comunidades marginadas o indígenas, y en estratos sociales muy altos”.
Quienes padecen este tipo de enfermedades tienen características comunes: “Son perfeccionistas, tienen bajo control sobre sus impulsos, provienen de familias disfuncionales, donde hay sobreprotección, control sobre las adolescentes y abuso físico y emocional”.
De igual modo, dijo Rodrigo León, son más vulnerables de sufrir estos trastornos las personas que provienen de familias en las que se pone mucha atención en la imagen física.
Otra constante en las mujeres con anorexia o bulimia es que han sido víctimas de violencia. Entre el 70 y 80 por ciento ha sufrido violencia física o psicológica y alrededor de 20 por ciento padeció agresiones sexuales.
CONSECUENCIAS
La anorexia provoca desnutrición severa que deriva en la pérdida de memoria y daños físicos irreversibles. Mientras que con la bulimia se producen alteraciones cardiovasculares que pueden llevar a un paro cardiaco, la pérdida de piezas dentales y daño al sistema digestivo.
Quienes padecen estos trastornos llegan a perder 50 por ciento de su peso. Con la desnutrición, el organismo trabaja al 50 por ciento porque hay poca o nula alimentación.
A decir del investigador de la UNAM, el 50 por ciento de las personas con bulimia o anorexia se cura, un 20 por ciento sobrevive pero con recaídas, otro 20 por ciento mejora y un 10 por ciento muere. Su recuperación depende de que la enfermedad se detecte a tiempo y de que reciban un tratamiento multidisciplinario.
“Hay pacientes que llegan después de 20 años de evolución de la enfermedad; son mujeres en cama todo el tiempo, ya no tienen contacto con la realidad y lo único que se puede hacer es tratarlas para que se mantengan con signos vitales y se puedan integrar un poco a la sociedad, pero ya no se curan”, ejemplificó.
Si los trastornos se detectan en el primero o segundo año es posible tratarlos con éxito, siempre y cuando estén dispuestas a recibir ayuda porque “hay mucha negación de la enfermedad”. Por ello, dijo, es importante detectarla a tiempo.
FOCOS ROJOS
Entre los “focos rojos” para identificar que una persona padece bulimia o anorexia, está la pérdida de peso en poco tiempo: “entre 10 y 12 kilos en tres meses”.
También es una señal de alerta cuando las personas se preocupan por su silueta: “piden opiniones acerca de su aspecto, pasan mucho tiempo frente al espejo, entablan pláticas sobre productos para adelgazar, sobre las dietas, se pesan todos los días, acuden a clínicas para bajar de peso y no van con profesionales de la salud”. En los casos de bulimia es común que vayan al baño justo después de comer.
México, DF, 30 jun 11 (CIMAC).- En el país, la anorexia y la bulimia, padecimientos que afectan sobre todo a las mujeres, aumentan de manera “preocupante”, muestra de ello es que en 10 años la demanda de atención por estas enfermedades en el Instituto Nacional de Psiquiatría creció 15 veces, informó el investigador de la UNAM Rodrigo León Hernández.
Los trastornos alimenticios son difíciles de medir debido a que son conductas que las personas niegan hasta que la enfermedad no se puede ocultar por la excesiva pérdida de peso de las pacientes, por lo que existe un subregistro de quienes sufren estos padecimientos, refirió León Hernández.
De acuerdo con el especialista en el tema, un dato que permite medir el aumento de la anorexia y la bulimia es que el Instituto Nacional de Psiquiatría registró que de 1992 al 2002 la demanda de tratamiento por estas enfermedades se incrementó 15 veces.
Los trastornos alimenticios afectan sobre todo a las mujeres. En el país nueve de cada 10 casos de anorexia corresponden a mujeres, mientras que uno de cada seis casos de bulimia lo padece un hombre. La edad en la que la mayoría presenta ambas enfermedades es entre los 12 y 17 años de edad.
Los trastornos de la alimentación se presentan en mujeres y hombres de todos los niveles socioeconómicos: “Tenemos registro de casos de anorexia o bulimia en comunidades marginadas o indígenas, y en estratos sociales muy altos”.
Quienes padecen este tipo de enfermedades tienen características comunes: “Son perfeccionistas, tienen bajo control sobre sus impulsos, provienen de familias disfuncionales, donde hay sobreprotección, control sobre las adolescentes y abuso físico y emocional”.
De igual modo, dijo Rodrigo León, son más vulnerables de sufrir estos trastornos las personas que provienen de familias en las que se pone mucha atención en la imagen física.
Otra constante en las mujeres con anorexia o bulimia es que han sido víctimas de violencia. Entre el 70 y 80 por ciento ha sufrido violencia física o psicológica y alrededor de 20 por ciento padeció agresiones sexuales.
CONSECUENCIAS
La anorexia provoca desnutrición severa que deriva en la pérdida de memoria y daños físicos irreversibles. Mientras que con la bulimia se producen alteraciones cardiovasculares que pueden llevar a un paro cardiaco, la pérdida de piezas dentales y daño al sistema digestivo.
Quienes padecen estos trastornos llegan a perder 50 por ciento de su peso. Con la desnutrición, el organismo trabaja al 50 por ciento porque hay poca o nula alimentación.
A decir del investigador de la UNAM, el 50 por ciento de las personas con bulimia o anorexia se cura, un 20 por ciento sobrevive pero con recaídas, otro 20 por ciento mejora y un 10 por ciento muere. Su recuperación depende de que la enfermedad se detecte a tiempo y de que reciban un tratamiento multidisciplinario.
“Hay pacientes que llegan después de 20 años de evolución de la enfermedad; son mujeres en cama todo el tiempo, ya no tienen contacto con la realidad y lo único que se puede hacer es tratarlas para que se mantengan con signos vitales y se puedan integrar un poco a la sociedad, pero ya no se curan”, ejemplificó.
Si los trastornos se detectan en el primero o segundo año es posible tratarlos con éxito, siempre y cuando estén dispuestas a recibir ayuda porque “hay mucha negación de la enfermedad”. Por ello, dijo, es importante detectarla a tiempo.
FOCOS ROJOS
Entre los “focos rojos” para identificar que una persona padece bulimia o anorexia, está la pérdida de peso en poco tiempo: “entre 10 y 12 kilos en tres meses”.
También es una señal de alerta cuando las personas se preocupan por su silueta: “piden opiniones acerca de su aspecto, pasan mucho tiempo frente al espejo, entablan pláticas sobre productos para adelgazar, sobre las dietas, se pesan todos los días, acuden a clínicas para bajar de peso y no van con profesionales de la salud”. En los casos de bulimia es común que vayan al baño justo después de comer.
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