Julio Hernández López: Astillero
Veinticuatro muertos en Sinaloa, 16 de ellos calcinados, y 26 ejecuciones en Guadalajara, a dos días de que comience la Feria Internacional del Libro, hacen que el secretario de Gobernación regrese a su función de vocero (especializado en emisión de condolencias y condenas) para reprobar con gran solemnidad tales asesinatos y ofrecer que se hará todo lo posible para que no queden en la impunidad.
Mientas tanto, en Puebla, junto al gobernador Rafael Moreno Valle, un emocionado Felipe Calderón atestiguaba otro acto de arrodillamiento de los poderes públicos frente al electrónico que colecta fondos en teletones y construye centros de rehabilitación mediante aportaciones de los gobiernos que así ceden sus funciones a entes particulares que se adornan caritativamente con el dinero que las autoridades regalan para ganar réditos personales en pantalla. Conmovido por el caso de una niña con parálisis cerebral, Calderón se refirió entonces a este México nuestro que tanto sufre, donde hay tanto mal y donde hay tanta gente que hace mal, pero no preparaba así el terreno el señor de Los Pinos para abordar el tema del horror macabro que recorre el país, sino para dar republicanas gracias a Dios porque hay gente como el presidente de la fundación Teletón, Fernando Landeros, que hace tanto y tanto bien. En consecuencia, el jefe formal del Estado mexicano exhortó a que le pongamos fuerte en las donaciones al mencionado Teletón.
Emilio González Márquez fue despertado violentamente del ensueño causado por los exitosos juegos panamericanos y parapanamericanos. Una larga acumulación de gases tóxicos estalló (como en otro momento trágico de la capital jalisciense) apenas desactivados los mecanismos de seguridad extrema que se habían mantenido durante las competencias deportivas continentales. Durante muy largo tiempo en la zona metropolitana que tiene como centro a Guadalajara han vivido personajes de gran densidad en el negocio de las drogas, sin que hubiera chispa que provocara incendios verdaderos sino cotidianos ajustes de cuentas sin resonancia verdadera más allá del ámbito de los involucrados en esos trasiegos. Guadalajara ha sido una notable excepción en el cuadro de las ciudades mexicanas bajo constante fuego, aunque el escenario comenzó a enturbiarse luego de la ejecución de Ignacio Coronel, quien había sido el jefe de la plaza en alianza con el cártel de Sinaloa, que a su vez había mantenido a raya a Los Zetas que se han afianzado en zonas jaliscienses colindantes con Guanajuato y Zacatecas pero sin entrar en forma a la capital tapatía.
En Sinaloa, el impreparado gobernador Mario López Valdez, conocido como Malova, ha visto agravarse un escenario que también parecía sometido a una especie de rutina macabra más o menos aceptada. Cierto es que en esa entidad emblemática, cuna de grandes capos y sede del cártel bajo sospecha de favoritismo federal, no se puede gobernar sin el concurso y la aprobación del principal factor de poder que es el de esos negocios, pero el priísta que a nombre de un presunto aliancismo de oposición administra la entidad se ha ido enredando no sólo con el entramado externo sino con sus propias pitas.
Pero los casos de Jalisco y Sinaloa no estarían desconectados, según uno de esos narcomensajes que las autoridades se empeñan en ocultar pero que inevitablemente acaban conociéndose. Los textos dejados en Guadalajara afirman que los mandatarios de ambos estados mantendrían una suerte de pacto con el famoso Chapo y el menos conocido pero no menos influyente Ismael Zambada, a quien llaman Mayo. Íntimos amigos serían todos, y por ello la calma en esas entidades. Pero a la capital jalisciense habrían llegado el Milenio Zetas y en Sinaloa el pleito está entre los grupos de Joaquín Guzmán, los Beltrán Leyva y los Carrillo, según descripción del gobernador Malova (por cierto, éste, y su secretario general de gobierno, Gerardo Vargas Landeros, han enviado a sus hijos a residir en el extranjero).
No puede concederse veracidad automática a los dichos que los narcotraficantes difunden mediante cartulinas o mantas instaladas en los escenarios macabros que montan, pero lo cierto es que los múltiples mensajes enviados desde diversos flancos de la sociedad mexicana, en demanda de frenar la masacre derivada de esta guerra civil en curso, no son escuchados ni atendidos en las alturas de un poder sordo y ciego que prefiere solazarse con el recuento de sus engaños estadísticos y que pareciera haberse engañado a sí mismo con la repetición diaria de las presuntas virtudes de la matanza como programa sexenal de gobierno y del derramamiento enorme de sangre como máximo logro a presumir.
Astillas
Rosario Robles estudia la posibilidad de ser candidata a senadora por el Distrito Federal, postulada por el PRI, el Verde Ecologista y el Panal, para apoyar a Beatriz Paredes en la búsqueda de la jefatura del gobierno capitalino. Según la propia Robles, la invitación proviene expresamente de Enrique Peña Nieto, a cuya presentación del libro México, la gran esperanza, asistió este miércoles en la Casa del Lago de Chapultepec. A los periodistas que le preguntaron si el priísmo la estaba enganchando, les respondió que el único gancho que le interesa es México. Pero a la periodista sonorense Soledad Durazo le había dicho el pasado 5, en Hermosillo, que está considerando con mucho detenimiento la oferta del ex gobernador del estado de México para pelear por un escaño en el Distrito Federal. En bit.ly/ru64np puede leerse el relato que hace la periodista norteña: “A lo largo de la entrevista, Robles hizo hincapié en la conveniencia de una mayor participación ciudadana; habló de la importancia y la necesidad de la participación femenina y también asumió sus errores políticos pero al mismo tiempo pidió esquina ‘ya me los han señalado mucho, ya los he aceptado y además creo que ya los he pagado’”... Y, mientras un subsecretario de hacienda dice que no es preocupante la volatilidad del peso frente al dólar, ¡feliz fin de semana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Veinticuatro muertos en Sinaloa, 16 de ellos calcinados, y 26 ejecuciones en Guadalajara, a dos días de que comience la Feria Internacional del Libro, hacen que el secretario de Gobernación regrese a su función de vocero (especializado en emisión de condolencias y condenas) para reprobar con gran solemnidad tales asesinatos y ofrecer que se hará todo lo posible para que no queden en la impunidad.
Mientas tanto, en Puebla, junto al gobernador Rafael Moreno Valle, un emocionado Felipe Calderón atestiguaba otro acto de arrodillamiento de los poderes públicos frente al electrónico que colecta fondos en teletones y construye centros de rehabilitación mediante aportaciones de los gobiernos que así ceden sus funciones a entes particulares que se adornan caritativamente con el dinero que las autoridades regalan para ganar réditos personales en pantalla. Conmovido por el caso de una niña con parálisis cerebral, Calderón se refirió entonces a este México nuestro que tanto sufre, donde hay tanto mal y donde hay tanta gente que hace mal, pero no preparaba así el terreno el señor de Los Pinos para abordar el tema del horror macabro que recorre el país, sino para dar republicanas gracias a Dios porque hay gente como el presidente de la fundación Teletón, Fernando Landeros, que hace tanto y tanto bien. En consecuencia, el jefe formal del Estado mexicano exhortó a que le pongamos fuerte en las donaciones al mencionado Teletón.
Emilio González Márquez fue despertado violentamente del ensueño causado por los exitosos juegos panamericanos y parapanamericanos. Una larga acumulación de gases tóxicos estalló (como en otro momento trágico de la capital jalisciense) apenas desactivados los mecanismos de seguridad extrema que se habían mantenido durante las competencias deportivas continentales. Durante muy largo tiempo en la zona metropolitana que tiene como centro a Guadalajara han vivido personajes de gran densidad en el negocio de las drogas, sin que hubiera chispa que provocara incendios verdaderos sino cotidianos ajustes de cuentas sin resonancia verdadera más allá del ámbito de los involucrados en esos trasiegos. Guadalajara ha sido una notable excepción en el cuadro de las ciudades mexicanas bajo constante fuego, aunque el escenario comenzó a enturbiarse luego de la ejecución de Ignacio Coronel, quien había sido el jefe de la plaza en alianza con el cártel de Sinaloa, que a su vez había mantenido a raya a Los Zetas que se han afianzado en zonas jaliscienses colindantes con Guanajuato y Zacatecas pero sin entrar en forma a la capital tapatía.
En Sinaloa, el impreparado gobernador Mario López Valdez, conocido como Malova, ha visto agravarse un escenario que también parecía sometido a una especie de rutina macabra más o menos aceptada. Cierto es que en esa entidad emblemática, cuna de grandes capos y sede del cártel bajo sospecha de favoritismo federal, no se puede gobernar sin el concurso y la aprobación del principal factor de poder que es el de esos negocios, pero el priísta que a nombre de un presunto aliancismo de oposición administra la entidad se ha ido enredando no sólo con el entramado externo sino con sus propias pitas.
Pero los casos de Jalisco y Sinaloa no estarían desconectados, según uno de esos narcomensajes que las autoridades se empeñan en ocultar pero que inevitablemente acaban conociéndose. Los textos dejados en Guadalajara afirman que los mandatarios de ambos estados mantendrían una suerte de pacto con el famoso Chapo y el menos conocido pero no menos influyente Ismael Zambada, a quien llaman Mayo. Íntimos amigos serían todos, y por ello la calma en esas entidades. Pero a la capital jalisciense habrían llegado el Milenio Zetas y en Sinaloa el pleito está entre los grupos de Joaquín Guzmán, los Beltrán Leyva y los Carrillo, según descripción del gobernador Malova (por cierto, éste, y su secretario general de gobierno, Gerardo Vargas Landeros, han enviado a sus hijos a residir en el extranjero).
No puede concederse veracidad automática a los dichos que los narcotraficantes difunden mediante cartulinas o mantas instaladas en los escenarios macabros que montan, pero lo cierto es que los múltiples mensajes enviados desde diversos flancos de la sociedad mexicana, en demanda de frenar la masacre derivada de esta guerra civil en curso, no son escuchados ni atendidos en las alturas de un poder sordo y ciego que prefiere solazarse con el recuento de sus engaños estadísticos y que pareciera haberse engañado a sí mismo con la repetición diaria de las presuntas virtudes de la matanza como programa sexenal de gobierno y del derramamiento enorme de sangre como máximo logro a presumir.
Astillas
Rosario Robles estudia la posibilidad de ser candidata a senadora por el Distrito Federal, postulada por el PRI, el Verde Ecologista y el Panal, para apoyar a Beatriz Paredes en la búsqueda de la jefatura del gobierno capitalino. Según la propia Robles, la invitación proviene expresamente de Enrique Peña Nieto, a cuya presentación del libro México, la gran esperanza, asistió este miércoles en la Casa del Lago de Chapultepec. A los periodistas que le preguntaron si el priísmo la estaba enganchando, les respondió que el único gancho que le interesa es México. Pero a la periodista sonorense Soledad Durazo le había dicho el pasado 5, en Hermosillo, que está considerando con mucho detenimiento la oferta del ex gobernador del estado de México para pelear por un escaño en el Distrito Federal. En bit.ly/ru64np puede leerse el relato que hace la periodista norteña: “A lo largo de la entrevista, Robles hizo hincapié en la conveniencia de una mayor participación ciudadana; habló de la importancia y la necesidad de la participación femenina y también asumió sus errores políticos pero al mismo tiempo pidió esquina ‘ya me los han señalado mucho, ya los he aceptado y además creo que ya los he pagado’”... Y, mientras un subsecretario de hacienda dice que no es preocupante la volatilidad del peso frente al dólar, ¡feliz fin de semana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
En unos días más se conocerá el tradicionalmente gigantesco aumento a los salarios mínimos, el cual, una vez más, no rebasará el cálculo gubernamental en materia de inflación. En lo que va del calderonato, tal incremento (nominal) ha sido (hasta 2011) de 23.32 por ciento (promedio de las tres zonas geográficas), contra un avance de 22.46 por ciento en el índice inflacionario oficial (al cierre de octubre pasado), de tal suerte que la ganancia real del mini-ingreso ha sido de 0.17 por ciento anual (2 pesotes con 20 centavos), aunque falta por considerar el crecimiento de precios en los dos últimos meses del presente año, con lo que tal ganancia quedará en el olvido.
Con el pretexto de que ya nadie gana un salario mínimo en México, y sólo se utiliza como referencia para cuantificar las multas, el Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos se apresta, una vez más, a violar la Constitución al despreciar lo que ella establece sobre el particular (“los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos…”). Con los miserables 2 pesos con 20 centavos que como promedio anual tal consejo ha autorizado de incremento, difícilmente cumple con la ley.
Ante esta terrible realidad, el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM pregunta: ¿cuál debería ser el monto del salario mínimo para 2012?. Y apunta: los 59.82 pesos diarios que se pagan actualmente (zona geográfica A) están muy lejos de satisfacer las necesidades básicas de los trabajadores. Se requieren más de 850 pesos diarios para cubrir dichas necesidades básicas, tener acceso a vivienda, alimentación, transporte, vestido y calzado, educación y salud dignos. Para ponérsela más fácil a la élite gobernante, hemos decidido dar a conocer el salario mínimo, el más mínimo indispensable, esto es sólo centrándonos en aquellos productos que nos llevan a meramente subsistir, es decir, los alimentos vitales que no pueden faltar a nadie; para ello calculamos el precio de la canasta alimenticia recomendable (CAR) para el primer día de octubre del presente año en 180.92 por día.
Ese sería el mínimo del salario mínimo, sin considerar el deterioro del poder adquisitivo en los dos meses que faltan de 2011 y todo 2012. Para adquirir la CAR y no padecer pobreza alimentaria, cualquier trabajador debe recibir mínimamente 180.92 pesos como percepción, por una jornada de ocho horas. Cualquier sueldo que esté por debajo de ese monto no alcanza siquiera para alimentarse, de acuerdo con los parámetros necesarios para una familia. Existe la política del Estado de imponer anualmente la llamada política de topes salariales, que opera desde inicios de los años 80 con el llamado modelo neoliberal, que ha consistido en que el incremento a los sueldos se determine en función del aumento inflacionario (el oficial) para el año respectivo”.
Derivado de lo anterior, prácticamente siempre resulta mayor el incremento inflacionario –sobre todo en los productos de primera necesidad de la canasta básica, como los alimentos– que el aumento salarial autorizado, lo que ha dado como resultado que año tras año las percepciones acumulen pérdida de poder adquisitivo, la cual alcanza 82 por ciento en las tres últimas décadas. Lo anterior se expresa en una reducción sistemática de la canasta básica de las familias trabajadoras y, por tanto, del cada vez más deprimido mercado interno, generando mayor desempleo ante la reducción o baja en el ritmo de crecimiento de la economía, aunado al disminuido ingreso real y el mayor y crónico desempleo.
A estas alturas, para adquirir la CAR se necesita que un trabajador promedio gane por lo menos tres salarios mínimos; en el arranque de octubre de 2011, el precio de esa canasta se ubicó en 180.92 pesos. Ello, si una persona sólo tuviera que alimentarse, pero el alimento no es todo lo que se necesita para vivir; las familias también pagan renta, luz, agua, se transportan a sus trabajos. Como se constata, si el salario mínimo no alcanza para comprar la CAR, qué se puede esperar de otros satisfactores y necesidades. ¿Por qué no se cumple lo establecido por la ley? Lo anterior quiere decir que dos terceras partes (65.45 por ciento) de la población ocupada en México carece diariamente del ingreso suficiente para adquirir la canasta alimenticia recomendable, por lo que está condenada a vivir en niveles de desnutrición.
El primer día de diciembre de 2006, cuando se instaló Calderón en Los Pinos, el salario mínimo se fijó en 48.57 pesos diarios; en igual fecha, la CAR tenía un precio de 80.83 pesos, una diferencia entre uno y otra de 66.4 por ciento. Cinco años después, el mini-ingreso es de 59.82 (zona geográfica A) y el precio de tal canasta de 180.92 pesos, una diferencia de 202.45 por ciento.
El CAM amplía el periodo de análisis y aporta los siguientes comparativos: en enero de 1982, con un salario mínimo se compraban 51 kilogramos de tortilla; para el primero de octubre de 2011, únicamente 5.2; de 280 piezas de pan blanco, el mini-ingreso ahora sólo adquiere 30; compraba 12 kilogramos de frijol bayo, y a estas alturas apenas 2.14; treinta años atrás alcanzaba para 19 litros de leche y siete de aceite, y ahora menos de 4 y por abajo de 3, respectivamente. Y con salarios de hambre y buen fin quieren reactivar el mercado interno y que los mexicanos vivan mejor.
Las rebanadas del pastel:
El gasto pendejo de hoy es una sección que publica el blogdeizquierda.com, y aporta una enorme cuan bella perla de cómo se utilizan los recursos públicos en este país: Petróleos Mexicanos (contrato número 4200088447, del 27 de julio de 2007, con Jesús Reyes Heroles júnior en la dirección general) destinó ¡¡¡9 mil 584.40 pesos!!! para comprar jícama grande seleccionada 2 piezas a la empresa Rancho El Oriente. La unidad administrativa que celebró el contrato fue (sic) especialista en relaciones laborales 3. Entonces, no es una pendejada, pues si ya es un verdadero asalto que con recursos presupuestales se paguen hasta las jícamas de los funcionarios, cómo calificar el hecho de que por cada una de ellas Pemex pagó ¡¡¡4 mil 792.20 pesos!!! ¿Pues de qué eran? ¿De oro? Por si fuera poco, la paraestatal pagó, un año atrás y al mismo proveedor, 12 mil 876.85 pesos por aceitunas, 92 mil 35.58 por abarrotes, 56 mil 911.82 por frutas y más de 62 mil por el mismo concepto, pero ya en tiempos del júnior, mientras a 66 por ciento de los mexicanos no les alcanza para comer.
cfvmexico_sa@hotmail.com
Con el pretexto de que ya nadie gana un salario mínimo en México, y sólo se utiliza como referencia para cuantificar las multas, el Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos se apresta, una vez más, a violar la Constitución al despreciar lo que ella establece sobre el particular (“los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos…”). Con los miserables 2 pesos con 20 centavos que como promedio anual tal consejo ha autorizado de incremento, difícilmente cumple con la ley.
Ante esta terrible realidad, el Centro de Análisis Multidisciplinario (CAM) de la Facultad de Economía de la UNAM pregunta: ¿cuál debería ser el monto del salario mínimo para 2012?. Y apunta: los 59.82 pesos diarios que se pagan actualmente (zona geográfica A) están muy lejos de satisfacer las necesidades básicas de los trabajadores. Se requieren más de 850 pesos diarios para cubrir dichas necesidades básicas, tener acceso a vivienda, alimentación, transporte, vestido y calzado, educación y salud dignos. Para ponérsela más fácil a la élite gobernante, hemos decidido dar a conocer el salario mínimo, el más mínimo indispensable, esto es sólo centrándonos en aquellos productos que nos llevan a meramente subsistir, es decir, los alimentos vitales que no pueden faltar a nadie; para ello calculamos el precio de la canasta alimenticia recomendable (CAR) para el primer día de octubre del presente año en 180.92 por día.
Ese sería el mínimo del salario mínimo, sin considerar el deterioro del poder adquisitivo en los dos meses que faltan de 2011 y todo 2012. Para adquirir la CAR y no padecer pobreza alimentaria, cualquier trabajador debe recibir mínimamente 180.92 pesos como percepción, por una jornada de ocho horas. Cualquier sueldo que esté por debajo de ese monto no alcanza siquiera para alimentarse, de acuerdo con los parámetros necesarios para una familia. Existe la política del Estado de imponer anualmente la llamada política de topes salariales, que opera desde inicios de los años 80 con el llamado modelo neoliberal, que ha consistido en que el incremento a los sueldos se determine en función del aumento inflacionario (el oficial) para el año respectivo”.
Derivado de lo anterior, prácticamente siempre resulta mayor el incremento inflacionario –sobre todo en los productos de primera necesidad de la canasta básica, como los alimentos– que el aumento salarial autorizado, lo que ha dado como resultado que año tras año las percepciones acumulen pérdida de poder adquisitivo, la cual alcanza 82 por ciento en las tres últimas décadas. Lo anterior se expresa en una reducción sistemática de la canasta básica de las familias trabajadoras y, por tanto, del cada vez más deprimido mercado interno, generando mayor desempleo ante la reducción o baja en el ritmo de crecimiento de la economía, aunado al disminuido ingreso real y el mayor y crónico desempleo.
A estas alturas, para adquirir la CAR se necesita que un trabajador promedio gane por lo menos tres salarios mínimos; en el arranque de octubre de 2011, el precio de esa canasta se ubicó en 180.92 pesos. Ello, si una persona sólo tuviera que alimentarse, pero el alimento no es todo lo que se necesita para vivir; las familias también pagan renta, luz, agua, se transportan a sus trabajos. Como se constata, si el salario mínimo no alcanza para comprar la CAR, qué se puede esperar de otros satisfactores y necesidades. ¿Por qué no se cumple lo establecido por la ley? Lo anterior quiere decir que dos terceras partes (65.45 por ciento) de la población ocupada en México carece diariamente del ingreso suficiente para adquirir la canasta alimenticia recomendable, por lo que está condenada a vivir en niveles de desnutrición.
El primer día de diciembre de 2006, cuando se instaló Calderón en Los Pinos, el salario mínimo se fijó en 48.57 pesos diarios; en igual fecha, la CAR tenía un precio de 80.83 pesos, una diferencia entre uno y otra de 66.4 por ciento. Cinco años después, el mini-ingreso es de 59.82 (zona geográfica A) y el precio de tal canasta de 180.92 pesos, una diferencia de 202.45 por ciento.
El CAM amplía el periodo de análisis y aporta los siguientes comparativos: en enero de 1982, con un salario mínimo se compraban 51 kilogramos de tortilla; para el primero de octubre de 2011, únicamente 5.2; de 280 piezas de pan blanco, el mini-ingreso ahora sólo adquiere 30; compraba 12 kilogramos de frijol bayo, y a estas alturas apenas 2.14; treinta años atrás alcanzaba para 19 litros de leche y siete de aceite, y ahora menos de 4 y por abajo de 3, respectivamente. Y con salarios de hambre y buen fin quieren reactivar el mercado interno y que los mexicanos vivan mejor.
Las rebanadas del pastel:
El gasto pendejo de hoy es una sección que publica el blogdeizquierda.com, y aporta una enorme cuan bella perla de cómo se utilizan los recursos públicos en este país: Petróleos Mexicanos (contrato número 4200088447, del 27 de julio de 2007, con Jesús Reyes Heroles júnior en la dirección general) destinó ¡¡¡9 mil 584.40 pesos!!! para comprar jícama grande seleccionada 2 piezas a la empresa Rancho El Oriente. La unidad administrativa que celebró el contrato fue (sic) especialista en relaciones laborales 3. Entonces, no es una pendejada, pues si ya es un verdadero asalto que con recursos presupuestales se paguen hasta las jícamas de los funcionarios, cómo calificar el hecho de que por cada una de ellas Pemex pagó ¡¡¡4 mil 792.20 pesos!!! ¿Pues de qué eran? ¿De oro? Por si fuera poco, la paraestatal pagó, un año atrás y al mismo proveedor, 12 mil 876.85 pesos por aceitunas, 92 mil 35.58 por abarrotes, 56 mil 911.82 por frutas y más de 62 mil por el mismo concepto, pero ya en tiempos del júnior, mientras a 66 por ciento de los mexicanos no les alcanza para comer.
cfvmexico_sa@hotmail.com
martya Sen y Peter Townsend son los dos más grandes pensadores sobre la pobreza del siglo XX. El debate entre ellos sobre las concepciones relativa y absoluta de la pobreza es el debate clásico de la materia. Ambos, de maneras diferentes, están presentes en las páginas de la revista académica trimestral Mundo Siglo XXI (MSXXI), publicada por el CIECAS-IPN que, a partir de la entrega del 18/11/11, vengo comentando. Sen está presente en un largo ensayo (publicado en dos partes) de mi autoría: “Evaluación crítica del enfoque de capabilities (EC) de Amartya Sen; números 12 y 13 de 2008. (Evito traducir capabilities como capacidades porque con ese término Sen no se refiere a capacidades humanas sino sólo a las económicas: lo que podemos hacer con los recursos que tenemos). Para contrarrestar la usual comprensión fragmentaria y distorsionada del EC, en la primera parte se presentan en detalle las concepciones inicial (1979-1983) y madura (años noventa) del EC. Esta última se presenta reseñando la obra de Sabina Alkire (Valuing freedoms: Sen’s capability approach, 2002), y examinando en detalle dos libros cruciales de Sen de los años noventa. En la segunda parte narro y comento las principales críticas al EC: entre otros por B. Wiliams (para quien el EC debe fundamentarse en una concepción de la naturaleza humana); por G.A. Cohen (quien argumenta que Sen reduce el efecto de los bienes en las personas a la capacidad de hacer cosas); por F. Stewart (quien destaca la ausencia de toda valoración en el EC y el carácter inobservable de su concepto central: el conjunto de capabilities); por Alkire (que defiende el EC pero al analizarlo a fondo muestra sus limitaciones y contradicciones); por Des Gasper (quien señala que Sen sólo usa capabilities como oportunidades pero no como destrezas); y por Martha Nussbaum (cuya crítica es la más contundente al haber desarrollado otro EC que sí se refiere a capacidades humanas y que sí hace explícitos juicios de valor). El artículo incluye un análisis de las réplicas de Sen a Williams y a Cohen).1 En general, manifiesto mi acuerdo con estas críticas y las complemento con la propia que me lleva, entre otras, a la conclusión que el EC es un enfoque mecanicista en el cual el bienestar alcanzado depende solamente del ingreso, y en el cual las capacidades humanas (entender y hacer) están ausentes.
Al cumplir sus bodas de plata, la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara explorará otros paisajes, según su directora, Nubia Macías. Se refiere a países invitados de Asia, el norte de Europa y el Lejano Oriente. Seguramente doña Nubia tiene en su lista a Nueva Zelanda. De ser así, a dos figuras de ese lejano e importante país: la cineasta Jane Campion y la escritora Jane Frame. La primera saltó a la fama cuando obtuvo en Cannes la Palma de Oro (la única mujer que la ha ganado) por El piano, donde cuenta el encuentro con lo salvaje de una encopetada señorita británica que emigra hasta la desconocida Nueva Zelanda. Más recientemente, con Bright Star, sobre el amor entre Fanny Brawne y el poeta británico John Keats, fallecido de tuberculosis a los 25 años en Roma, en un departamento ubicado en la plaza de España y hoy visita obligada de escritores.
No es el poeta romántico la estrella del filme, sino la aristócrata que lo amó con locura. Para la directora cinematográfica esta historia de amor, aunque duró apenas dos años, fue más intensa que la de Romeo y Julieta. El último poema de Keats fue precisamente Para Fanny, y las 37 bellísimas cartas que le envió, testigo de su pasión.
Campion se ha especializado en abordar en su cine a personajes femeninos difíciles, como lo hizo en Retrato de una dama (1999), protagonizada por Nicole Kidman. O con Un ángel en mi mesa (1990), el documental para la televisión en el que cuenta la dolorosa llegada a la madurez de la escritora Janet Frame. Ese documental es ahora un clásico, tanto por la forma de abordar parte de la vida de la autora, como por la denuncia de equivocadas prácticas médicas.
No es el poeta romántico la estrella del filme, sino la aristócrata que lo amó con locura. Para la directora cinematográfica esta historia de amor, aunque duró apenas dos años, fue más intensa que la de Romeo y Julieta. El último poema de Keats fue precisamente Para Fanny, y las 37 bellísimas cartas que le envió, testigo de su pasión.
Campion se ha especializado en abordar en su cine a personajes femeninos difíciles, como lo hizo en Retrato de una dama (1999), protagonizada por Nicole Kidman. O con Un ángel en mi mesa (1990), el documental para la televisión en el que cuenta la dolorosa llegada a la madurez de la escritora Janet Frame. Ese documental es ahora un clásico, tanto por la forma de abordar parte de la vida de la autora, como por la denuncia de equivocadas prácticas médicas.
Patricia Peñaloza: Ruta Sonora
Quisiera que cuando lloviera, en vez de agua cayera perico / y que corriera cerveza y tequila por mar y ríos / coca, mariguana y opio, ¡qué bonito! / si los cárteles no existieran, mucho menos los mafiosos...” Así versa el corrido popular Se vale soñar, interpretado por el Tigrillo Palma, que ahora adopta como suyo el destornillado cantautor de norteña-punk Juan Cirerol, de Mexicali, entre otros temas propios, en su segundo disco Haciendo leña (Intolerancia, 2011), producido por Gerry Rosado, a ser hoy presentado. La metanfeta, Eres tan cruel, y otras canciones propias se ven plasmadas luego de su debut, Viaje al Mictlán (Valevergas Discos, 2009). Lo nuevo suena más alegre, y ahora además de guitarra, voz y armónica, hay contrabajo, tocado por Luis Reneé Ibarra.
El Correo Ilustrado
Solidaridad de católicas con La Jornada
Nos hemos enterado de la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de negar el amparo solicitado por La Jornada contra la sentencia que absolvió del delito de daño moral a Letras Libres, al acusar en marzo de 2004 a La Jornada de ser cómplice del terror de la organización vasca Euskadi Ta Askatasuna (ETA).
Años son estos de centenarios. El próximo lunes es el de la promulgación del Plan de Ayala, el 28 de noviembre de 1911, ideario-programa de lucha del Ejército Libertador del Sur, encabezado por Emiliano Zapata. Bandera durante todo un siglo de las incontables luchas campesinas e indígenas por la tierra, por lo necesario para trabajarla y vivir con dignidad y en libertad.
Para el Diccionario de uso del español actual, comodín es un naipe que puede tomar el valor y hacer las veces de cualquier otro, según la conveniencia del jugador que lo tiene. Y da un solo ejemplo: necesitaba un rey pero he cogido un comodín y me sirve igual. ¿Eso es lo que ha hecho Felipe Calderón? Porque después de cuatro secretarios de Gobernación, y tras las muertes lamentables de Juan Camilo Mouriño y José Francisco Blake Mora, el mandatario necesitaba un rey, con experiencia y credibilidad para dialogar con los partidos políticos, y con autoridad moral para presidir el delicado proceso electoral de 2012. Un interlocutor de nivel con el Ejército, los gobernadores y los otros poderes, para coordinar con firmeza, hoy más que nunca, las tareas electorales y de seguridad nacional, mientras el mandatario se desempeña como presidente del PAN, intentando resucitar un partido maltrecho.
Sigmund Freud recomendaba escuchar la voz de los narradores y poetas, ya que ellos podían decir, dada su condición, mucho más acerca de cuestiones fundamentales sobre la estructura profunda del ser humano. Este es el caso de Luis Cernuda, perteneciente a la generación poética del 27, quien merece un lugar aparte por derecho propio, debido a que su obra va más allá de los desarrollos poéticos de la época y rompe con los cánones.
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