No más violencia hacia las mujeres, voz unísona en todo el mundo |
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La violencia contra las mujeres y niñas constituye un problema de proporciones pandémicas. De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH), 43 por ciento de las mujeres del país han sido víctimas de algún tipo de violencia por parte de sus parejas durante su actual o más reciente relación, con porcentajes que van de 33.7 por ciento en Coahuila a 54 por ciento en el Estado de México.
Tres de cada diez mujeres mexicanas de 15 años y más señalaron haber tenido algún incidente de violencia en el ámbito laboral, como acoso, discriminación, hostigamiento o abuso sexual.
16 por ciento del total de las mujeres de 15 años y más reportó haber sufrido discriminación, agresiones físicas, hostigamiento, acoso o abuso sexual en la escuela.
En los espacios comunitarios (calle, mercado, transporte, cine, iglesia, tienda, hospital, etc.) 40 por ciento de las mujeres se ha enfrentado con algún tipo de violencia: de ellas, 42 por ciento ha padecido violencia sexual y 92 por ciento intimidación.
De las mujeres mayores de 15 años que trabajaron para el mercado como empleadas, obreras o jornaleras, 30 por ciento dijo haber sufrido algún incidente de violencia en su trabajo (discriminación o acoso laboral) durante ese periodo.
Las mujeres contratadas como obreras son quienes más han sufrido incidentes de violencia laboral (44.7%), seguidas por las ocupadas como jornaleras (32.2%) y las ocupadas como empleadas (28.8%).
El tipo de violencia predominante entre las jóvenes solteras de 15 a 24 años es la emocional, que afecta a 23.1 por ciento de ellas: las prevalencias de violencia física, sexual y económica son 4.6 por ciento, 3.1 por ciento y 0.7 por ciento, respectivamente.
De las mujeres de 15 años y más que hablan alguna lengua indígena: 18.8 por ciento reportó haber sido víctima de algún incidente de violencia en espacios públicos o privados a lo largo de su vida, ya fuera intimidación (17.1%) o abuso sexual (6.7%); 31.7 por ciento recuerda que había golpes entre las personas con las que vivía en su infancia; 38.8 por ciento recuerda que le pegaban cuando era niña y 25.2 por ciento recuerda que la insultaban u ofendían cuando era niña.
Según la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2010 (ENADIS), 39.8 por ciento de las mujeres afirma que pidió permiso a sus esposos para salir sola en la noche y 8.6 por ciento pidió permiso a su pareja para tomar anticonceptivos, lo cual sugiere un deterioro de la libertad y autonomía para tomar decisiones.
El abuso sexual, físico o emocional por parte de la pareja es una de las formas más comunes de violencia contra la mujer, pero este también le es infringido por familiares o figuras de autoridad. Sin embargo, existen otras muchas formas de violencia contra la mujer en todo el mundo.
La violencia doméstica causa la muerte de un gran número de mujeres en todos los países del mundo. Las mujeres entre 15 y 44 años tienen más probabilidades de ser asesinadas o heridas por sus parientes masculinos que de morir debido al cáncer, los accidentes de tráfico o la guerra, todos juntos. Según el país, entre un 15% y un 71% de las mujeres sufren violencia física o sexual perpetrada por el marido o la pareja.
En algunos países donde el nacimiento de una niña se considera una maldición, se recurre al aborto y el infanticidio selectivos para eliminarlas. Si llegan a nacer, mueren por abandono o porque los alimentos y la asistencia médica se destinan antes a sus hermanos, padres, maridos e hijos.
En los países en los que se considera a las mujeres propiedad de los hombres, los padres, hermanos y maridos las asesinan (unas 5.000 cada año) por atreverse a escoger sus propias parejas. Son los llamados "asesinatos de honor".
Otras veces, a las novias jóvenes cuyos padres no pagan dinero suficiente a los hombres que se han casado con ellas se las mata. Son las llamadas "muertes por dote".
El brutal tráfico sexual internacional de chicas jóvenes, mata a un número incalculable de mujeres.
En muchos lugares se concede tan poco valor a la salud femenina que, cada año, aproximadamente 600.000 mujeres mueren al dar a la luz.
Según Naciones Unidas, cada día, 6.000 niñas sufren la mutilación genital en el mundo. Muchas mueren, otras tantas sufren dolores atroces durante el resto de su vida.
Los matrimonios forzados o infantiles son una práctica extendida en numerosos países de Asía, Oriente Medio y el África subsahariana.
Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada cinco mujeres de cualquier lugar del planeta tiene probabilidades de ser víctima de una violación o un intento de violación a lo largo de su vida.
En los conflictos bélicos los abusos sexuales contra las mujeres se producen de forma sistemática.
Efectos sobre la salud
Muchas de estas mujeres que han sufrido violencia no quieren o no pueden, en la mayoría de los casos por miedo, buscar ayuda ni informan sobre sus experiencias.
Pero solo como resultado directo o a largo plazo, la violencia contra las mujeres deriva en muchos problemas de salud física, mental y sexual. Muertes, traumatismos, infecciones de transmisión sexual, (como la infección por SIDA), embarazos no deseados, problemas ginecológicos, abortos provocados, depresión, estrés postraumático, insomnio, trastornos alimentarios o sufrimiento emocional, son algunos de ellos.
Prevención
Según todos los expertos la mejor prevención para evitar la violencia sobre las mujeres es sin duda alguna el fomento del nivel educativo, tanto en lo que concierne a la autoestima de las propias mujeres, como la erradicación de las injusticias por razones de género en las sociedades.
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