Gerardo Fernández Casanova (especial para ARGENPRESS.info)
“Que el fraude electoral jamás se olvide”
Ante la convocatoria para la definición de las tareas a emprender por el Movimiento de Regeneración Nacional y particularmente respecto de la modalidad de su configuración se formulan las propuestas que a continuación se argumentan y exponen.
1) Independientemente de los vicios que caracterizaron el recién terminado proceso electoral, la realidad insoslayable muestra que más de treinta millones de mexicanos votaron por el conservadurismo, doblando los quince millones que lo hicieron por la opción progresista. Es un tremendo contrasentido que, en un país mayoritariamente pobre, el voto haya favorecido a los causantes de la pobreza. Engañados, comprados o forzados y hasta algunos convencidos negaron la posibilidad de la regeneración nacional. Este nefasto resultado dice claramente que la capacidad de concientización y organización de las fuerzas progresistas fue insuficiente para vencer la inercia conservadora de la mayoría. No obstante, no puede hablarse de fracaso cuando la votación alcanzada, a pesar de todas las trampas y del dinero dispuesto sin cortapisas, es la más alta jamás obtenida por la izquierda. Un tercio de los votantes afrontaron los riesgos y asumieron el papel del pueblo que puede salvar al pueblo. Es una gran fuerza que no puede quedar al garete.
2) La gente votó por Andrés Manuel López Obrador y ratificó la confianza en su liderazgo, por encima e incluso a pesar de los partidos que lo postularon. No hay duda que la continuación de la lucha y su profundización hasta lograr la transformación afirmativa de la realidad, requieren de mantener y enriquecer la capacidad de convocatoria que AMLO representa, entendiéndola como un patrimonio del movimiento, no a la inversa. Lo sustantivo es fortalecer la eficacia y la trascendencia del Movimiento para la Regeneración Nacional; darle la organicidad necesaria para pluralizar el liderazgo e incorporar a las nuevas generaciones.
3) Ante la imposición del régimen de la corrupción y la indignidad que proyecta profundizar la entrega del país y de sus recursos al capital privado y al extranjero, la eliminación de los derechos de la sociedad y la destrucción de los mínimos de bienestar alcanzado, MORENA tendrá que convocar y conducir la resistencia y la defensa de los intereses del pueblo, comenzando con el más importante que es el derecho a ser una nación independiente y un pueblo soberano. El mayor esfuerzo tendrá que aplicarse a la toma de conciencia de que el agravio a uno es un agravio a todos. Movilizar al pueblo para oponerse a leyes lesivas y a políticas públicas empobrecedoras mediante acciones de resistencia y desobediencia civil, ejerciendo derechos constitucionales por la vía pacífica.
4) Pero no sólo de resistir se trata. El Proyecto Alternativo de Nación marca el destino que queremos alcanzar. Su procuración es la principal materia de la movilización popular con el concurso del gobierno o sin él. Crear el poder ciudadano contemplado por el proyecto no es cosa que deba realizar un gobierno sino la propia ciudadanía. Ejercer la democracia directa es derecho y responsabilidad de la gente, con más razón cuando sus opresores tienen el poder gubernamental en sus manos. Recrear la cultura de la solidaridad y el amor al prójimo es tarea de las propias comunidades. MORENA debe asumir el compromiso de impulsar el ejercicio social regenerador y hacerlo con apego a las condiciones sociales y políticas de cada estado.
5) En este esfuerzo MORENA no debe ser parte sino que debe aspirar a ser el todo, evitando competencias disolventes. No puede condicionarse esta actuación a los afanes electorales ni someterse a la confusión por la ocupación de posiciones de gobierno. En tal virtud, MORENA debe prevalecer con el carácter de gran movimiento integrador y no caer en la falsa expectativa de ser partido político.
6) Lo anterior no significa que se abandone la lucha por llevar al pueblo al poder gubernamental; el proyecto lo necesita inevitablemente. Para ello será importante que se disponga del instrumento idóneo que es el partido político, pero supeditado a la suerte principal que es el movimiento y su proyecto de nación. El partido sería un accesorio del movimiento avocado a la producción de su soporte ideológico, a la formación de cuadros y a la participación electoral, por sí mismo o aliado con otras fuerzas progresistas. El éxito de la movilización asegurará el del partido, no a la inversa. Entre otras cosas, el carácter accesorio implica que su dirección no recaiga en el liderazgo de AMLO ni que tenga que ser de nuevo registro.
7) Con este planteamiento, que difiere de la disyuntiva impuesta para los congresos de MORENA –asociación civil o partido- se busca dar lugar al debate razonado entre los participantes. Que la suerte del proyecto sea responsabilidad de todos.
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