@RicardoMonrealA
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Se
presentó como la gran reforma social del siglo XXI, que haría posible
un verdadero "Estado de Bienestar", similar al de Noruega, Suecia,
Alemania y otros países socialdemócratas, con todo y sus déficits
públicos.
Pues bien, lo que acaba de
aprobar la Cámara de Diputados como pilares de la "seguridad social
universal" (seguro de desempleo + pensión universal) es el parto de los
montes. Un seguro de desempleo que será financiado con el fondo de
vivienda de los propios trabajadores y una pensión universal que
iniciará en 580 pesos mensuales para alcanzar, dentro de 15 años, la
cantidad máxima de 1,092 pesos por mes.
Por
sus dimensiones, montos y limitaciones, el referente del sistema de
"seguridad social universal" que está emergiendo no es algún Estado de Bienestar
europeo, sino el estado de malestar y precarismo económico de "Doña
Bartola", que con sólo dos pesos tenía que pagar el agua, el teléfono y
la luz, y todavía guardar algo para darle a Pedro su alipús.
El
seguro de desempleo corre por cuenta de los propios trabajadores, con
cargo a su actual cuenta de vivienda, cuando en la mayor parte del
mundo se fondea con impuestos generales, especiales a empresas o de
manera tripartita gobierno-empresas-trabajadores.
Las cuotas
patronales que actualmente integran el fondo de vivienda (5% del
salario base del trabajador), serán reasignadas: un 3% se destinará al
seguro de desempleo y sólo un 2% al fondo de vivienda. De esta forma,
el trabajador verá doblemente cercenado su derecho a una vivienda:
disminuirá un 60% el monto disponible para adquirir una casa-habitación
y tardará más tiempo en alcanzar los montos mínimos para una
adquisición. Además, sólo tendrán derecho a este seguro los
trabajadores del sector formal; los informales, que son 4.5 de cada 10
trabajadores del país, quedan fuera.
La
"pensión universal" ni es pensión ni es universal. Con poco más de 500
pesos al mes, el pensionado podrá adquirir la canasta básica de una
semana, teniendo que vivir las tres semanas restantes del mes de la
caridad o de los familiares. Equivale a una de las despensas que regala
el PRI el día de las elecciones o a uno de los monederos electrónicos
del "Sorianagate". Además, sólo podrán acceder a esta pensión
poco más de 6 millones de los 11 millones de adultos mayores que se
estima hay en el país… No es universal, pero sí suficiente para hacer
la diferencia en una elección nacional.
En
fin, con este sistema de seguridad social universal estamos ante la
"bartolización" o precarización del empleo, la pensión y la salud de
los mexicanos, y no ante un Estado que garantice mínimos de bienestar y
un retiro digno a los mexicanos.
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