John Saxe-Fernández / II
En
la vasta y fallida campaña propagandística desplegada en México con
fondos públicos y en el exterior por los cabildos fósiles de EU en
apoyo al programa de ajuste estructural (PAE) del Banco
Mundial/FMI/BID, un magno despojo presentado a la población como
reforma energéticapor un gobierno que, como sus antecesores, opera bajo intereses y recetarios de esos entes subrogados del Tesoro de EU, se repitió hasta el cansancio que EU está a punto lograr la autosuficiencia energética y pronto será una
nueva Arabia Saudita. Citigroup, que junto a ExxonMobil opera con el viejo ADN Rockerfeller, pregona que
América del Norteserá el
nuevo Oriente Mediogracias a las arenas bituminosas de Canadá, la explotación de fósiles no-convencionales en EU y los
recursos prospectivosde México en gas y petróleo de lutitas (shale).
Desde el Financial Times, el Wall Street Journal o revistas tipo The Economist se habló de
SaudiAmérica, mientras Forbes Mexico llegó a advertir que el diseño articulado por EPN era
la última oportunidaddel país
para convertirse en un jugador relevanteen un
nuevo mundo energético
que se transforma y en el que EU se convertirá en poco tiempo en la gran potencia. Sin rubor ni evidencia proclamó en su lujosa edición del 15 de agosto de 2013 que
EU es la nueva Arabia Saudita, para justificar la
urgenciade abatir rápido obstáculos constitucionales a las transas del capitalismo de amiguetes que se destila en su lista de
megamillonarios Forbes. Pero es difícil ocultar el atraco de plutócratas, bancos y petroleras. El despojo se consumó contra y 70 por ciento de la ciudadanía ¡según encuestas realizadas antes del Oceangate!
La noción de
independencia energéticade EU, principal consumidor per cápita de gas y petróleo del mundo –y primer emisor per cápita de CO2 a la atmósfera– carece de sustento, no sólo, como muestra A. H. Cordesman, por la enorme falta de autosuficiencia energética de la economía mundial, en especial la de Europa y Asia, primeros exportadores e importadores de bienes y servicios de EU, sino también por la incertidumbre geológica que rodea a la producción petrolera y gasera
no-convencional.
Publicado por el Center for Strategic and International Security (octubre 2013) en su estudio se indica que
la Agencia de Energía del Departamento de Energía (DE), en referencia a cálculos para 2040, no contempla que EU vaya a lograr la independencia de las importaciones de combustibles líquidos requeridos para el transporte. Luego informa (textual):
el gobierno de EU no contempla como el escenario más probable la independencia energética en esta vital área, aún en términos de petróleo crudo y otros combustibles líquidos(las cursivas son mías).
La
cúpula imperial codicia el crudo ajeno porque sabe del predicamento
estratégico de EU por la caída en la producción no-OPEP del petróleo
barato, de fácil acceso y alta calidad. De ahí los crímenes de guerra
en pos del crudo de Irak, el acoso militar contra Irán, el destrozo
humano por el aceite super-ligero de Libia, o la agresión mercenaria
contra Venezuela por el manejo soberano de su vast
a reserva petrolera.
Esos agredidos son integrantes de la OPEP.
Se invita a una guerra general y al desastre atmosférico al
pretender mantener el derroche fósil por la vía de los PAEs y los
operativos militar-clandestinos para el acceso, control y usufructo de
recursos de otros países. Así se registró en la Rusia de Yeltsin, la
Argentina de Menen, el Brasil de Cardoso y en el México de Salinas y
Zedillo, con apoyo del FMI-BM-BID y de poderosos bancos privados,
Citigroup y J.P. Morgan entre ellos. Se subastaron a precio vil cientos
de empresas y activos públicos. En 1995, cuando, como hoy, procedía el
desenfreno privatizador en medio del lodazal liderado por Zedillo,
quien hoy se ostenta como directivo de Union Pacific, otro caradura
como él, un banquero de J.P. Morgan, juraba al público que la
privatización
mejora los servicios y la competencia del sector.
Los mexicanos debieron ya haber aprendido que conviene más vender el bien en menos dinero, si a cambio obtienen garantías de que los usuarios se verán beneficiados y se estimula la competencia(La Jornada 8/6/95 p.45). A tres décadas de neoliberalismo privatizador los resultados están a la vista en todo su esplendor y hedor: Con el país haciéndose pedazos, en medio de una vasta descomposición, el régimen aplica el diktat imperial al estratégico sector petroeléctrico, vital a la seguridad humana, nacional y energética de la nación.
El vínculo entre corrupción, codicia oligárquica, complicidad
oficial y el re-ingreso de las petroleras nacionalizadas por Cárdenas,
quedará aclarado a quien se asome a la cloaca del Oceangate, muestra
del lodazal que viene. Con los complejos económico-territoriales de
Pemex y CFE en manos ajenas, corrupción, opacidad e impunidad serán de
una potencia capaz de afectar la integridad de la Federación.
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