Gabriela Rodríguez
Después
de la denuncia de la ONU del persistente patrón de graves violaciones a
los derechos sexuales de niños y niñas por el Vaticano y sus
parroquias, y del reclamo de Amnistía Internacional por haber
contribuido, junto con el gobierno mexicano, a la criminalización de
las mujeres que recurren al aborto, nos enteramos de que Norberto
Rivera Carrera otorgó a todos los sacerdotes de la arquidiócesis de
México facultades extraordinarias para
perdonar el pecado del abortocon motivo de la Cuaresma ( La Jornada, 4/3/14). Pero no encontramos semejante facultad de perdón en el mensaje que con el mismo motivo enviara
el Papa del pueblo, tal como fue calificado Francisco en la portada del Time de julio pasado, meses antes de otorgarle el lugar de
salvador de Méxicoa Enrique Peña Nieto.
Recurrir al confesionario y a las misas son rituales que han perdido
importancia entre la mayoría de los mexicanos que se declaran
católicos, sin embargo los jerarcas de ese linaje religioso buscan
estrategias para recuperar presencia de la feligresía en sus templos.
Para el nuevo Papa “los cristianos están llamados a mirar las miserias
de los hermanos, a tocarlas, a hacerse cargo de ellas y a realizar
obras concretas a fin de aliviarlas. Hay distintos tipos de miseria.
La
miseria material es la que habitualmente llamamos pobreza y toca a
cuantos viven en una condición que no es digna de la persona humana:
privados de sus derechos fundamentales y de los bienes de primera
necesidad (… pero…) No es menos preocupante la miseria moral, que
consiste en convertirse en esclavos del vicio y del pecado. ¡Cuántas
familias viven angustiadas porque alguno de sus miembros –a menudo
joven– tiene dependencia del alcohol, las drogas, el juego o la
pornografía!”
Para el nuevo pontífice “la Cuaresma es un tiempo
adecuado para despojarse; y nos hará bien preguntarnos de qué podemos
privarnos a fin de ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. No
olvidemos que la verdadera pobreza duele: no sería válido un despojo
sin esta dimensión penitencial. Desconfío de la limosna que no cuesta y
no duele (…) Se trata de seguir e imitar a Jesús, que fue en busca de
los pobres y los pecadores como el pastor con la oveja perdida”.
Y aunque no muchos guardarán la penitencia del ayuno y la
abstinencia, la oportunidad de arrepentirse y de ser perdonados en
estos 40 días está abierta. Como vemos, los prelados enfocan sus
baterías donde saben que están las mayorías: los pecadores que
desobedecen las regulaciones religiosas. ¿Lograrán que lleguen al
confesionario las más de medio millón de mujeres mexicanas que abortan
cada año? ¿Dejarán de ser consideradas como asesinas durante la
Cuaresma? ¿Atraerán a los confesionarios a los 50 millones de
compatriotas que consumen alcohol? ¿A los 2 y medio millones que
admiten consumir drogas ilegales? ¿A tantos otros que disfrutan del
juego y la pornografía? Como la meta es recuperar muchas de las ovejas
perdidas, se recurre también a la cultura digital. Francisco, quien se
define a sí mismo como
un pecador, cuenta con 49 millones de menciones en Internet y con 12 millones de seguidores en Twitter; tan sólo en español lo siguen 5 millones.
Y es que los jóvenes cibernautas son la mayoría demográfica dentro de esa Iglesia, y en relación al sexo, lo de hoy es el sexting y el cyberbullying. El
primero consiste en el envío de mensajes eróticos por medio de
dispositivos electrónicos, mientras que el segundo se refiere al acoso
constante a través de las redes. Además están los llamados quemones, una
forma de comunicación para violentar a otros, exhibiendo fotos de
desnudos y prácticas sexuales que van en contra de la voluntad de
aparecer.
Reconociendo estas prácticas, la presidenta de la Comisión de
los Derechos de la Niñez en la Cámara de Diputados, Verónica Juárez,
explicó que está por proponer la creación de un organismo nacional que
se encargue de vigilar los contenidos en Internet que presuntamente
cometan violaciones contra los derechos de menores de edad. Pero la
cultura digital es un nuevo lenguaje que está transformando las formas
de relación y que obliga a repensar los mecanismos, las formas de
regular y la construcción de las leyes mismas.
El reto es cómo regular
los abusos sin reprimir la libertad sexual ni el derecho a la libre
expresión. Otras iniciativas buscan prevenir embarazos adolescentes
mediante los llamados bebés virtuales, muñecos que lloran y orinan y
que supuestamente retrasan la edad de la maternidad o paternidad ante
la vivencia de las dificultades que representa esa experiencia. Sin
embargo, hay evidencia científica de que los bebés virtuales no son
efectivos, ni producen cambios en la percepción de los adolescentes
acerca del impacto de un bebé en su vida (Lisseth Morales Cortés et al., ATEN FAM 2012, 19-4).
La ciencia y la sociedad del conocimiento, al tiempo que amplían el
horizonte de las relaciones sociales, abren alternativas de
comunicación y, también, nuevas posibilidades de abuso. Recurrir a la
represión es reproducir las formas confesionales, que nunca han
demostrado eficacia en reducir las prácticas sexuales violentas. Hoy la
gente ha dejado de verse a sí misma como una criatura privilegiada
hecha a imagen y semejanza de Dios. Los sujetos del siglo XXI se asumen
como seres globales cuyos sentidos se extienden mediante la
comunicación digital, y que, más allá del planeta, ocupan un lugar
minúsculo entre cúmulos de galaxias.
Twitter: @Gabrielarodr108
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