Acoso y violación sexual son los delitos que prevalecen
De acuerdo a la Comisión Australiana de Derechos Humanos (Australian Human Rights Commission), 95 por ciento de las universitarias que fueron acosadas en los espacios escolares no presentaron una queja formal ante las autoridades educativas y 87 por ciento de las víctimas de violación sexual tampoco lo hicieron.
Esto informó el organismo creado por el Gobierno de Australia en su informe “Cambia el curso: Informe nacional sobre agresiones sexuales y acoso sexual en las universidades australianas, 2017”, publicado este mes y en el que encuestó a 30 mil 930 personas estudiantes inscritas en 39 planteles universitarios del país de habla inglesa.
En los casos de violación sexual las estudiantes afirmaron que no denunciaron porque no creían “que fuera demasiado importante” (44 por ciento), algunas pensaron que no necesitaban ayuda (38 por ciento), otras consideraron que sería difícil probar la agresión (28 por ciento) o, dijeron, no saber a dónde acudir (27 por ciento).
La Comisión consideró como espacios universitarios las aulas académicas y los espacios públicos dentro de las universidades (como jardines), el transporte público que las y los estudiantes usan para trasladarse a las instituciones educativas y los espacios donde se realizan actos sociales organizados por las escuelas.
Para contrarrestar estas cifras la organización instó a las universidades a que en un plazo de un año, a partir de la publicación del informe, revisen las políticas existentes para responder a las agresiones sexuales y garanticen el acceso a la justicia de las víctimas, por ejemplo, al informar los casos a las autoridades policiales.
ACOSO
De las 16 mil 267 universitarias encuestadas 32 por ciento (5 mil 205) afirmaron que en 2016 fueron acosadas sexualmente en sus escuelas, cifra que fue mayor a la de los hombres violentados (17 por ciento).
El tipo de acoso que más experimentaron las universitarias fue miradas y movimientos que las hicieron sentirse intimidadas; comentarios o chistes sexuales que las ofendieron y destacó que siete por ciento de ellas dijo que en alguna ocasión fue tocada o besada sin su consentimiento.
Los espacios universitarios en donde se les acosó fue en el transporte de camino a las escuelas o de regreso a su casa (25 por ciento); los espacios públicos de su universidad (14 por ciento) y 11 por ciento de ellas enfrentaron acoso en lugares como salones y laboratorios de sus universidades.
Respecto a los agresores 86 por ciento de las mujeres acosadas indicó que los agresores fueron hombres y, tanto los hombres como mujeres víctimas, expusieron que los acosadores fueron, en 68 por ciento de los casos, estudiantes de su universidad.
El informe indica que 52 por ciento de las mujeres fueron acosadas por una sola persona y en 16 por ciento de los casos por dos. Destaca que 144 de ellas (que en total representan 3 por ciento de las víctimas) afirmaron haber sido acosadas por cinco o más individuos.
VIOLACIÓN
De 2015 a 2017 aproximadamente 495 estudiantes (hombres y mujeres) confesaron que fueron víctimas de violación sexual en algún espacio universitario.
No todas las encuestadas indicaron en dónde ocurrió el delito, pero de las 288 mujeres que sí respondieron, 20 por ciento fue en lugares donde se realizaron actos sociales de la universidad; 16 por ciento en camino al centro de estudios o de regreso a sus casas –en mayor medida por extraños– y 11 por ciento en espacios públicos dentro de sus escuelas.
Más de la mitad de las mujeres víctimas de violación (51 por ciento) dijeron que conocían a todos los perpetradores y en 92 por ciento de los casos que los agresores fueron hombres.
En cuanto a su percepción sobre la seguridad 343 de 14 mil 861 (2.3 por ciento) estudiantes confesaron que al menos en una ocasión se sintieron propensas a ser violadas en algún espacio universitario. En general las estudiantes afirmaron sentirse más propensas a ser agredidas sexualmente.
De acuerdo al estudio, en 2016 las mujeres tuvieron casi dos veces más de posibilidades que los hombres de ser acosadas en un ambiente universitario y tuvieron tres veces más probabilidades de ser víctimas de violación.
Entre las recomendaciones que la Comisión Australiana de Derechos Humanos hizo a las universidades está informar a estudiantes y trabajadores sobre las características de las agresiones sexuales y las sanciones y las acciones para prevenirlas e identificarlas; también propuso monitorear que el personal de las universidades no cometa estas agresiones ni permita que se perpetúen y quien lo haga sea destituido de su puesto.
Además la Comisión pidió evidenciar y sancionar la violencia sexual en las universidades porque es de suma importancia para evitar, por ejemplo, la deserción escolar y consecuencias en las relaciones sociales de las víctimas como el aislamiento.
De 2015 a 2016 más de 80 por ciento de las estudiantes universitarias en
Australia que fueron víctimas de acoso sexual y violación en espacios
escolares no presentaron denuncias, entre las principales razones para
no hacerlo figura el desconocimiento de las instancias a las cuales
acudir y el temor de no tener elementos suficientes para probar las
agresiones.
De acuerdo a la Comisión Australiana de Derechos Humanos (Australian Human Rights Commission), 95 por ciento de las universitarias que fueron acosadas en los espacios escolares no presentaron una queja formal ante las autoridades educativas y 87 por ciento de las víctimas de violación sexual tampoco lo hicieron.
Esto informó el organismo creado por el Gobierno de Australia en su informe “Cambia el curso: Informe nacional sobre agresiones sexuales y acoso sexual en las universidades australianas, 2017”, publicado este mes y en el que encuestó a 30 mil 930 personas estudiantes inscritas en 39 planteles universitarios del país de habla inglesa.
En los casos de violación sexual las estudiantes afirmaron que no denunciaron porque no creían “que fuera demasiado importante” (44 por ciento), algunas pensaron que no necesitaban ayuda (38 por ciento), otras consideraron que sería difícil probar la agresión (28 por ciento) o, dijeron, no saber a dónde acudir (27 por ciento).
La Comisión consideró como espacios universitarios las aulas académicas y los espacios públicos dentro de las universidades (como jardines), el transporte público que las y los estudiantes usan para trasladarse a las instituciones educativas y los espacios donde se realizan actos sociales organizados por las escuelas.
Para contrarrestar estas cifras la organización instó a las universidades a que en un plazo de un año, a partir de la publicación del informe, revisen las políticas existentes para responder a las agresiones sexuales y garanticen el acceso a la justicia de las víctimas, por ejemplo, al informar los casos a las autoridades policiales.
ACOSO
De las 16 mil 267 universitarias encuestadas 32 por ciento (5 mil 205) afirmaron que en 2016 fueron acosadas sexualmente en sus escuelas, cifra que fue mayor a la de los hombres violentados (17 por ciento).
El tipo de acoso que más experimentaron las universitarias fue miradas y movimientos que las hicieron sentirse intimidadas; comentarios o chistes sexuales que las ofendieron y destacó que siete por ciento de ellas dijo que en alguna ocasión fue tocada o besada sin su consentimiento.
Los espacios universitarios en donde se les acosó fue en el transporte de camino a las escuelas o de regreso a su casa (25 por ciento); los espacios públicos de su universidad (14 por ciento) y 11 por ciento de ellas enfrentaron acoso en lugares como salones y laboratorios de sus universidades.
Respecto a los agresores 86 por ciento de las mujeres acosadas indicó que los agresores fueron hombres y, tanto los hombres como mujeres víctimas, expusieron que los acosadores fueron, en 68 por ciento de los casos, estudiantes de su universidad.
El informe indica que 52 por ciento de las mujeres fueron acosadas por una sola persona y en 16 por ciento de los casos por dos. Destaca que 144 de ellas (que en total representan 3 por ciento de las víctimas) afirmaron haber sido acosadas por cinco o más individuos.
VIOLACIÓN
De 2015 a 2017 aproximadamente 495 estudiantes (hombres y mujeres) confesaron que fueron víctimas de violación sexual en algún espacio universitario.
No todas las encuestadas indicaron en dónde ocurrió el delito, pero de las 288 mujeres que sí respondieron, 20 por ciento fue en lugares donde se realizaron actos sociales de la universidad; 16 por ciento en camino al centro de estudios o de regreso a sus casas –en mayor medida por extraños– y 11 por ciento en espacios públicos dentro de sus escuelas.
Más de la mitad de las mujeres víctimas de violación (51 por ciento) dijeron que conocían a todos los perpetradores y en 92 por ciento de los casos que los agresores fueron hombres.
En cuanto a su percepción sobre la seguridad 343 de 14 mil 861 (2.3 por ciento) estudiantes confesaron que al menos en una ocasión se sintieron propensas a ser violadas en algún espacio universitario. En general las estudiantes afirmaron sentirse más propensas a ser agredidas sexualmente.
De acuerdo al estudio, en 2016 las mujeres tuvieron casi dos veces más de posibilidades que los hombres de ser acosadas en un ambiente universitario y tuvieron tres veces más probabilidades de ser víctimas de violación.
Entre las recomendaciones que la Comisión Australiana de Derechos Humanos hizo a las universidades está informar a estudiantes y trabajadores sobre las características de las agresiones sexuales y las sanciones y las acciones para prevenirlas e identificarlas; también propuso monitorear que el personal de las universidades no cometa estas agresiones ni permita que se perpetúen y quien lo haga sea destituido de su puesto.
Además la Comisión pidió evidenciar y sancionar la violencia sexual en las universidades porque es de suma importancia para evitar, por ejemplo, la deserción escolar y consecuencias en las relaciones sociales de las víctimas como el aislamiento.
Imagen retomada del portal de la Comisión Australiana de DH
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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