8/26/2017

Urgente un registro de violencia sexual en niñas


Faltan estadísticas que visibilicen su magnitud

Sin certeza sobre si los embarazos en niñas menores de 15 años fueron producto de violencia sexual, pues no existen registros; en la capital, son más las que llevan a término un embarazo, que las que logran interrumpirlo.

Datos de la Secretaría de Salud local (Sedesa) obtenidos por Cimacnoticias a través de solicitudes de información, demuestran que desde 2007 hasta julio de este año, en la Ciudad de México 5 mil 870 niñas de 10 a 14 años de edad se convirtieron en madres.

De éstas, 58 tenían 10 años; 214, 11 años; 415 eran niñas de 12 años de edad. La mayor incidencia del embarazo infantil se localiza entre las que tienen 13 y 14 años, que representan 88 por ciento del total.

En tanto, las que lograron acceder a una ILE fueron, en el mismo periodo, mil 281, pero los datos no están desagregados por sexo.

La violencia sexual en el caso de las niñas se da en sus círculos de confianza por padres, hermanos, tíos, abuelos o primos quienes son los principales agresores, lo que dificulta la denuncia, dijo en entrevista con esta agencia, la consejera de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), Jennifer Haza Gutiérrez.

En su opinión, el reto del Estado está en fomentar la denuncia, propiciar que salga del ámbito privado para garantizar que las niñas no regresen a los lugares donde fueron violentadas y puedan acceder de forma inmediata a la interrupción legal del embarazo (ILE).

La mayoría de las encuestas sobre embarazo en adolescentes se centran en niñas a partir de los 15 años de edad, y si bien la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo Adolescente plantea como objetivo disminuir a cero los nacimientos de niñas en edades de 10 a 14 años para 2030, lo cierto es que hasta ahora, no existe un registro de cuántas niñas que están presentando embarazos fueron violentadas sexualmente.

La responsabilidad de contar con un registro certero para poder desarrollar política pública que garantice su bienestar, salud integral, el acceso a la justicia y una vida libre de violencia, no sólo recae en la Secretaría de Salud, sino en otras dependencias insistió Jennifer Haza Gutiérrez.

Por tratarse de una problemática en el país que atenta contra el interés superior de la niñez, el gobierno debería garantizar la protección de los derechos de las niñas a través del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, mecanismo integrado por los tres órdenes de gobierno; el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia; las procuradurías estatales e incluso la Secretaría de Educación Pública.

Todas ellas, dice la especialista de Redim, deberían dar aviso a las autoridades competentes ante cualquier sospecha de violencia sexual para asegurar el bienestar de las menores de edad.

FUNDAMENTAL EL REGISTRO

La extitular del Comité de Violencia Sexual de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas quien realizó el diagnóstico nacional de violencia sexual en 2016, Ana María Suárez Valencia, agregó que se trata de una violencia en la que el gobierno debe prestar particular atención, pues existen dos factores que dificultan que las niñas víctimas accedan a los servicios médicos y presenten una denuncia.

El primero, que por su edad, aún dependen de la decisión de algún tutor para denunciar; y en segundo, la cercanía con el familiar o la persona acusada, así como las probables amenazas de por medio que pueden coercer la elección de continuar con el proceso judicial. Ante estas situaciones, se “prefiere” únicamente llevar a las niñas a las unidades médicas para atender su salud, en lugar de denunciar.

Por ello es fundamental el registro, recalcó la consejera de Redim, pues a través de él se podrán detectar los casos y actuar en consecuencia. Es muy importante, dijo, que las instancias de salud también lo realicen pues documentar y visibilizar la violencia sexual hacia las niñas, sus edades, los efectos que en ellas tiene, el lugar donde se ejerce y el tipo de agresores “es un pendiente urgente, no sólo de las instancias locales, sino del Estado mexicano”.

De acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 046 Violencia familiar, sexual y contra las mujeres (NOM 046) las dependencias de la Secretaría de Salud deberán registrar los “probables casos de violencia familiar o sexual” para lo cual deberán aplicar un cuestionario a las probables víctimas de este tipo de violencia y si como consecuencia hubo uno embarazo, el parentesco del agresor con la víctima; además de que las obliga a informar al Ministerio Público en caso de sospechar de un delito de esta índole.

No obstante, en la solicitud de información se pidió a la Sedesa el registro de cuántos embarazos atendió en niñas de 10 a 14 años de edad por violencia sexual y cuántas ILE por la misma causa, a lo que la dependencia informó “no contar con esta variable” ya que argumentó que como en la capital desde hace una década el aborto es voluntario, omite en sus registros si las niñas accedieron a estos servicios como producto de una violación sexual.

NIÑAS-MADRES EN LA CDMX

En 2007 la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó la constitucionalidad de la ley que permite el aborto hasta las 12 semanas de gestación en la capital, y defendió el derecho de las niñas a no ser madres, sin embargo, en esta misma década 5 mil 870 niñas menores de 14 años de edad lo fueron.

Si bien los datos proporcionados demuestran que de 2010 a 2014 disminuyeron en un 38 por ciento los nacimientos de hijos en niñas de entre 10 y 14 años de edad (de mil 114 casos a 683) a partir de 2015 se observa un estancamiento pues se contabilizan en promedio 500 casos por año.

Hasta mayo de este año la cifra se mantiene: 233 menores de 15 años se convirtieron en madres: 2 por ciento tenía entre 10 y 12 años (6 casos), el resto (98 por ciento) tenía entre 13 y 14 años de edad.

Los datos abarcan a todos los hospitales federales de referencia ubicados en la ciudad: IMSS, ISSSTE, PEMEX y la Secretaría de Marina, pero a decir de la Sedesa, ninguna de estas instancias, registró cuántos de estos fueron productos de una violación.

En la próxima entrega conoceremos los mecanismos e instrumentos que aplican las instancias dependientes de la Secretaría de Salud  para detectar si las niñas entre 10 y 14 años que presentan embarazos fueron víctimas de violación.

CIMACFoto: César Martínez López
Por: Montserrat Antúnez Estrada y Hazel Zamora Mendieta Cimacnoticias | Ciudad de México .-

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