“El
origen de la crisis actual del agua en México, está precisamente en las
condiciones que puso el Tratado de Libre Comercio para cuestionar todos
los derechos adquiridos históricamente y entablar un sistema de
concesiones dirigido a la privatización del líquido”, explica a Revolución TRESPUNTOCERO,
el Doctor Pedro Moctezuma Barragán, Coordinador del programa para la
sustentabilidad de la Universidad autónoma Metropolitana (UAM).
Esto es, comenta, algo a lo que muchas fuerzas comunitarias, comisiones de cuenca y universidades en el país se han opuesto, haciendo una propuesta para mantener el espíritu de la Constitución y así mantener la defensa de la soberanía hídrica.
El experto indica que las condiciones de origen de este tratado
han afectado el derecho humano al agua, aunque en otros países, en los
últimos años se ha percibido que distintas corrientes dentro de los dos
países (EU y México) se ha defendido el manejo público comunitario del
agua.
“Estados Unidos es uno de los países con mayor tradición en
gestión pública comunitaria del agua y que incluso se han opuesto dos
centenares de ciudades y estados a políticas como el fraking que afecta
tan gravemente los cuerpos de agua y las aguas subterráneas, también se
han opuesto a la privatización del agua, exigiendo que en lugar de esto
se debe remunicipalizar.
En sentido contrario la historia, el régimen de Donald Trump está impulsando dentro de su programa de infraestructura que fallidamente ha tratado hacer público, la privatización del agua como una de las condiciones que se manejarían en un futuro”, indica Moctezuma Barragán.
Señala que se busca la privatización a través de asociaciones
público privadas. “Esto también se da en nuestro país, es algo a lo que
podría peligrosamente ceder el gobierno mexicano en estas negociaciones.
Por lo que sí hay temas en foco rojo y uno es que se hagan concesiones
en términos de estas asociaciones público-privadas.
Otro foco muy grave es el fraking en la medida en que el Estado
mexicano ha estado dando pasos para la autorización y regularización de
esta práctica que es muy destructiva para la gestión hídrica.
Ante esto, se debe pone como prioridad, de acuerdo al artículo primero de la Constitución, el derecho humano al agua y no la promoción del agua como una mercancía. Y es que la crisis económica de Estados Unidos está haciendo que ambicionen los recursos naturales de México”.
Por lo que también pueden exportar el daño ambiental a nuestro
país. El experto pone como ejemplo la ganadería en Texas, la cual está
colapsada debido a la práctica del fraking, por lo que ahora se está
presionando para llevar esta práctica a Coahuila, Tamaulipas, Nuevo
León, Veracruz, sierra norte de Puebla, entre otros.
“Y el tema del agua en la zona fronteriza, zona desértica y
semidesértica están buscando impulsar una serie de prácticas para
aliviar la sed comercial del país del norte a través de la
sobreexplotación de los acuíferos, las desalinisadoras y el tema de
energía para la geotermia.
Estos temas ahora preocupan mucho e invitan a crear una agenda
común de los pueblo, para decir no a este Tratado de Libre Comercio, no a
estas negociaciones porque son en una posición de subordinación y
debilidad. Se debe decir sí a una agenda de soberanía hídrica y
alimentaria que apuntale la soberanía nacional”, afirma Moctezuma
Barragán.
Por ahora, califica que quienes se encuentran al frente de la renegociación del TLCAN, son autoridades timoratas, débiles, de espaldas a las necesidades de la población. Por lo que este tipo de situaciones “invitan a los mexicanos a un cambio de régimen que nos permita condiciones justas en una alianza clara con amplios sectores del pueblo norteamericano.
Por ahora hay un gobierno que de alguna manera se subordina a
los intereses del imperio del norte, por eso se necesita un régimen
donde se construya de cara a lo nacional, a lo popular y a lo ambiental
con plena soberanía y condiciones de relación digna”, indica el experto.
Que además afirma que, “no es el momento para renegociar por la falta de preparación de los negociadores en los temas esenciales, y tampoco porque hace falta respaldo público, así como por la falta de visión. Porque aunque parezca bravucon el vecino del norte, en este momento está entrando en una crisis grave y una pérdida de aliados en todo el orbe, por lo tanto mal hace México en intentar colgarse de un decadente régimen que pronto tendrá dejar de tener la capacidad de imponer sus condiciones”, puntualiza Barrangán.
Quien añade que “México debería de sumarse a las naciones que
están defendiendo la Multilateralidad y la soberanía como condición para
las relaciones internacionales”.
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