Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
El presidente Donald Trump durante una reunión con indígenas navajos en el despacho oval de la Casa Blanca en WashingtonFoto Ap
E
l escritor galo Thierry Meyssan, director del portal Réseau Voltaire –que pregona los valores laicos y libertarios de la revolución francesa–, presentó en la FIL Guadalajara su perturbadora obra De la impostura del 11/9 a Trump (https://goo.gl/F3dfdk).
Conocí a Thierry Meyssan en su plena acción investigadora en los barrios chiítas del sur de Beirut y, luego, en Damasco, bajo los bombardeos yihadistas.
A Thierry Meyssan le fascina estar en el epicentro de la acción: sea en Teherán, sea en Beirut, sea en Damasco, sea en Trípoli (Libia), sea en los Balcanes.
Me confió que, después de su estrujante libro La terrible impostura (https://goo.gl/9CC3vi)”, la CIA puso precio a su cabeza al haber osado desmontar la teatralidad hollywoodense del 11/9, donde denunció el golpe de Estado de los Bush y Dick Cheney, quienes desplegaron el operativo global de las guerras permanentes con un saldo de más de 3 millones de muertos, en el Medio Oriente ampliado. Por mucho menos que eso la CIA ha asesinado.
En una diacronía de 16 años iniciada el 11/9, epitomiza un extenso recorrido que desemboca en la unción tectónica de Trump.
Meyssan exhibe que Trump es un especialista de las relaciones públicas, pero que es víctima de las técnicas de la propaganda que monopolizan los multimedia de Occidente.
Explaya todo el montaje de las revoluciones de las primaveras árabes, preparadas por los anglosajones desde 2004 usando la carta de los Hermanos Musulmanes y organizadas desde EU por el Pentágono como redición de la Gran Rebelión Árabe de 1916 y su figura romántica de Lawrence de Arabia.
Explica en su libro que “Alain Juppé (nota: primer galo) y François Hollande (nota: presidente) contrajeron compromisos internacionales secretos (sic) que no pudieron cumplir. Sintiéndose engañado, Recep Tayyip Erdogan (nota: primer y luego presidente turco) ordenó los atentados de París y el de Bruselas e incluso se felicitó por ellos de antemano. Esas dos operaciones fueron realizadas por dos comandos diferentes, aunque Mohamed Abrini, del MI6 británico, participó en los dos.
Esta sola exhumación de los atentados terroristas en Francia vale el libro cuando la verdad pesa mucho en esta etapa de Fake News y post-verdad.
Para Thierry Meyssan ni existe choque de civilizaciones ni guerra contra el terrorismo, sino la guerra de un imperio, en manos del Deep State y sus súbditos, contra los pueblos del Medio Oriente ampliado y del Donbass (rusófilos/rusófonos de Ucrania oriental), que a su vez es dirigida política y logísticamente desde la sede de la ONU por el israelí-estadunidense Jeffrey Feltman, segundo de a bordo detrás del secretario general, y connotado instrumento de los neoconservadores straussianos.
Identifica que el choque de Trump contra las élites europeas y sus gobiernos proviene de que estos últimos se alinearon a la oposición estadunidense encabezada por Obama –por cierto, gran aliado de la canciller alemana Ángela Merkel.
Un axioma que se puede desprender de su reciente libro es que no existen atentados sin su inextricable propaganda subyacente.
Thierry Meyssan delata los secretos de la operatividad de los yihadistas con bendición israelí-anglosajona.
No falta el sarcasmo, cuando Laurent Fabius, entonces canciller del presidente socialista François Hollande, exultó que Al-Qaeda está haciendo un buen trabajo en Siria. Es cuando Thierry Meyssan revela que Francia envió municiones a Al-Qaeda en Siria.
En el tercer capítulo merecen mención especial los subcapítulos de la teopolítica, El papel del MI6, El tándem israelo-saudita, El oportunismo de Qatar, La inestabilidad en Turquía y Ucrania, y la Aplicación del plan Feltman.
Un servidor ya había abordado el plan Feltman para Siria, que se cotejaba con el plan B de Kerry que versa(ba) sobre la balcanización de Siria: tenía por objetivo dividir a Siria en tres grandes pedazos, con cinco grupos étnico-religiosos: alauitas, sunitas, chiítas, kurdos y cristianos (https://goo.gl/Bgwcg9), lo cual favorecía los esquemas de división de todo el mundo árabe por Israel: Del plan Yinon al esquema Yaalon: balcanización de Libia, Irak y Siria (https://goo.gl/DQAVPi).
Su subcapítulo, el plan Feltman, es luminoso.
Thierry Meyssan comenta que Obama rechazó el plan de marras, que gozaba del apoyo de la entonces secretaria de Estado Hillary Clinton y del ex director de la CIA, general David Petraeus.
Vale la pena citar los siguientes párrafos: La secretaria de Estado cayó gravemente enferma justo después de la relección de Obama, y se vio incluso imposibilitada de ejercer su cargo durante el periodo de transición.
“La FBI no logró explotar las relaciones que el general Petraeus había mantenido con muchachas menores (sic) de edad durante el ejercicio de sus funciones en el extranjero.Pero el general fue finalmente arrestado. (…) Al día siguiente del escrutinio y la relección de Barack Obama. Después de una transacción entre las partes, Petraeus fue reconocido culpable sólo de haber entregado información secreta a la autora de su biografía, Paula Broadwell –agente de los servicios de inteligencia del ejército que le habían metido en la cama–, y condenado al pago una multa de 100 mil dólares”.
El general Petraeus halló entonces refugio en el fondo de inversiones KKR, de Henry Kravis. Este multimillonario y su esposa, la economista Marie-Josée Drouin, son la única pareja en el seno del Grupo de Bilderberg.Relacionado con el banco turco Kuveyt Turk Katilim Bankasi (KTKB), KKR pasó a desempeñar el papel anteriormente reservado al banco paquistaní BCCI: el pilar financiero de los yihadistas. ¡Tremendo!
Para el general Petraeus y el grupo financiero que preside el verdadero enemigo no son los yihadistas, sino Irán, sentencia en forma perentoria el investigador galo, quien comenta que alrededor de Petraeus se movían varias trasnacionales que ya estaban implicadas en la guerra contra Siria, como Lafarge-Holcim, que tenía como abogada a Hillary Rodham Clinton…
Revela que la trasnacional francesa Lafarge-Holcim construyó los inexpugnables búnkers de los yihadistas y la estadunidense Carterpillar/Lovat sus túneles, mientras que la japonesa Toyota los equipó con miles (sic) de vehículos del modelo Hilux.
Concluye con los subcapítulos de las intervenciones de Rusia (decisiva) y China (incisiva) que yugulan el yihadismo en el Medio Oriente ampliado.
Una frase de Thierry Meyssan que anuncia el futuro que ya es presente: Mientras Rusia se ha convertido en la primera potencia mundial en materia de guerra convencional, China es ahora el primer inversionista del planeta. EU está perdiendo terreno.
Ahora Thierry Meyssan expone la letal teoría sobre la destrucción del mundo por el Pentágono que explaya Thomas Barnett en El nuevo mapa del Pentágono (https://goo.gl/BkJZNP) en el que divide al planeta en dos bloques: 1. El núcleo funcional de interdependencia económica encabezado por EU; y 2. La brecha no-integrada destinada a ser destruida (https://goo.gl/FdAgnT).
Falta saber si Trump adoptó el nuevo mapa del Pentágono de destrucción de los países débiles, entre los cuales obviamente no se encuentran ni Rusia ni China.
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