Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
Barack Obama, cuando era presidente de Estados Unidos y fue recibido en el Palacio Nacional, el 2 de mayo de 2013Foto Marco Peláez
Durante su trascendental periplo asiático (https://goo.gl/uCYC1p),Trump tuvo la oportunidad de reunirse informalmente con el zar Vlady Putin cuando pende sobre el controvertido mandatario estadunidense la espada de Damocles del deep State (Estado profundo) que usa y abusa del montaje hollywoodense del Russiagate para impedir un acercamiento entre Estados Unidos (EU) y Rusia que es susceptible de dañar los intereses del complejo militar-industrial que vive del negocio de la economía de guerra.
La sicología de la negociación de Trump es prístina como lo asienta en su libro El arte de negociar (https://goo.gl/DWy4i2): tratar con respeto al poderoso –como ha sucedido con el zar Putin hasta ahora, pese a todas las jeremiadas del deep State y la aplastante mayoría de sus multimedia– y maltratar casi con la punta del zapato a los países valetudinarios, como su supuesto socio el “México neoliberal itamita”, pese a la supuesta conectividad entrañable del yerno Jared Kushner con Videgaray, quien anda más desbrujulado que nunca buscando nuevos asideros desde Rusia hasta China.
Rebecca Savransky, del portal The Hill, reseña la deferencia de Trump por el zar Putin, quien, pese a todos los exorcismos rusófobos sostuvo en Vietnam, al margen de la Cumbre de la APEC, que Rusia ha sido severamente (sic) sancionada cuando preferiría tenerla en una postura amigable para resolver los contenciosos de Siria, Norcorea, Ucrania y el terrorismo.
Trump reconoce que el Congreso de EU ha exageradamente sancionado a Rusia al más alto nivel, por lo que exhortó a la curación de las relaciones en un mundo dispersado y fracturado.
Donald Trump juzgó que es mejor tener a Rusia en una postura amigable, en oposición a siempre (sic) combatirla, ya que constituye un activo (sic) para el mundo y un activo para EU, no un pasivo (sic).
Trump comentó que la anterior secretaria de Estado Hillary Clinton deseaba reconciliarse con Rusia. No lo explicó Trump, pero existió un lúcido periodo en el que Hillary impulsó la perezagruzka (reactivación) que no prosperó cuando Obama cayó en las garras de los pugnaces neoconservadores straussianos (https://goo.gl/Rk9EWa).
A partir de ese momento aciago de la dupla Hillary/Obama, el Partido Demócrata inició su exorcismo rusófobo que ha llevado a niveles inconcebibles y pone en riesgo de manera frívola e irresponsable un enfrentamiento entre las dos superpotencias nucleares.
Trump clarifica que Obama deseaba llevarse bien con Rusia, pero no hubo química (sic).
Pese al anatema rusófobo de los omnipotentes servicios de espionaje de EU, el siempre temerario Trump expuso que creyó la negación de Putin de haberse entrometido en las elecciones de EU (https://goo.gl/s8HxcB).
La química que hizo falta entre Obama y el zar Vlady parece desbordada por Trump con su homólogo ruso y uno de cuyos reflejos –si es que no existen acuerdos secretos tras bambalinas– fue el comunicado conjunto sobre Siria donde no existe una solución militar y cuyo arreglo debe ser alcanzado mediante las negociaciones de Ginebra, bajo el esquema de la resolución 2254 de la ONU”.
Esto parece ser una concesión diplomática de Putin, porque el nuevo procedimiento para resolver el conflicto en Siria tiene mejores perspectivas en las negociaciones que se celebran en paralelo en Astana (Kazajistán).
Los mandatarios de EU y Rusia acordaron también apoyar los existentes canales militares de comunicación para mejorar la seguridad de las fuerzas que combaten a los yihadistas en Siria (https://goo.gl/9UWzVM).
Sin mucho ruido y lejos de los reflectores traviesos, tras la Cumbre de la APEC en Da Nang (Vietnam), el hoy primer ministro ruso y anterior presidente, Dmitri Medvedev, sostuvo una charla informal con Trump en la 50 Cumbre del Asean en Manila (Filipinas).
Pese a las altas tensiones entre EU y Rusia, el premier Medvedev describió a Trump como una persona abierta y amigable.
Por alguna razón el siempre locuaz Trump no hizo declaración alguna, ni siquiera en sus legendarios tuits, sobre su charla informal con Medvedev, quien declaró a la agencia noticiosa Tass que lo malo es que, pese a los contactos y la oportunidad de discutir algunos (sic) temas, las relaciones se están degradando día con día y hoy se encuentran a su más bajo nivel en las recientes décadas.
Medvedev declaró que Trump fue muy dúctil en abordar una variedad de temas, entre ellos la historia de la relación de Rusia con EU y la Segunda Guerra Mundial. Pero Medvedev no ocultó la reciente ley que apretó las sanciones de EU contra Rusia, lo cual significa que las relaciones se han descarrilado por una década.
A juicio de Medvedev, tales sanciones ya no afectan fundamentalmente la economía de Rusia, que se adaptó a la plétora de sanciones previas (https://goo.gl/UNRw3Y).
Era notoria la frustración rusa de que Trump no haya sostenido una reunión formal con el presidente Putin durante la cumbre de la APEC en Vietnam, pese a la mejor disposición de Putin, quien culpó de ello a ciertas formalidades de protocolo.
Para el portal Russia Today –a la cual, por cierto, Google le diseñará algoritmos especiales para ocultar sus noticias (https://goo.gl/XgvNCG)– los demócratas de EU usan a Putin como palo para golpear a Trump y afirma que “ciertas fuerzas políticas en EU tienen el objetivo de no permitir que Trump avance a un acercamiento y una mejora de las relaciones con Rusia (https://goo.gl/z8rBAs)”.
En tales fuerzas políticas están implicados también los elementos más pugnaces del Partido Republicano, como el senador John McCain.
Russia Today se ha de referir, a mi juicio, al conglomerado bélico de los Bush (padre e hijo), los Clinton (Bill y Hillary) y Obama, además de la vieja guardia de los servicios de espionaje de la FBI/CIA/NSA.
Russia Today cita a Ray Finch, eurodiputado del Partido Independentista de Gran Bretaña, quien adujo que tanto Putin como Trump entienden que uno de ellos no puede solucionar ninguno de los problemas del mundo, sin al menos una concesión del otro.
A juicio de Ray Finch, el problema radica en que los demócratas se niegan a aceptar la validez de la victoria presidencial de Trump y lamentó que la rivalidad entre EU y Rusia no hace bien a nadie.
Russia Today cita al analista político Seyyed Mostafa Khoshcheshm, quien fustigó a las fuerzas políticas de EU que tratan de deteriorar las relaciones con Rusia y que no permitirán que Trump avance hacia un acercamiento y una mejora de las relaciones con Rusia.
A un servidor llamó poderosamente la atención que durante su visita a Seúl (Sudcorea), Trump asintiera a la ayuda de Rusia para participar en la resolución del contencioso nuclear de Norcorea (https://goo.gl/rkjHcL).
Pese a todo el belicismo retórico y de sanciones asfixiantes del deep State de EU contra Rusia, ha sido un verdadero milagro que Trump y el zar Putin hayan burlado el marcaje personal y hayan, por lo menos, avanzado, aunque sea mínimamente, en apagar los incendios de Siria, Ucrania y Norcorea legados por la dupla Hillary/Obama.
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