Gustavo Leal F.*
El 17 de abril
2015, Pemex (con el director Emilio Lozoya) contrató a MediAccess –con
mil 200 millones de pesos– para que prestara servicios, en su propia red
privada, a 108 mil asegurados de 90 ciudades. MediAccess facturaría los
cobros con una cuota de administración extra: 125 pesos mensuales por
derechohabiente, así como un
premio por eficienciade hasta 33 por ciento de los ahorros que alcanzara. El costo anual por cotizante podría disminuir hasta los 11 mil pesos. Pero, ¿a qué costo? ¿Siquiera evaluó Lozoya entregar al IMSS y no privatizar en MediAccess la red Pemex?
Sólo dos años después –julio 2017– se confirmó que el experimento de
Lozoya para brindar servicios, vía una sola firma, había colapsado. El
21 de junio Pemex (con el director José Antonio González Anaya) adjudicó
374 contratos abiertos –hasta por mil 264 millones de pesos– a más de
40 empresas y personas físicas para la atención médica subrogada de casi
116 mil derechohabientes, vigentes hasta 2018. Así, los nuevos
concursos regresaron al esquema fragmentado por localidades y tipos de
servicios, apoyados en relaciones directas Pemex-proveedor. Las
licitaciones ganadoras –gracias a González Anaya, hoy al frente de la
SHCP– benefician a las cadenas Ángeles, Star Médica, Grupo Diagnóstico
Médico Proa y MediAccess. Sólo el Centro Hospitalario Mac –con
hospitales en el Bajío– sumó 27 contratos ( Reforma, 16/07/17).
¿Y qué sobre el saldo de la privatización a MediAccess? En el Segundo
Informe sobre la Cuenta Pública 2016, la Auditoría Superior de la
Federación (ASF) documentó que ella fue un desastre: detectó un probable
daño al patrimonio de Pemex por casi 159 millones de pesos debido al
“pago de la cuota administrativa por derechohabiente –que consideró los
servicios de administración vía el Sistema Electrónico de Gestión
Clínica y Financiera– que no se utlizó”. También determinó iniciar seis
procedimientos de responsabilidad por las fallas en el contrato de
servicios administrados de salud que
estuvo sólo vigente en 2016( Reforma, 02/11/17).
Los casi 159 millones de pesos del daño patrimonial representan el
total que Pemex-Lozoya liquidó a MediAccess, quién remitía a los
derechohabientes a su red de servicios, cobrando una cuota de
administración igual a 125 pesos mensuales per cápita. Correspondía a la
firma eCareSoftMéxico –socia tecnológica de MediAccess– poner en
operación el Sistema Electrónico. Sin embargo, ella fue eliminada del
proyecto cuando Pemex-González Anaya estimó que su propio Sistema de
Gestión Clínica y Financiera estaba suficientemente listo para la tarea.
La Coordinación de Servicios Médicos Subrogados de Pemex-González
Anaya se justificó ante la ASF, atribuyéndose la decisión de haber
solicitado el Sistema Electrónico a la Gerencia de Contrataciones para
Servicios de Soporte y Salud Institucional. Pero ¿y el pago extra dónde
quedó?
Y hay más. La ASF agregó que el contrato con MediAccess superó
el estimado inicial para la extensión y pago de los servicios
subrogados, sin la presencia de convenios modificatorios y sin exigir a
MediAccess la ampliación de la garantía del caso. Tampoco existe la
documentación que lo
fundamente y justifique.
Además, por la devaluación, Pemex autorizó a MediAccess incrementar
entre 5 y 57 por ciento los precios de los servicios médicos
hospitalarios y de urgencias, así como de 3 a 37 por ciento los de
medicina general, aunque ellos
no estaban permitidos por el contrato( Reforma, 02/11/17). Pemex no conserva las documentales de la adjudicación y la licitación careció de testigo social.
Los números son elocuentes. El Centro para la Finanzas Públicas de la
Cámara de Diputados documentó que Pemex gasta 12 veces más por persona
que el Seguro Popular. En 2008, Pemex destinó 7 mil 380 pesos, cifra que
se elevó a 15 mil 805 en 2016. Por su parte, Sedena destinó 4 mil 194
pesos en 2009 y 7 mil 309 en 2016. Semar cubrió 3 mil 775 pesos en 2008 y
6 mil 27 durante 2016. Las tres instituciones, Pemex, Sedena y Semar,
son quienes contabilizan más recursos para su población y
cuentan con infraestructura propia, atendiendo únicamente a su derechohabiencia, lo que les permite un mejor nivel y calidad de atención, destaca el centro ( Reforma, 10/09/17). En contraste, IMSS-Issste registran menor gasto per cápita. IMSS erogó en 2008 un gasto de 2 mil 855 pesos que alcanzó 3 mil 908 en 2016. Issste pasó de 2 mil 575 a 3 mil 959 pesos en el mismo periodo. Finalmente, el Seguro Popular muestra un retroceso de mil 477 pesos en 2008 a mil 373 en 2016.
Sin embargo, en relación con el acuerdo A.S.3.HCT.22.12.17/32PDF y
sus anexos, dictado por el H.Consejo Técnico relativo a la aprobación de
los Costos Unitarios por Nivel de Atención Médica que regirán para el
ejercicio 2017 se aprecia –sin dificultad– que los servicios que el
IMSS-Mikel Arriola subrogaba, son los que cuentan con las mayores tasas
de crecimiento. Un comparativo histórico del periodo 2013-17 muestra que
ese es el caso de la sesión de hemodiálisis: con un crecimiento de 99
por ciento, así como la de quimoterapia, con un crecimiento de ¡219 por
ciento! No sorprende que el porcentaje de incremento más fuerte de estos
costos correspondiera, justo, al primer año de la administración Peña
Nieto: 2013.
Vaya manera de
ahorrarcon las subrogaciones del peñismo y sus, ahora, candidatos
ciudadanosMeade-Arriola. ¿Tomará cartas el director entrante, Carlos Treviño, o como sus antecesores Lozoya y González Anaya, pasará impunemente la página y proseguirá
licitandopara que Pemex siga
ahorrando?
*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco
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