Pedro Echeverría V.
1. Muy quitaditos de la pena me topé en You Tube con un conversación entre el “intelectual” del gobierno, Aguilar Camín y el exlocutor estrella de Televisa, López Dóriga. No sé quién habló a quién, pero sí los escuché con cierto desánimo (seguramente por la recién derrota electoral sufrida que no terminan de asimilar) haciendo críticas a las medidas anunciadas por López Obrador y su Plan de 50 puntos; lo hacían como si tuvieran la consigna general de usar todos los medios para calumniar a López Obrador y prepararle una campaña negativa en serio.
2. Hay que estar muy atentos con todos esos “intelectuales” domesticados con libre acceso a los medios de información: TV, radio y prensa escrita, así como muy bien pagados en esos medios y oficinas de gobierno. Lo que más les ha dolido es la propuesta del presidente electo López Obrador de que nadie podrá tener un salario superior a los 108 mil pesos mensuales del presidente de la República a pesar de que hay 35 mil funcionarios que ganan alrededor de 500 mil pesos… y los que no quieran –dicen los Amloístas- que se consigan otro trabajo en el sector privado.
3. Además de atacar esta propuesta de la reducción de los salarios a la mitad, los Aguilar-López Dóriga de la TV e internet, se quejaron del subido “tono final” (dicen) del discurso de AMLO al responder al INE por la multa dictada contra Morena, ¿quisieran acaso que AMLO no responda los golpes y ponga la otra mejilla? Por último, entre otros comentarios críticos, defendieron a los burócratas que tendrán que trasladarse a otros estados para conservar su trabajo. La realidad es que no escuché acerca de AMLO, más que críticas malsanas, sin fundamento de ninguno de ellos.
4. No le han entregado a AMLO su documento como “presidente electo”, pero la clase dominante ya no podrá hacer nada contra él porque después de lograr un 70 por ciento de los cargos de gobierno, tiembla de miedo ante un posible levantamiento general del pueblo de incalculables consecuencias. Lo importante ahora sería la creación y organización de núcleos de defensa de las demandas populares del lópezobradorismo que podrían ser en los centros de trabajo, calles y plazas transformando así a Morena en un justo movimiento de masas.
5. ¿Recuerdan mis amigos de Morena aquel primer debate acerca de si debería ser un partido o un movimiento? Allí se conjugó la dialéctica de que no hay nada fijo o permanente. Morena cumplió como partido cuando fue necesario; ahora tendrá que cambiar su carácter para demostrar su verdad. Necesita que se abran millones de flores de mil colores para igual número de corazones dispuestos a servir poniendo en primer lugar a los pobres. ¿Cuántos miles de periódicos y publicaciones saldrán para que nuestro pueblo reciba información y se forme adecuadamente? (21/VII/18)
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