Un tercio de reporteras fue hostigada
El
ciberacoso es una nueva amenaza que se cierne sobre el gremio
periodístico y las mujeres periodistas son las más afectadas, dos
tercios de las reporteras entrevistadas por Reporteros Sin Fronteras
(RSF) fueron víctimas de hostigamiento y 25 por ciento de ellas lo vivió
en Internet.
Esto señala el informe “Acoso en línea a periodistas: Cuando los
trolls arremeten contra la prensa”, elaborado por RSF, que además indica
que las campañas de ciberacoso se desarrollan en países que se dicen
democráticos como México y en países que ocupan los primeros puestos en
la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa, como Suecia o
Finlandia.
El informe, lanzado el 26 de julio por Reporteros sin Fronteras, dice
que los autores de estas campañas pueden ser simples haters, de
individuos o grupos que se esconden tras la pantalla, pero también
mercenarios de la información en línea, verdaderos “ejércitos de troles”
creados por regímenes autoritarios.
En ambos casos el objetivo es el mismo: hacer callar a los
periodistas que difunden contenidos que les molestan y, para ello, están
dispuestos a usar violentos métodos. RSF documentó casos en 32 países
durante varios meses y analizó el modus operandi de los predadores de la
libertad de prensa que utilizan las nuevas tecnologías para expandir su
modelo represivo.
En ocasiones las consecuencias de estos actos pueden ser dramáticas:
al ser entrevistados por RSF, la mayoría de los periodistas que fueron
víctimas de ciberacoso señalaron que se vieron obligados a
autocensurarse frente a esa ola de violencia de una magnitud que no
habían imaginado.
En India, la periodista Rana Ayyub se ha convertido en blanco de los
partidarios del régimen: los yoddhas del primer ministro, quienes han
agredido a la periodista por las investigaciones que ha realizado sobre
el ascenso de Narendra Modi al poder. “Me trataron de prostituta,
hicieron un fotomontaje de mi cara con un cuerpo desnudo, tomaron una
foto de mi madre de mi cuenta de Instagram y la alteraron con Photoshop
de todas las maneras posibles”, contó.
Los periodistas de investigación son otro de los principales blancos
de los troles. Es el caso del mexicano Alberto Escorcia, quien recibió
amenazas de muerte por sus investigaciones sobre cómo se usan cuentas
“durmientes” para influir en campañas electorales, como sucedió en las
recientes elecciones presidenciales en México.
En Filipinas, la periodista Maria Ressa, directora de Rappler, portal
informativo que de por sí enfrenta un encarnizamiento judicial, fue
atacada por troles. Desde que Rodrigo Duterte fue elegido presidente, en
2016, los periodistas filipinos que como ella realizan investigaciones
independientes sobre el gobierno, son víctimas de este tipo de
agresiones.
En Francia, a inicios de julio de 2018, dos personas fueron
condenadas a seis meses de prisión condicional y a pagar una multa de 2
mil euros por haber amenazado en Internet a la periodista Nadia Daam.
Una tercera persona que la amenazó de muerte cuando los otros
ciberacosadores eran juzgados también fue condenada a seis meses de
prisión condicional.
Empresas como Devumi, que venden cuentas de las redes sociales con
perfiles falsos, tienen una responsabilidad social directa en el
incremento de estas nuevas amenazas: acosar a un periodista con ataques
masivos nunca había sido tan fácil y barato.
“El acoso en línea es un fenómeno que se propaga a escala mundial y
que hoy en día constituye una de las peores amenazas para la libertad de
prensa”, señaló en un comunicado el secretario general de Christophe
Deloire.
“Encontramos que además de las guerras de la información entre países
a escala internacional, hay predadores del periodismo que han creado
ejércitos de troles para perseguir y debilitar a aquellos que buscan dar
cuenta de los hechos de manera honesta. Estos déspotas hacen que sus
mercenarios agredan a los periodistas y les disparen en el mundo virtual
de la misma manera en que otros lo hacen en las zonas de guerra”,
añadió.
De acuerdo con el organismo, en estos ataques hay tres etapas:
desinformación (hacer prevalecer noticias falsas sobre contenidos
periodísticos); amplificación (personas a sueldo de los Estados publican
o difunden mensajes); e intimidación (los periodistas son agredidos
personalmente, reciben insultos, amenazas y son desacreditados).
Ante esta situación, Reporteros sin Fronteras hizo 25 recomendaciones
a los Estados, entre ellas reforzar el marco legal para que restringa
el acoso en línea a periodistas; responsabilizar a las plataformas web
por los contenidos que se comparten en ellas y crear mecanismos de
alerta y de intervención rápida.
CIMACFoto: Guadalupe Cabañas
Por: la Redacción
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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