Magdalena Gómez
A tres semanas del triunfo electoral, entre festejos y premuras, ya se asoman las problemáticas de fondo que si bien no fueron creadas por el virtual presidente electo Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a su gobierno corresponderá enfrentarlas y, eso esperamos, resolverlas. Ya opera o lo anuncia así, el virtual gabinete, incluso sus mensajeros. Dentro del campo minado en que se ha constituido el país, destaca el caso del nada virtual Nuevo Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (NAICM). Tema que en campaña electoral abordó AMLO, con una disminución gradual de la beligerancia. Primero nada de aeropuerto y oferta de sede alterna, y luego abriendo las posibilidades al mismo si se concesiona y, por tanto, no se aplica dinero público. En los hechos la construcción avanza. En todo ello no se incluyó la dimensión social y ambiental. Resulta que esa zona, la cuenca de Texcoco, estado de México tiene características especiales, entre muchas de ellas el hecho de que el suelo es lacustre. Pero también excluyó, el aún gobierno, a la gente, a los pueblos que la han habitado desde tiempo inmemorial y ahí radica precisamente, uno de los núcleos de resistencia más emblemáticos, como es el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), el cual ya hizo plantón frente a las oficinas de la colonia Roma y, sin lograr hablar con AMLO, entregó una carta donde emplaza a un diálogo. Su lógica es correcta, al afirmar, si ya se reunió con Enrique Peña Nieto y los empresarios, corresponde que ahora nos escuche.
Recordemos que con su amplia movilización el FPDT logró la derogación del decreto expropiatorio emitido por el entonces presidente Vicente Fox y el actual gobierno con una estrategia distinta, frente a algunos ejidatarios, decidió reactivar el proyecto. El frente ha señalado el engaño por el que fueron despojados de sus tierras en 2010, incluso con uso de fuerza pública, a causa de un proyecto que la Conagua tenía para la recarga de los mantos freáticos y el rescate ambiental del lago de Texcoco (regulador del equilibrio ecológico en la cuenca). Esas tierras fueron cedidas al Grupo Aeroportuario de Ciudad de México.
En este gobierno anticipado, integrantes del virtual gabinete, con las carteras de Hacienda y Comunicaciones y Transportes, anunciaron que en octubre, aún sin que sean gobierno, realizarán un diálogo público (que incluye a la Cámara de Diputados y el Grupo Aeroportuario de Ciudad de México) y un referendo. Tal propuesta ha sido rechazada no sólo por el FPDT, sino por un amplio grupo de pueblos originarios y organizaciones de la cuenca de México, integrada por asociaciones no gubernamentales, ambientalistas y académicos. Destaca el pueblo nahua del valle de México –perteneciente al Congreso Nacional Indígena.
Aquí vamos al punto central: la consulta previa, libre e informada es un derecho tanto de las comunidades originarias como de las comunidades equiparables, como señala el artículo 2 constitucional y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Es evidente que no se realizó dicha consulta, por lo que el NAICM está viciado de origen. Como señalamos, el enfoque de AMLO en campaña, en defensa del presupuesto público, omitió la dimensión de los pueblos originarios. Se ha pretendido traducir el ofrecimiento de los integrantes del gabinete virtual, como la realización de una consulta popular, que tiene otra naturaleza jurídica, otro procedimiento y que ante todo debe coincidir con alguna elección federal; por lo que el INE se apresuró a advertir que no es posible celebrarla en octubre próximo. Es una paradoja en el terreno de lo inédito, el aún gobierno se hace a un lado y el virtual anticipado ya está recibiendo cuestionamientos con base en que, en efecto, ya están dentro del debate sobre el NAICM en el contexto de la transición sui géneris.
Por lo demás, vale el caso específico del NAICM para advertir que el resto del virtual gabinete, en especial el social, con mucha ligereza de lenguaje, ofrece que todo lo va a consultar, pretendiendo denotar una actitud democrática y sin dar cuenta de que el tema de la consulta está sujeto a estándares internacionales y es parte de la resistencia de los pueblos frente al extractivismo y los megaproyectos de todo tipo, de los cuales, por cierto, el próximo gobierno ya anunció varios. Ojalá se acerquen a las experiencias político-jurídicas que en esta materia existen en diversas regiones del país. No es con foros múltiples y abiertos como se respeta el derecho a la consulta. El Poder Judicial está emitiendo resoluciones en favor de los pueblos. Las más recientes son Unión Hidalgo, Oaxaca, sobre un parque eólico y, en Yucatán, sobre el Acuerdo General de Coordinación para la Sustentabilidad de la Península de Yucatán (ASPY) firmado durante la Conferencia de las Partes para la Biodiversidad (COP13). Sólo un respiro en el camino de la lucha por la autonomía y la libre determinación.
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