La violencia que sufren niños y adolescentes es generalizada; las agresiones las viven en casas, escuelas y la calle, sostuvo Christian Skoog, representante del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en México.
En el país, en promedio, 3.1 menores son asesinados al día; entre 2006 y 2016 se han reportado casi 7 mil desaparecidos que no han sido localizados; uno de cada tres dice sufrir agresiones en la escuela, y entre los integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, México se ubica en el primer lugar en casos de violencia y abuso sexual a niñas, dijo Ricardo Bucio Mújica, secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna).
Los casos de desaparición reportados, agregó, están relacionados con el crimen organizado, y muchos también están ligados a situaciones no resueltas de conflictos familiares, es decir, la mediación en este ámbito es un tema de protección integral para los niños, tan fuerte como el de seguridad pública.
Aseguró que Guanajuato, Tamaulipas, Quintana Roo y Tlaxcala son los estados donde más violencia sufren los menores. Acusó la carencia de recursos para la atención de niños y adolescentes. El grupo poblacional de cero a cinco años es al que menos dinero se le asigna.
Pidió que los gobiernos de todos los niveles se comprometan con esta población, pues más de 13 millones de personas de 12 a 17 años son vistos desde la política pública como un tema de conflicto, para quienes no hay iniciativas de desarrollo ni crecimiento claro.
El funcionario señaló que una vez que a Andrés Manuel López Obrador le sea entregada la constancia de Presidente electo, dialogará con su equipo para comenzar la transición. Resaltó los apoyos que se les entregan a los jóvenes, pero tienen que ser integrales.
Tanto la Unicef, como el Sipinna y la Comisión Nacional de Seguridad participaron en la inauguración de trabajos de la Red Nacional de Adolescentes, en la que 47 jóvenes de diferentes estados elaborarán propuestas que ayuden a atender la violencia en ese sector.
Skoog agregó que es importante empezar en los hogares para que no se presenten casos de violencia. Mireya Barbosa, titular de la unidad de desarrollo e integración institucional de la comisión, dijo que la violencia en los niños y adolescentes aumenta los factores de riesgo, les limita el acceso a la educación y perjudica su salud pero sobre todo su bienestar general.
Jessica Xantomila
Periódico La Jornada
Martes 24 de julio de 2018, p. 12
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