Pedro Echeverría V.
1. Mi buen amigo, el estudioso Alberto Híjar, –a raíz de mi artículo de ayer- me acaba de aclarar que el filósofo Dussel forma parte del consejo del partido Morena, llevándome a la sorpresa. Lo que me atrajo del pensamiento de Enrique Dussel hace unos 30 años, fue su crítica al marxismo que fue dogmatizado, seguido y aplicado como si fuera una religión; pero, sobre todo, eso que Dussel llama “descolonizar el marxismo europeísta que se impuso en todo el mundo”. Yo complemento esta crítica con lo sucedido con Lenin, Stalin, Mao y otros miles –que siempre se cobijaron (o nos cobijamos) en el marxismo europeo- para dar solidez a nuestras explicaciones.
2. Dussel participa con un grupo internacional de intelectuales de trabajo que ha planteado el giro descolonizador del marxismo. Piensa que Marx (1818-83) fue un gran teórico que escribió a partir de las condiciones de Europa –sobre todo del proletariado y el desarrollo en Inglaterra, Francia, Alemania de su tiempo- y que nosotros quisimos aplicar ese marxismo a condiciones diferentes, llevándonos al fracaso. Obviamente han sido publicados varios trabajos al respecto por Dussel y demás participantes de la corriente, que es urgente conocer. La discusión de este asunto nada tiene que ver con las bobadas que se enfrentan al interior de los partidos.
3. Me imagino que Dussel –como siempre sucede cuando alguien termina una conferencia, que decenas de gentes se lanzan pidiendo tomarse fotos- igual sucede cuando te piden autorización para usar tu nombre para partido alguno. La realidad es que imagino a Dussel sentado en silencio en una reunión de partido escuchando las más grandes tonterías sobre personas, pensando en qué hace él allí, y deseando sólo retirarse; y que al momento de hacerlo pedirle su opinión y responder: “está bien, todo muy bien”. Luego se diría: “para qué invitan a este señor que no habla, no opina, estando sólo desesperado por retirarse...” Esto es por no saber decir “NO”.
4. Mi convicción es que los pensadores serios nunca han tenido, ni deben tener qué ver, con partidos políticos. Deben estar siempre listos para debatir cuestiones de principios, de pensamiento, internacionales o problemas que pertenezcan al futuro, pero meterse a analizar lo que sucede internamente en los partidos y, peor aún dar soluciones, eso no corresponde a intelectuales porque su pensar es más bien abstracto. A Dussel hay que preguntarle para que han servido los partidos, el poder, el dominio, las guerras. No sobre fulano o zutano, acerca del castigo a los desfalcadores. No acerca de los dictadores, sino del significado de las dictaduras.
5. Dussel lleva una enorme ventaja sobre los intelectuales en el mundo, pues además de sus más de 50 libros ha impartido cientos de conferencias y participado en decenas de congresos internacionales en más de 50 países. Parece una exageración, sin embargo, la manera de explicar en sus conferencias los cambios históricos y defender su posición filosófica, lleva inevitablemente a tratarlo con respeto. Por ello me da risa que conforme el consejo de ese partido donde nada tendría que decir ni hacer. Pienso que lo metieron allí por no saber decir no, porque además ese tipo de gentes nada hacen por dinero, lo tienen vía universidades o instituciones. (13/VIII/23)
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