2/28/2010


La trampa de los contratos de Pemex

Javier Jiménez Espriú

Después de año y medio de aprobada la reforma energética, el consejo de administración de Pemex, cuya instalación con los nuevos consejeros profesionales tardó bastante más de lo normal, dio a conocer, hace un par de semanas, las reglas para la contratación de servicios de la paraestatal.

De inmediato surgieron voces de protesta objetando las reglas para los contratos incentivados que esconden, sin mucho cuidado, los contratos de riesgo, específicamente prohibidos por la Constitución y uno de los puntos que trajo mayores críticas y produjo la mayor polémica en los debates sobre la reforma propuesta por el presidente Calderón, y que finalmente quedó descartado.

Un grupo de diputados encabezados por Jaime Cárdenas, del PT, promovió una controversia constitucional que requería el apoyo de la fracción del PRI para lograr en número de votos necesarios para presentarla ante la Suprema Corte de la Nación.

El diputado Francisco Rojas, coordinador de la fracción de ese partido, independientemente de la posición contraria del senador Manlio Fabio Beltrones, manifestó en principio su apoyo, señalando que había lugar a la controversia constitucional.

La rápida reacción de la Secretaría de Energía de modificar la redacción de los contratos para que no hubiera duda de la intención de ajustarse a la ley y evitar así una controversia constitucional, a todas luces perdida, no deja dudas sobre varios puntos:

1.- La regulación aprobada por el consejo de administración de Pemex permite los contratos de riesgo.

2.- Demuestra palmariamente el nulo respeto de funcionarios y autoridades del sector, a la opinión de la mayoría, que en un debate abierto se manifestó en contra de dichos contratos y más grave aún, en contra de la ley que surge del debate.

3.- La obcecación del gobierno para suscribir dichos contratos con los que se entregaría a los contratistas parte del producto obtenido, que es patrimonio de la nación.

4.- La reiterada manipulación para transgredir la ley, a través de reglamentos secundarios.

En alguna ocasión, después de aprobada la reforma, expresé que se había logrado detener la entrega de Pemex, pero que no había que bajar la guardia porque vendrían nuevos embates. No pensé sin embargo que fueran tan pronto ni que fueran tan burdos.

Después de que como se dice vulgarmente los agarraron en la maroma, supongo que no nos pedirán que tengamos confianza en ellos, y que muestren los contratos revisados antes de cometer la barbaridad de suscribirlos. No sea que hayan querido chamaquear al diputado Rojas, para que transcurriera el tiempo límite para la presentación de la controversia constitucional.

Ya no pierdan más tiempo en artimañas a ver si alguna trampa tiene éxito, porque el tiempo es, como el petróleo, recurso no renovable, y como el petróleo, se nos está acabando.


El etileno: las palabras y los hechos

Antonio Gershenson

En ocasión de la reunión de jefes de gobierno de América Latina, los de México y Brasil se refirieron conjuntamente a la inversión de una empresa privada brasileña, Braskem, en la industria petroquímica mexicana, en especial en el proyecto que el gobierno federal ha llamado Etileno XXI. Sin embargo, los hechos en México y en Brasil son totalmente opuestos entre sí.

El etileno es muy importante, desde varios puntos de vista. Es un hidrocarburo, o sea que contiene sólo átomos de carbono y de hidrógeno. Esto hace que quede abarcado por el artículo 27 de la Constitución, cuando dice que tratándose del petróleo y de los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos (...) no se otorgarán concesiones ni contratos, ni subsistirán los que en su caso se hayan otorgado. A pesar de esto, desde hace años fue eliminado del artículo tercero de la respectiva ley reglamentaria, junto con otros petroquímicos, con la intención de privatizar su producción.

En el caso del etileno, los intentos de privatizarlo han fracasado a lo largo de los años. La materia prima básica del mismo es el etano, que a su vez se produce a partir del gas natural. El etano sigue en la lista de productos exclusivos del Estado. Uno de los elementos que ha frenado la producción del etileno (otro han sido los funcionarios que cierran plantas de Petróleos Mexicanos –Pemex– a diestra y siniestra) es que por decreto el gas dejó de venderse en México en función de su costo, que es muy bajo porque en su mayoría está asociado al petróleo y es éste el que tiene más valor. Por decreto de los tecnócratas se decidió que los precios del gas se fijaran en función de los de Estados Unidos, que son mucho más caros.

Entonces, Pemex Petroquímica (PPQ), para las plantas que no se han cerrado o vendido aún, le tiene que pagar a Pemex Gas y Petroquímica Básica el producto a precio estadunidense, más, en su caso, el costo de la separación y procesamiento del etano. Pero Pemex le daría el etano a la empresa privada ganadora por abajo del precio, a partir de sus ofertas en un concurso de los que los ganadores ya están desde el principio, que le da a PPQ.

El 9 de noviembre de 2009 se anunció que Pemex adjudicó el proyecto Etileno XXI a la sociedad conformada por las empresas mexicana Idesa y la brasileña Braskem. La inversión del proyecto será superior a 2 mil millones de dólares, y Pemex Gas y Petroquímica Básica se compromete a suministrarles 66 mil barriles diarios de etano a un precio fijo por un periodo no menor a 10 años. Se supone que la obra estaría en 2015. PPQ seguirá pagando en términos, nada fijos, de los precios de Estados Unidos.

Mientras tanto, Pemex, a pesar de lo que lo han lastimado, sigue siendo el único productor de etileno de México, y en ese sentido se sigue aplicando el artículo 27 de la Constitución. Aunque la producción de Pemex, gracias a quienes lo dirigen, sea muy inferior a su capacidad original.

La realidad de la petroquímica en Brasil es muy diferente. La empresa pública Petrobras y sus subsidiarias construyen el Complejo Petroquímico de Río de Janeiro (Comperj). Incluye una refinería que surtirá a las plantas petroquímicas. Al mismo tiempo que ésta, se acordó, hace poco más de un año, la construcción de otras cuatro refinerías, por supuesto que de Petrobras.

Mientras en Brasil se tomaron y se ejecutan estos acuerdos, en México los funcionarios andan viendo qué plantas de Pemex cierran y cuáles pueden vender o por lo menos conceder a particulares por muchos años.

El hecho de que, en medio de una reunión unitaria de América Latina, se hayan dado las declaraciones comunes que mencionamos al principio, no anula estas realidades contradictorias. Y, claro, Brasil ya empezó su recuperación desde el año pasado (en serio, con producto interno bruto –PIB– creciente, y no sólo con discursos) y México sigue cayendo. El PIB de 2009 bajó 6.5 por ciento, y en el último trimestre, del que se había dicho que ya estábamos creciendo, ese PIB tuvo una baja de 2.3 por ciento frente al mismo periodo del año anterior.

Sí, hay crecimiento, pero de las grandes empresas favoritas. También crece el desempleo.

El delirio de la disolución social

León García Soler

Quinientos tres mil mexicanos se incorporaron al desempleo en enero de este año. Suman 2 millones 700 mil 360 los desocupados, los marginados, los incluidos en las cifras oficiales conforme a impecable técnica, ajena a la realidad mexicana. No miente el Inegi. Simplemente no incluye a los millones de la economía informal, el autoempleo, el comercio callejero; al lumpen proletariado, diría algún memorioso del marxismo, o de los años que precedieron al 68 y en los que se exigía borrar de los códigos el delito de disolución social.

La desocupación afecta a 5.87% de la población económicamente activa, dice el Inegi. Los sicofantes de Javier Lozano, secretario del Trabajo y liquidador del sindicalismo, exigen comparar ese porcentaje con el de España y otros países industrializados. Estamos en Jauja. Desde luego, sin contar los de la economía informal; sin los millones entrampados en la miseria que se reproduce a sí misma y son incluidos en el censo asistencial, clientela de Oportunidades o del programa de Apoyo Alimentario: 28 millones de mexicanos en la pobreza extrema que aumentó en 5 millones en 2009. Ya pasó lo peor, dicen. Pero ya somos más de 50 millones los enlistados en la pobreza lisa y llana. Cananea en huelga y Javier Lozano asume facultades de legislador: Napoléon Gómez Urrutía no puede ser líder del sindicato porque nunca fue trabajador en mina alguna.

Con razón, dijeron los del delirio en el 15 congreso de la CTM, que de los cuatro líderes habidos, el vano abogado Joaquín Gamboa nunca había sido obrero. Tampoco lo fue Vicente Lombardo Toledano. Hay clases hasta en la lucha de clases. Ahí volvió Beatriz Paredes al discurso revolucionario. Asunto de alianzas y con quién se hacen. La derecha clama por nueva ley laboral, por reformas al 123: ¿para qué? Para debilitar a los sindicatos; la esencia del contrato colectivo; para reglamentar el derecho de huelga y diluirlo en farsa; contratar empresas que proporcionan personal de bajos salarios sin derecho alguno. No cuenten con nosotros, dijo la dirigente del PRI. La gerontocracia cetemista abordó sus Mercedes. Pero los de a pie saben que los acuerdos con el PAN no se harán a costa del sindicalismo.

Ni modo ni manera, dijo Pánfilo Natera. La economía no crece; el PIB, la suma de lo que producimos los mexicanos todos, se redujo; decreció, dicen los economistas, 6.5% durante 2009. Y mientras los jóvenes turcos de Felipe Calderón multiplican sus mesnadas de asesores, se reduce a la mitad la inversión extranjera directa, ese fetiche de la tecnocracia dorada: 11 mil millones de dólares, al nivel de 1996, cuando llegaron apenas 9 mil millones de dólares al pozo del error de diciembre. Más salió con el saqueo de los señorones de la iniciativa privada a los que, según denuncia Carlos Salinas, Ernesto Zedillo les filtró la inminente devaluación y procedieron a comprar todos los dólares, a dejar sin reservas al país.

Viejos pleitos entre los causantes del naufragio, dicen las izquierdas del acuerdo con Mefistófeles, del voto útil que sacó al PRI de Los Pinos. Y encumbró a Vicente Fox, el de la ignorancia supina y la incontinencia verbal que ha vuelto para contribuir al envilecimiento del lenguaje político. Compañero de mesa, Roberto Hernández, diría ante Carlos Salinas que todo es global y estuvo bien entregar al extranjero el sistema bancario. Él vendió Banamex a Citibank. Y Ernesto Zedillo, el gestor, abajo firmante del manifiesto del NO a los del NO, dijo sí al consejo de Citigroup que lo designó miembro del consejo de administración de la trasnacional financiera estadunidense: abril es el mes más cruel... no para el de la sana distancia que se acercó a los dueños del dinero y entregó el poder a la derecha mocha.

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El conteo oficial de mexicanos sin trabajo no incluye al lumpen proletariadoFoto Archivo

Felipe Calderón reconoce que las alianzas son instrumento político y herramienta electoral; que hubo acuerdo con el PRI, y no cumplir acuerdos tiene un precio en política. Por lo pronto, su secretario de Gobernación vaga como fantasma por la casona de Bucareli, en cuya galería de antiguos encargados de despacho aparece la imagen de Victoriano Huerta, El Chacal, el soldadón del golpe, el que ordenó asesinar a Madero y Pino Suárez. Buen político, buen hombre, buen abogado, dice su jefe que es Fernando Gómez Mont. Será. Pero César Nava integraba la troika felipista con Jordy Herrera y el difunto Juan Camilo Mouriño: los de confianza de quien decía Carlos Castillo Peraza que en nadie confiaba. Ya hay coalición en Durango, en Oaxaca y esperanzas vagas en Hidalgo y Sinaloa.

Decir, desdecirse y apresurar la disolución social, ése es el elevado costo del juego de birlibirloque. Tras los dislates de Fox, los ataques frontales a cargo de Manuel Espino. El enemigo en casa y el victorioso don César calla, mientras el derrotado sonorense golpea el yunque con la intención de inventar fantasmas sucesorios con el peso y presencia de los gobernadores de Jalisco, Morelos y Guanajuato, cuya lealtad al Presidente no está en duda, pero son de cofradía ajena al michoacano. Tres secretarios de Gobernación ha tenido en tres años de gobierno. Y ni el encumbramiento de Ernesto Cordero en Hacienda, ni la incorporación de Gerardo Ruiz Mateos a Economía han servido para imaginarlos siquiera como aspirantes a la Presidencia en 2012.

El enemigo en casa. Manuel Clouthier, hijo del Maquío, de plano insultó al presidente Calderón, y declaró que no combaten al cártel de Sinaloa y dejan vía libre al Chapo Guzmán. En Los Pinos, Felipe Calderón declaró formalmente: Ni protegemos, ni escudamos, ni toleramos a ningún grupo criminal en el país, llámese como se llame; a todos los hemos combatido por igual. Las acusaciones son totalmente infundadas, falsas, fruto por lo menos, en el mejor de los casos, de un desconocimiento de las cosas, si no es que de otros intereses que otros deben aclarar. Pero las hizo un diputado federal, precandidato a gobernador, hijo de quien fuera candidato del PAN a la Presidencia.

Y para colmo, Genaro García Luna, el secretario de Seguridad, decidió avalar lo dicho por su jefe y difundir que “en el tema de El Chapo Guzmán Loera se ha complicado su captura, porque se ha generado en torno a él un entorno (sic) importante de la base social”. Claro como el lodo. Pero revive el ánimo patriotero del senador Santiago Creel ante la declaración de Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de América, que en Ciudad Juárez no hay imperio de la ley; que ha desaparecido el estado de derecho. Tanto decir y desdecirse alienta el delirio de disolución social.

De la cumbre latinoamericana y del Caribe surgieron buenas noticias para Pemex: el acuerdo con Brasil para construir una gran planta petroquímica en Coatzacoalcos, Veracruz. Pero la nueva dirección desestima la experiencia de los ingenieros petroleros: en Pemex Exploración designaron a Mario Ávila, protegido de los Mouriño. Es lamentable que Pemex se vuelva refugio para cuates y cuotas, dijo Manlio Fabio Beltrones.

Y el apasionado compromiso democratizador de los firmantes del manifiesto del No a la generación del No: la reforma propuesta por el presidente Calderón constituye el cambio más importante en el país desde 1994; llaman a aprobarla y luego a debatirla. La carreta delante de los bueyes: primero aprueben y luego debatimos. ¡Nadie sumiso ante el pobrecito presidente!



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