Julio Hernández López: Astillero
El licenciado Calderón parece plenamente rebasado. Frente a problemas cada vez más graves, apenas atina a valerse de recursos gastados, como las declaraciones demagógicas sabidamente encaminadas al incumplimiento, el abuso de los medios de comunicación para aparentar que algo medianamente aceptable está haciendo y la espera del paso del tiempo como mecanismo de sustitución de un escándalo de negligencia o corrupción por otro u otros ante los que repetirá la rutina inútil. Felipe no está generando nada importante, inteligente o novedoso para enfrentar la crisis que se está expresando en múltiples escenarios y de diversas maneras. Su gabinete es una colección de nulidades mediocres, sus políticas públicas parecen pasar solamente por las aduanas de la corrupción y la ineficacia, y su interpretación de la realidad parece estar sujeta siempre a condiciones nebulosas, a visceralidades y complejos, a una suerte de bandolerismo de alta burocracia.
Diciembre negro. Cual si estuviésemos a punto de entrar a un remolino como el de 1994, se acumulan los ingredientes explosivos. La élite gobernante festeja que libró el año conjetural del 10 y que birló a la sociedad el recuerdo de lo revolucionario para centrarlo con estilo de farándula en lo relativo a la Independencia. Pero al final del calendario temido por las presuntas coincidencias insurreccionales centenarias, los fantasmas parecen retozar y los diablos parecen andar sueltos de nuevo.
Estampas de desolación y abandono en San Martín Texmelucan. Nubes negras, éxodo de pobladores, temor colectivo frente a las siglas del monstruo sabidamente desquiciado, el Pemex de la corrupción permanente, del desvío de fondos de mantenimiento y correcciones técnicas, del saqueo de la riqueza colectiva a costa del desmantelamiento, el descuido, el peligro. Pero la administración felipista dispara de inmediato en defensa propia y, sin más seriedad indagatoria que la necesidad de apuntar hacia otro lado, arroja la hipótesis precoz de que el origen de la desgracia poblana sería el robo a ductos de la empresa petrolera, cometidos esos hurtos por particulares, no necesariamente por los funcionarios de toda la vida que han robado los ductos presupuestales, que han asaltado la riqueza colectiva para transformarla en privada, bandolerismo de alta burocracia en una franja de la Puebla del Góber Precioso en vías de dejar el poder a otro ahijado predispuesto a engordillarse, Rafael Moreno Valle.
Explosión y tragedia que desplazan a la que antes encabezaba la marquesina luctuosa nacional. El asesinato de Marisela Escobedo produjo un enojo que parecía tomar senderos de organización y protesta nacionales. Indignación por la historia de desdén e impunidad que las autoridades del Chihuahua ensangrentado fueron escribiendo en el caso de la madre en exigencia de justicia por el asesinato de su hija. Pero, también, el asomo de los ribetes de ligereza, manipulación y corrupción que conlleva el planteamiento de juicios orales que el sistema mexicano enfermo pretende manejar como novedad curativa cuando solamente será una nueva forma de agravar el cáncer institucional. Y la evidencia clara, el amago, la amenaza de que tal como ya se advertía desde que la nación fue arrojada a los pantanos de la guerra contra el narcotráfico, los tentáculos de ésta podrían servir para acallar protestas, ejecutar disidentes e inconformes y atemperar por la fuerza ánimos sociales combativos.
Ahogada la activista, tapen el pozo de los juicios orales. El gobernador priísta de Chihuahua, César Duarte, ha logrado el desafuero de los tres jueces que dejaron libre al asesino de la hija de Marisela Escobedo y trata de mostrar una actitud distinta a la de sus antecesores que sin esfuerzo se parapetaban tras un valemadrismo atenuado mediáticamente. Es muy probable que sólo sea una escenografía distinta, para una misma obra: en el norte del país, y en especial en Chihuahua, siguen gobernando los mismos poderes ocultos, y Duarte sólo será, como sucedió con sus antecesores, como pasa y seguirá pasando en otras entidades, administrador de las circunstancias, no gobernante rector. En Tamaulipas, por ejemplo, las grandes empresas parecen dispuestas a cerrar el año y el sexenio con preliberaciones a su personal de confianza, de tal manera que en Nuevo Laredo se produjo algo que técnicamente fue llamado fuga, pero que más parecía peregrinación o caminata deportiva, con más de 150 reos cruzando las puertas carcelarias por decisión propia o de sus consorcios mandantes.
Pasar Navidad en familia parecería ser también el destino de Diego Fernández de Cevallos, a quien sus Misteriosos Desaparecedores estarían a punto de liberar, según difusos comunicados por Internet que recibieron trato disparejo de parte de medios y periodistas, pues a pesar de la contundencia de las palabras incluídas en los comunicados presuntamente enviados por los secuestradores, unos los consideraron absolutamente confiables y otros los colocaron en la bandeja de los asuntos por confirmar. A ese escepticismo contribuyó sin duda el manoseo y los equívocos que algunos medios y periodistas han cometido en el tema, al extremo de que semanas atrás se anunció como un hecho inequívoco la liberación del ex candidato presidencial sin que, como es evidente, hubiese sido cierto el adelanto.
El supuesto anuncio de la devolución a la libertad del controvertido panista fue acompañado de un manifiesto en tres partes cuya redacción y objetivos fortalecen la necesidad de ser prudentes. Pudiera ser, en efecto, que el plagio de Diego hubiese sido cometido por una organización de corte izquierdista que reivindica el uso de la violencia para transformar al país, y que el diagnóstico de ese grupo sobre la realidad nacional coincidiera con las denuncias contra las mafias del poder que desde un plano enteramente pacifista realiza un precandidato presidencial, pero también pudiera ser que los diablos estén siendo intencionalmente soltados, en un México sin control, con un Calderón plenamente rebasado y frente a problemas cada vez más graves. ¡Hasta mañana!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Enrique Galván Ochoa: Dinero
El salario del miedo es una película del célebre director Henri Georges Clouzot, realizada en 1953, que narra la aventura de un grupo de hombres que se hace cargo de llevar una carga de dinamita con tal de escapar de la miseria y la desesperación. El argumento no es tan ajeno a México. Millares de jóvenes desempleados se contratan con las mafias porque no hay trabajo bien remunerado, aunque se juegan la vida y muchos la pierden; en su camino dejan una huella de horror entre gente inocente. Antes tenían una puerta de escape: migrar a Estados Unidos. Ahora nos parece una fortuna que hayan logrado huir millones de paisanos y que se ganen la vida pacíficamente con o sin papeles. Este fin de semana el gobierno calderonista dictó una disposición que inevitablemente fomentará el crimen en sus variadas expresiones: subió $2.40 el salario mínimo. Desde el próximo mes de enero el de la Zona A, que incluye el Distrito Federal, será de $59.80 al día. Los que corresponden a las zonas B y C todavía son más raquíticos: 58.10 y 56.75. El incremento es de 4.1%. Si hacen un comparativo con los ingresos que recibirá el presidente Calderón el próximo año, caerán en cuenta que el de un trabajador no es ni siquiera uno por ciento de su más que generoso ingreso. En la gráfica anexa incluyo un par de datos que sirven para hacer otro contraste: Lula, considerado uno de los mejores mandatarios de América y del mundo, gana menos de la cuarta parte que Calderón. Y en estos días entrega un país próspero y prestigiado internacionalmente, de lo cual difícilmente puede ufanarse el mexicano. El presidente de Chile, Sebastián Piñera, un próspero empresario, gana la mitad y el de Paraguay, Fernando Lugo, renunció a su sueldo y lo está donando a los indígenas.
El error de diciembre
Este mes se cumplen 16 años de aquel 1994 cuando ocurrió el error de diciembre, del cual se culpan recíprocamente Carlos Salinas y Ernesto Zedillo. El desenlace es muy conocido: la moneda sufrió una devaluación catastrófica, centenares de miles de personas no pudieron pagar sus automóviles, sus casas y departamentos y los perdieron. El cierre de empresas fue pavoroso. Salinas publica un nuevo libro con el ánimo de redimirse ante la opinión pública. El título es Democracia republicana. Ni Estado ni mercado: una alternativa ciudadana. Consta de 975 páginas y en ninguna explica cómo es que se hizo inmensamente rico. Su mejor defensor hasta hoy ha sido su excolaborador Luis Téllez, actual presidente de la Bolsa Mexicana de Valores. En una celebrada grabación telefónica se le oye decir que Salinas se robó la mitad de la partida secreta. La mayoría de los mexicanos pensaba que se la había robado toda.
Carlos Fernández-Vega: México SA
Por enésima ocasión, el Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos abiertamente violó la Constitución. Por unanimidad, los integrantes de esta instancia tripartita (patrones, representantes obreros y gobierno) se pasaron por el arco del triunfo lo establecido en la fracción sexta del 123 constitucional, que a la letra obliga a que los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos, algo que ni de lejos puede lograrse con un aumento como el por ellos autorizado para 2011, es decir, 2.30 pesos por día laborado, cantidad incluso menor en 32 centavos respecto del incremento aprobado para 2010.
No es la primera vez, ni será la última, que dicho consejo unánimemente viola la Constitución sin consecuencia alguna, como ya es costumbre. Para dar idea de qué se trata, en la década de gobiernos panistas (la cual, según Calderón, ha sido nada menos que orgásmica para quienes habitan este heroico país) el aumento promedio anual al salario mínimo ha sido de 1.79 pesos. La inflación general acumulada en esos 10 años fue de 54.35 por ciento, mientras el incremento al mini ingreso a duras penas alcanzó 47 por ciento, diferencia de 7.35 puntos porcentuales (casi 16 por ciento) en demérito del segundo concepto referido.
De cómo ha evolucionado el salario mínimo a lo largo de los últimos 30 años (el gobierno neoliberal, con cinco caretas) da cuenta la espeluznante gráfica que acompaña esta entrega de México SA, pero concretamente en el periodo de aquel personaje que en campaña prometió fortalecer el poder adquisitivo de los mexicanos (adivinen quién), el ya microscópico ingreso creció 6.91 pesos de 2007 a 2010. La inflación acumulada en ese periodo (hasta noviembre del presente año) fue de 18.93 por ciento, contra un aumento de 14.08 por ciento al citado salario. Si se incluye la perspectiva inflacionaria para 2011 y la reciente decisión del Consejo de Representantes para el mismo año, entonces las cifras respectivas serían 24-25 por ciento y 18.7 por ciento, respectivamente, con lo que el boquete en el poder adquisitivo se hace cada año más grande.
Lo anterior nada tiene que ver con el idílico discurso del inquilino de Los Pinos: “Los gobiernos democráticos (los panistas, desde luego) no sólo hemos frenado la pérdida del poder adquisitivo del salario, sino que, incluso, el poder adquisitivo del salario mínimo en México ha crecido más que la inflación, ha podido recuperarse en términos reales y en términos nominales por vez primera en 40 años en el país. Y eso ha sido gracias a que hemos sido responsables. Gracias a que cuidamos a México…”. Así es, nada que ver con lo que ha documentado el Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM: “Hoy las familias trabajadoras en México adquieren menos alimentos que al inicio del actual gobierno, lo que ha implicado el incremento de la pobreza en el país. La caída del poder adquisitivo durante el gobierno de Felipe Calderón sigue siendo mayor que la sufrida en todo el sexenio de Miguel de la Madrid y de Carlos Salinas de Gortari…”.
Dos semanas atrás, en insólito pronunciamiento, el Consejo Coordinador Empresarial exigió fortalecer el poder adquisitivo de los trabajadores, que históricamente ha tenido enormes pérdidas, y subrayaba la urgencia de otorgar remuneraciones reales positivas (ya descontada la inflación), toda vez que ese es el camino más eficaz para estimular el crecimiento del mercado interno y fortalecer la actividad económica del país. Entonces se destacó que lo deseable era que el llamado del CCE no quedara en discurso y que sus agremiados actuaran en consecuencia, es decir, que no procedieran como lamentablemente lo hicieron, una vez más, en el seno del Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos.
Pues bien, con el aumento aprobado para 2011 a los trabajadores formales e informales no les alcanzará siquiera para comprar, por ejemplo, un boleto del Metro (cuyo costo es de tres pesos) o para dos bolillos (el precio unitario de este producto de la canasta básica es de un peso con 50 centavos); tampoco para un viaje en autobús del transporte público de la ciudad de México (cinco pesos) y mucho menos para un litro de leche, producto que está por encima de 10 pesos. El avance a este indicador está lejos de ser suficiente para comprar productos de la canasta básica, como huevo, que vale 20 pesos el kilo (La Jornada, Fabiola Martínez). Eso sí, podrán adquirir 270 gramos de tortilla siempre y cuando el precio de ese alimento no se incremente.
Y, como siempre también, los sobados argumentos de los tres tristes representantes sectoriales para justificar su decisión: Es necesario preservar la planta productiva y las fuentes de empleo en el país, así como evitar presiones inflacionarias (gobierno); aceptamos, porque primero está la patria (los capos del sector obrero oficial); ya casi nadie gana el salario mínimo; se usa para fijar el monto de las multas (patrones). Lo han dicho hasta el agotamiento, año tras año, y no hay empleo, la inflación va al alza, los embutes son primero para la mafia de la CTM, y casi 6 millones de mexicanos ganan hasta un salario mínimo (la cifra crece a 9.7 millones si se incorpora a los mexicanos oficialmente empleados, pero que no reciben ingreso, de acuerdo con la estadística del Inegi).
En fin, como se ha comentado en este espacio, la triste cuan peligrosa situación es que país sin crecimiento económico no genera empleo; población sin empleo no obtiene ingreso; población sin ingreso carece de bienestar social, y sin éste el país va directo al estallido. El 82.4 por ciento de los ocupados formales e informales en el país obtiene un ingreso de cero a cinco salarios mínimos, de tal forma que con la decisión consensuada de patrones, líderes obreros y gobierno, alrededor de 36.7 millones de mexicanos obtuvieron un incremento en su ingreso de cero a 11.5 pesos diarios, en el mejor de los casos. ¿Así se reactiva la economía y se fortalece el poder adquisitivo? No. Así se promueve el estallido social.
Las rebanadas del pastel
Dice Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública, que el mercado mexicano de las drogas tiene un valor de 60 mil millones de dólares anuales. Pues bien, 60 mil millones de billetes verdes no pueden esconderse bajo el colchón ni caben en el cochinito. ¿Quién los lava? ¿Quién protege a los lavadores? ¿Por qué no le han seguido la pista en lugar de echar pura bala?
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx • http://twitter.com/cafevega
Por enésima ocasión, el Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos abiertamente violó la Constitución. Por unanimidad, los integrantes de esta instancia tripartita (patrones, representantes obreros y gobierno) se pasaron por el arco del triunfo lo establecido en la fracción sexta del 123 constitucional, que a la letra obliga a que los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos, algo que ni de lejos puede lograrse con un aumento como el por ellos autorizado para 2011, es decir, 2.30 pesos por día laborado, cantidad incluso menor en 32 centavos respecto del incremento aprobado para 2010.
No es la primera vez, ni será la última, que dicho consejo unánimemente viola la Constitución sin consecuencia alguna, como ya es costumbre. Para dar idea de qué se trata, en la década de gobiernos panistas (la cual, según Calderón, ha sido nada menos que orgásmica para quienes habitan este heroico país) el aumento promedio anual al salario mínimo ha sido de 1.79 pesos. La inflación general acumulada en esos 10 años fue de 54.35 por ciento, mientras el incremento al mini ingreso a duras penas alcanzó 47 por ciento, diferencia de 7.35 puntos porcentuales (casi 16 por ciento) en demérito del segundo concepto referido.
De cómo ha evolucionado el salario mínimo a lo largo de los últimos 30 años (el gobierno neoliberal, con cinco caretas) da cuenta la espeluznante gráfica que acompaña esta entrega de México SA, pero concretamente en el periodo de aquel personaje que en campaña prometió fortalecer el poder adquisitivo de los mexicanos (adivinen quién), el ya microscópico ingreso creció 6.91 pesos de 2007 a 2010. La inflación acumulada en ese periodo (hasta noviembre del presente año) fue de 18.93 por ciento, contra un aumento de 14.08 por ciento al citado salario. Si se incluye la perspectiva inflacionaria para 2011 y la reciente decisión del Consejo de Representantes para el mismo año, entonces las cifras respectivas serían 24-25 por ciento y 18.7 por ciento, respectivamente, con lo que el boquete en el poder adquisitivo se hace cada año más grande.
Lo anterior nada tiene que ver con el idílico discurso del inquilino de Los Pinos: “Los gobiernos democráticos (los panistas, desde luego) no sólo hemos frenado la pérdida del poder adquisitivo del salario, sino que, incluso, el poder adquisitivo del salario mínimo en México ha crecido más que la inflación, ha podido recuperarse en términos reales y en términos nominales por vez primera en 40 años en el país. Y eso ha sido gracias a que hemos sido responsables. Gracias a que cuidamos a México…”. Así es, nada que ver con lo que ha documentado el Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM: “Hoy las familias trabajadoras en México adquieren menos alimentos que al inicio del actual gobierno, lo que ha implicado el incremento de la pobreza en el país. La caída del poder adquisitivo durante el gobierno de Felipe Calderón sigue siendo mayor que la sufrida en todo el sexenio de Miguel de la Madrid y de Carlos Salinas de Gortari…”.
Dos semanas atrás, en insólito pronunciamiento, el Consejo Coordinador Empresarial exigió fortalecer el poder adquisitivo de los trabajadores, que históricamente ha tenido enormes pérdidas, y subrayaba la urgencia de otorgar remuneraciones reales positivas (ya descontada la inflación), toda vez que ese es el camino más eficaz para estimular el crecimiento del mercado interno y fortalecer la actividad económica del país. Entonces se destacó que lo deseable era que el llamado del CCE no quedara en discurso y que sus agremiados actuaran en consecuencia, es decir, que no procedieran como lamentablemente lo hicieron, una vez más, en el seno del Consejo de Representantes de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos.
Pues bien, con el aumento aprobado para 2011 a los trabajadores formales e informales no les alcanzará siquiera para comprar, por ejemplo, un boleto del Metro (cuyo costo es de tres pesos) o para dos bolillos (el precio unitario de este producto de la canasta básica es de un peso con 50 centavos); tampoco para un viaje en autobús del transporte público de la ciudad de México (cinco pesos) y mucho menos para un litro de leche, producto que está por encima de 10 pesos. El avance a este indicador está lejos de ser suficiente para comprar productos de la canasta básica, como huevo, que vale 20 pesos el kilo (La Jornada, Fabiola Martínez). Eso sí, podrán adquirir 270 gramos de tortilla siempre y cuando el precio de ese alimento no se incremente.
Y, como siempre también, los sobados argumentos de los tres tristes representantes sectoriales para justificar su decisión: Es necesario preservar la planta productiva y las fuentes de empleo en el país, así como evitar presiones inflacionarias (gobierno); aceptamos, porque primero está la patria (los capos del sector obrero oficial); ya casi nadie gana el salario mínimo; se usa para fijar el monto de las multas (patrones). Lo han dicho hasta el agotamiento, año tras año, y no hay empleo, la inflación va al alza, los embutes son primero para la mafia de la CTM, y casi 6 millones de mexicanos ganan hasta un salario mínimo (la cifra crece a 9.7 millones si se incorpora a los mexicanos oficialmente empleados, pero que no reciben ingreso, de acuerdo con la estadística del Inegi).
En fin, como se ha comentado en este espacio, la triste cuan peligrosa situación es que país sin crecimiento económico no genera empleo; población sin empleo no obtiene ingreso; población sin ingreso carece de bienestar social, y sin éste el país va directo al estallido. El 82.4 por ciento de los ocupados formales e informales en el país obtiene un ingreso de cero a cinco salarios mínimos, de tal forma que con la decisión consensuada de patrones, líderes obreros y gobierno, alrededor de 36.7 millones de mexicanos obtuvieron un incremento en su ingreso de cero a 11.5 pesos diarios, en el mejor de los casos. ¿Así se reactiva la economía y se fortalece el poder adquisitivo? No. Así se promueve el estallido social.
Las rebanadas del pastel
Dice Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública, que el mercado mexicano de las drogas tiene un valor de 60 mil millones de dólares anuales. Pues bien, 60 mil millones de billetes verdes no pueden esconderse bajo el colchón ni caben en el cochinito. ¿Quién los lava? ¿Quién protege a los lavadores? ¿Por qué no le han seguido la pista en lugar de echar pura bala?
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx • http://twitter.com/cafevega
Hace dos décadas, el primer Informe sobre Desarrollo Humano 1990 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) sintetizaba de inicio su razón de ser con una frase certera:La verdadera riqueza de una nación está en su gente; y fijaba su objetivo central: Enfatizar que el desarrollo se trata fundamentalmente de las personas, definiciones que impugnaron desde entonces las mediciones puramente económicas de los avances nacionales y que sentaron las bases conceptuales de los Objetivos del Milenio impulsados por la ONU.
Hoy, en su vigésimo aniversario, el Informe sobre el Desarrollo Humano 2010 reitera la vigencia de su origen con el subtítulo La verdadera riqueza de las naciones: caminos al desarrollo humano, y realiza un recuento histórico de los avances y retrocesos en el mundo.
Hoy, en su vigésimo aniversario, el Informe sobre el Desarrollo Humano 2010 reitera la vigencia de su origen con el subtítulo La verdadera riqueza de las naciones: caminos al desarrollo humano, y realiza un recuento histórico de los avances y retrocesos en el mundo.
David Brooks: American Curios
Tal vez es el agua en Washington. Los representantes políticos del pueblo aprobaron un regalo de Navidad a los más ricos al aprobarse una ley que extiende los recortes de impuestos promovidos por el gobierno de George W. Bush a los más ricos, derrotaron un esfuerzo para legalizar a estudiantes inmigrantes que llegaron como menores de edad indocumentados, y mientras tanto los políticos han abandonado todo intento de reforma profunda de Wall Street, el origen de una crisis que ha dejado a millones sin empleo, sin techo, y sin esperanza y a la vez ha nutrido la xenofobia contra los inmigrantes.
Pero no todo ha sido perdido: los homosexuales y lesbianas ahora podrán abiertamente participar en las invasiones, intervenciones y batallas militares de Estados Unidos en lo que algunos consideran como un gran logro para el movimiento de derechos civiles gay.
Con una dicción perfecta, memoria de lujo, sobrios ademanes que acompañan sus palabras y una cabellera de adolescente, a sus más de 93 años don Alberto Rodríguez Hernández, amistado consigo mismo y con la vida, vive cada día convencido de que “uno puede sentir y padecer las pérdidas, pero no perderse con ellas.
El día que me toque morir estaré serenamente preparado o, mejor, bien dispuesto para irme. Pero tampoco deseo irme, ¿eh?, aclara mientras ofrece otro tequila. “Si lo deseara ya hubiera encontrado la manera de dejar este mundo, del que me sigo enterando pero sin agobiarme por no poder arreglar nada, excepto cada día de mi existencia y de la de este perrito llamado Pingo, que es de mi hija pero a mí es a quien acompaña.
“Tres veces a la semana viene una señora que tiene la amabilidad de leerme de todo, incluso noticias. Los martes me visita un amigo con el que platico de básquet y de beisbol, no de política ni economía. Es maravilloso poder hacer lo que uno quiere sin complicarse la vida ni complicársela a nadie. Vivo con una de mis hijas y mi yerno pero ambos trabajan, así que el único trabajo que tengo es pasarla bien, con esta fortuna maravillosa de poder conservar el sabor de vivir, de ser y de saber estar, solo o acompañado pero, repito, con sabor, con disfrute, sin permitir que lamentaciones o abatimientos determinen mi vida.
El día que me toque morir estaré serenamente preparado o, mejor, bien dispuesto para irme. Pero tampoco deseo irme, ¿eh?, aclara mientras ofrece otro tequila. “Si lo deseara ya hubiera encontrado la manera de dejar este mundo, del que me sigo enterando pero sin agobiarme por no poder arreglar nada, excepto cada día de mi existencia y de la de este perrito llamado Pingo, que es de mi hija pero a mí es a quien acompaña.
“Tres veces a la semana viene una señora que tiene la amabilidad de leerme de todo, incluso noticias. Los martes me visita un amigo con el que platico de básquet y de beisbol, no de política ni economía. Es maravilloso poder hacer lo que uno quiere sin complicarse la vida ni complicársela a nadie. Vivo con una de mis hijas y mi yerno pero ambos trabajan, así que el único trabajo que tengo es pasarla bien, con esta fortuna maravillosa de poder conservar el sabor de vivir, de ser y de saber estar, solo o acompañado pero, repito, con sabor, con disfrute, sin permitir que lamentaciones o abatimientos determinen mi vida.
Simulación y peligro
El sábado pasado se decidió un incremento de 4.1 por ciento a los salarios mínimos, los cuales, a partir de enero de 2011, pasarán de 56.46 pesos a 59.80 en la zona geográfica A (2.34 pesos más que este año), de 55.84 a 58.10 pesos en la B (2.26 pesos de aumento) y de 54.47 a 56.75 en la C (incremento de 2.28 pesos). La medida debe cotejarse necesariamente con el índice inflacionario del año, el cual oscila, de acuerdo con las previsiones dadas a conocer a principios de este mes por el Banco de México, entre 4.75 y 5.25. Algunos analistas del sector privado sitúan el indicador entre 4.38 y 4.40 por ciento, pero la percepción generalizada es que el aumento de precios a lo largo de 2010 ha sido mucho mayor. En todo caso, las tarifas de gasolina, gas y electricidad, así como los productos de la canasta básica han experimentado incrementos sostenidos que obligan a cuestionar tasas inflacionarias tan moderadas como las referidas.Continuar
El Correo Ilustrado
A debate, el artículo 97 de la Constitución
En relación con la nota publicada en La Jornada, 15/12/10 –la cual plasma la petición que hace la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) al Congreso de la Unión para que se elimine el segundo párrafo del artículo 97 de la Constitución–, el Frente Universitario de Crítica y Acción (FUCA) difiere de la petición de la SCJN, ya que concluye que sí es jurisdicción de ésta el segundo párrafo del artículo 97, por lo que solicitamos se haga un mayor análisis jurídico, en el cual participen ministros, investigadores, profesores y alumnos, para enriquecer dicho artículo.
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Arturo Balderas Rodríguez: ¿Lucha de clases?
Los extremos a los que ha llegado la polarización en la política estadunidense son motivo de preocupación de un grupo de ciudadanos que advierte que, de persistir, el gobierno se puede paralizar. Por ello han iniciado un movimiento denominado Sin Etiquetas (No Labels). Dicen que los ciudadanos están frustrados por el tono de la discusión política y consideran que el divisionismo partidario está destruyendo la habilidad para gobernar. Consideran vital (el rescate) del centro político donde las ideas y propuestas se deben juzgar por sus propios méritos
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Iván Restrepo: Contaminación: pobreza, empresa y narco
En su reciente informe de labores, Patricio Patrón Laviada, Procurador Federal de Protección al Ambiente, sostuvo que, contra la creencia generalizada, no es la pobreza el principal factor de daño ambiental en México sino las grandes empresas voraces y el narcotráfico que domina en muchas áreas forestales. Cita el caso del triángulo dorado, que conforman los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua, así como las zonas boscosas de Guerrero, Tamaulipas y Michoacán. Patrón Laviada comentó el difícil trabajo que allí y en otras partes del país desarrollan los inspectores de la procuraduría en su tarea de hacer cumplir la normatividad ambiental. El miércoles pasado, ejemplificó, fueron retenidos ilegalmente en Sisal, Yucatán, ocho inspectores y cuatro agentes de la Policía Federal al intentar clausurar obras ubicadas en terrenos ganados al mar y donde destruyeron humedales protegidos legalmente por su importancia ambiental.
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Por las materias que mostró desde el principio, no era difícil prever que las filtraciones de Wikileaks iban a ser un caso de gran importancia y que su fundador, Julian Assange, no sería ni pronto ni fácilmente olvidado o perdonado por los sujetos de aquéllas, que fueron afectados directa o indirectamente de manera inmediata, empezando por Estados Unidos (EU). Hay que observar, solamente, la evolución que las notas periodísticas han tenido en unos cuantos días, para confirmar cualquier suposición que, por alarmista que hubiera podido parecer, a estas alturas ya seguramente quedó plenamente confirmada, incluso minimizando los supuestos de referencia.
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Bernardo Bátiz V.: Michoacán y el estado de derecho
El estado de Michoacán ha sido laboratorio experimental de la nueva práctica de suspender garantías individuales en forma generalizada, saltándose a la torera las disposiciones del artículo 29 constitucional. Sin oír a los secretarios de Estado y sin obtener previamente la aprobación del Congreso, el Ejecutivo federal, usando soldados, policías y marinos, pulverizó las garantías individuales en toda una entidad federativa y de facto, impuso el estado de sitio por tiempo indeterminado.
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Víctor Flores Olea: Tiempo de ser radicales
Termina este año sin que muchos se atrevan a decir lo necesario: sí, una democracia deslavada y simulada, un grave desequilibrio local y mundial entre riqueza y pobreza, un abismo de vida entre los incluidos y los excluidos, la globalización que sólo favorece a los pocos, con educación y salud para los menos, e ignorancia y muerte para las mayorías: un indigno mundo prepotente y dominador en manos de minorías con altanero desprecio para el resto, que muchos dicen no vale la pena ser vivido, y que demanda ser transformado y regenerado cuanto antes, so pena de desplomarse en el vacío. También como desaparición física –el efecto más grave de todos– de una sociedad de rapiña que no se detiene ni ante el peligro de la destrucción de la Tierra misma.
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León Bendesky: Sociedad y mercado
A la entrada de la segunda década del siglo XXI la relación que se ha planteado entre la sociedad y el mercado aparece como cuestión clave y sumamente conflictiva.
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