¡Qué vergüenza! Sí vergüenza ajena en el pueblo ante nuevas condenas al país, mientras los verdaderos responsables esconden la cara en el conocido y cansado discurso del triunfalismo a ultranza.
Teodoro Rentería Arróyave | Alainet |
Está a punto de terminar este dramático, caótico, complicado, desastroso en todos sentidos año de 2010, y nos llegan nuevas condenas, dicen o especifican a México; si los organismos internacionales dejaran el lenguaje diplomático, desde luego que en muchas ocasiones con el adecuado, afirmarían directos que son condenas al gobierno en turno.
Se podría alegar en formar convenenciera que muchas de las condenas son de acciones, decisiones y actos repulsivos de años anteriores, lo único que debe de ubicarse o mejor dicho identificarse es al gobierno que recibe la condena.
Inadmisible por tanto que se condene en forma generalizada a México, cuando el pueblo en su inmensa mayoría no sólo es ajeno a lo que prohíjan esas censuras o internacionales sino que además es la víctima inmediata de los actos que se reprueban.
En plena fiestas decembrinas, cuando nos preparábamos para abordar temas amables, nos llegan estas vergonzantes y vergonzosas censuras, claro para todos nosotros no para los directamente responsables que con el discurso manido del triunfalismo no son capaces de aceptar sus errores, pero eso sí son muy buenos para repartir culpas.
En estudio para Naciones Unidas se indica que la delincuencia organizada ha tomado las instituciones del país a nivel local y en muchos casos hay “complicidad política”. Prácticamente la inmensa mayoría de los municipios en una forma u otra están controlados por las bandas delincuenciales.
Según el trabajo que encabezó el reconocido profesor y gran investigador social y político del Instituto Tecnológico Autónomo de México, ITAM, Edgardo Buscaglia, al cierre de 2010, el 73 por ciento de los municipios del país se encuentra capturado o bajo el control del crimen organizado, y se proyecta un aumento para 2011.
En esa misma dinámica de deshonor, la Unión Europea, UE, condenó el asesinato de la activista mexicana Marisela Escobedo, quien recibió un disparo en la cabeza cuando reclamaba justicia por el homicidio de su hija.
"Luchaba para exigir justicia en el caso del asesinato de su hija Rubí Marisol y en contra de la impunidad en casos de asesinatos de mujeres en el estado de Chihuahua", dice el comunicado de la delegación diplomática de la UE en México.
En ese sentido, hizo un llamado a las autoridades para “esclarecer los hechos e identificar y llevar a juicio a los responsables de este asesinato”.
¡Qué vergüenza! Sí vergüenza ajena en el pueblo ante nuevas condenas al país, mientras los verdaderos responsables esconden la cara en el conocido y cansado discurso del triunfalismo a ultranza.
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