4/25/2012

Víctima de una estafa, mujer indígena pierde su patrimonio


Ex esposo le quita casa y abogados la desfalcan con 70 mil pesos


Por Patricia Chandomí, corresponsal

Ocosingo, 24 abr 12 (CIMAC).- Además de haber sido despojada de su casa por su ex marido, la indígena tzeltal Rosa Santiz López fue estafada con 70 mil pesos por diversos abogados que le dijeron que la defenderían de Marcos Sánchez Gómez en un pleito legal que se prolongó 12 años.

Rosa –originaria del municipio de Ocosingo– cuenta a Cimacnoticias su penar durante todo este tiempo por la defensa de su patrimonio y el de sus tres hijos.

En 1999 Marcos decidió separarse de la indígena con la promesa de que no le arrebataría el predio donde habían vivido juntos. Sin embargo, el hombre incumplió su palabra y sin el consentimiento de Rosa puso a su nombre las escrituras de la casa.

“El terreno lo compramos entre los dos, pero las escrituras estaban a su nombre. Era un pedazo de la casa y yo me afligí por construir una casa más formal… Así es que casi todo mi sueldo como maestra de primaria del nivel indígena de más de 10 años fue para construir la casa; tengo notas de compra de materiales a mi nombre”, explica Rosa Santiz.

“Madrugué años, me batí de lodo todos los días caminando selva adentro para que algún día pudiera yo tener una casa”, relata la indígena, ahora jubilada a sus 54 años de edad.

La vivienda se ubica en la Primera Avenida Norte Poniente número 285, en el barrio San Sebastián, en este municipio chiapaneco.

Además de poner los títulos de propiedad a su nombre, Marcos Sánchez cambió su estado civil de casado a soltero y heredó la casa a otros dos hijos (Guadalupe y Julio César, ambos de apellido Sánchez Gómez) fruto de su primer matrimonio.

ENGAÑADA

Guadalupe y Julio César se presentaron ante Rosa en noviembre de 1999 con las nuevas escrituras con el fin de quitarle la vivienda. La indígena fue a buscar a un abogado de nombre Alfonso Rodas Cruz para que la defendiera de esa injusticia.

“Tres años estuvimos dando vueltas y luego salió la sentencia a favor de Marcos. El abogado me dijo que no se pudo hacer nada”, recuerda la mujer.

“Me fui con otro licenciado de nombre Abraham Sánchez Martínez, un licenciado del municipio de Salto de Agua, y me dijo: ‘Rosa, para que se resuelva de volada su problema vamos a tramitar el divorcio, porque en el divorcio se ven los bienes’. Yo le pregunté ‘¿y si sale mal?’. Y me dijo: ‘No va a salir mal, confía en mi palabra’”, abunda la indígena.

Tres años después salió la sentencia del divorcio. Rosa buscó al abogado, quien le pidió que lo llamara por teléfono en una semana. “Como nunca me contestó el celular ni en su casa, fui a buscarlo a Salto de Agua. Pagué carro especial y grande fue mi sorpresa cuando me dijeron los vecinos del licenciado que es su costumbre dejar el trabajo tirado”, narra.

Desesperada y molesta, Rosa pidió consejo entre sus compañeros de trabajo, quienes le recomendaron al abogado Jorge Luis Gómez Martínez, oriundo del municipio de Chilón. “Es hijo de campesino, habla tzeltal, a lo mejor te ayuda porque es paisano”, le dijeron.

Rosa fue a ver al abogado. “Lo primero que le dije fue si mi caso tenía solución, y él me dijo que sí. Pero en 2009 salió la sentencia de la casa otra vez a favor de Marcos. Yo me quedé sin palabras y totalmente endeudada”, lamenta.

Los tres abogados le sacaron 70 mil pesos a Rosa en 12 años de pleito legal. Para pagar tuvo que pedir prestado a distintas personas que hoy le han multiplicado la deuda por los intereses.

La indígena dice que vive en una casa rentada con la menor de sus tres hijos. Se pregunta si algún día podrá pagar todo lo que debe.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario