1/15/2013

Los periodistas pal cafe.....



El rediseño sexenal genera escenarios enrevesados. Las ambiciones políticas, las zanahorias desde el poder y la imprecisión programática y operativa de la auténtica oposición propician viscosidad, yerros y aturdimiento. En los reacomodos es posible ver saltos inverosímiles, zigzagueos tácticos, apresurados cambios de camisetas y subastas de lealtades.
Pero, también, realineamientos que, obligados por las circunstancias, acercan a bandos confrontados entre sí pero ahora afectados por el nuevo mundo según Peña. Uno de estos casos se ha producido en el tema de las reformas laboral y educativa, que ha movilizado a profesores independientes del control gordillista, en el primer caso, y a los propios seguidores de Elba Esther en el segundo. Sucede, incluso, que aún manteniendo severas críticas al funcionamiento del cacicazgo en el SNTE y con pleno conocimiento del daño que al proceso educativo ha provocado esa maquinaria sindical, la reforma peñista aparezca tan engañosa en sus presuntos propósitos de transformación positiva que, más allá de la cacica y su camarilla, comienza a fortalecerse la necesidad de defender la escuela pública ante las pretensiones privatizadoras del taimado reformismo de Peña, Televisa y los pactistas marcadamente dignos de desconfianza.
Mundillo político mexicano al revés: la Secretaría de Gobernación, esmeradamente reforzada para que cumpla funciones de policía política con Miguel Ángel Osorio Chong a la cabeza, ahora anuncia preocupación y entusiasmo justiciero respecto a desaparecidos, cuando durante las décadas del poder priísta era Bucareli la instancia del poder federal normalmente acusada de provocar esas desapariciones, contra disidentes políticos y guerrilleros. O, para dar otro ejemplo: Francia se instala como celosa vigilante a distancia de lo que en las salas judiciales mexicanas hagan los ministros y el peñismo para desenredar el caso de Florence Cassez; de la agresividad de la pareja Calderón-García Luna a una posición tutelada en el expediente que deberá resolverse de manera aunque sea medianamente aceptable para el interés de París, para que el mexicano que adquirió Los Pinos pueda tener más adelante alguna gira sin contratiempos por Francia. O la significativa desmovilización acordada por el gobernador Arturo Nuñez y el PRD de Tabasco para que no hubiera protestas fuertes ni masivas ante la visita de Peña Nieto a la entidad, donde solamente los jóvenes del 132 y algunos grupos minoritarios sostuvieron la oposición al mexiquense, que con tanta placidez pudo visitar la tierra electoralmente cedida al lopezobradorismo.
En esos planos aún sin suficiente claridad se ha producido la designación de Jaime Martínez Veloz (quien renunció al PRI en 2002) como comisionado peñista ya no solamente para diálogos chiapanecos, sino en general con pueblos indígenas. El radio de acción se extiende por todo el país para quitar exclusividad al movimiento zapatista y se retira el concepto de negociación, para quedar solamente en una Comisión para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México.
Martínez Veloz fue, como diputado federal, un miembro clave de la Comisión para la Concordia y la Pacificación de Chiapas (Cocopa) y colaboró con gobiernos como el de Pablo Salazar Mendiguchía en una suerte de enlace con los movimientos indígenas locales. Coahuilense de origen, aunque ha hecho vida política en Baja California, adonde llegó como entusiasta promotor de programas de la Secretaría de Desarrollo Social, Martínez Veloz podrá tener conexión productiva con su paisano Javier Guerrero, quien dejó la Secretaría de Desarrollo Económico del gobierno de Rubén Moreira para ocupar una subsecretaría en el equipo de Rosario Robles.
Con Manuel Espino por delante, el proyecto peñista-rosarista de creación de un nuevo partido abona también al confusionismo. Se multiplicarían las opciones electorales (con la vista puesta en obstruir a Morena) pero, sobre todo, se duplicaría el fenómeno del partido-gobierno, que tan afanosa como fallidamente practicó Calderón con el PAN y que ahora sostiene Los Pinos con César Camacho como comisionado en Insurgentes Norte 59. Ahora no solamente sería el clásico PRI-gobierno, sino el Concertación Mexicana-gobierno, en una maquiavélica apuesta de simulación opositora cuyos hilos desde ahora descansan en el regazo del titiritero Salinas y su muñeco de oportunidad.
Con Robles y los fondos de desarrollo social como puntos de referencia, habrá buena perspectiva de crecimiento político y electoral para el foxismo, que tiene a Espino como personero; para los hermanos Arce y Círigo, que entre otras miras tienen la de cerrar el paso al perredismo y al Morena en las siguientes elecciones capitalinas, y para Ramón Sosamontes, que compartió amarga suerte con Rosario Robles en los episodios ahumados en los que también fue involucrado como beneficiario de la envenenada vocación prestamista del empresario de origen argentino.
Sosamontes fue quien presentó a Carlos Ahumada a la entonces jefa del gobierno de la ciudad de México, Rosario Robles. En su libro, Derecho de réplica, el empresario menciona: como simpatizaba con los proyectos de izquierda, me deslumbré con participar en el PRD, con gente como Ramón Sosamontes y Rosario Robles, en quienes creí ciegamente y que hoy sigo pensando estaban comprometidos con su proyecto. Posteriormente, me cautivó Lázaro Cárdenas (Batel), a quien considero una buena persona. Enredé todo esto con mi actividad principal que era la de empresario; me metí, como se dice, entre las patas de los caballos, en un conflicto de pesos pesados, como fue la pugna de Andrés Manuel con los Cárdenas. Después se sumaron a esto Salinas, Diego Fernández, la elección de 2006.
Así andan las cosas en el alrevesado escenario del rediseño sexenal. Y, mientras Mónica Mateos-Vega nos ha hecho saber que el desfile de huesos patrios organizado por el fúnebre Calderón en 2010 era, en varios aspectos, también espurio, rellenas las urnas con restos imprecisos o francamente ajenos, hasta asomos de venado como promiscuidad forense, ¡hasta mañana!
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Si hubiera alguna duda de que gente ligada a Televisa está detrás de la reforma educativa recientemente aprobada por el Congreso –en proceso de ratificación por las legislaturas locales, ya que modifica la Constitución– debería seguir los tuits de uno del equipo de Emilio Azcárraga: se trata de Claudio XX González. (Doble equis para diferenciarlo de su papá del mismo nombre, que sólo utiliza una). Expresa el joven Claudio –también presidente del grupo Mexicanos Primero– en los escasos caracteres que permite Twitter: Mentira que reforma al 3ero. Constitucional atenta contra intereses de maestros. Les dignifica. Ataca prácticas y control de cúpulas corruptas. ¿Se refiere a la miss Gordillo o habla al tanteo? Esto dice en otro: Totalmente falso que reforma al 3ero Constitucional busque privatizar educación. Lo que busca es procurar educación pública de calidad. Y en uno más anticipa que van por todo: Reforma al 3ero Constitucional, sólo el inicio de reforma educativa. Abre puerta para más cambios. Oportunidad histórica. No la perdamos. ¿Y mientras tanto qué hace, cómo se defiende la pobresora? Supuestamente sus huestes están llevando a cabo un movimiento de resistencia pacífica. Sin embargo, los disidentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación aseguran que es una pantomima, porque sus diputados, los del Panal, están muy activos votando en favor de la reforma. Típico, dirían quienes la conocen bien.
Chrysler, reconocimiento
Esta semana Detroit, la capital mundial de la industria automotriz, se convierte en doble capital, porque es la sede del Auto Show. Es difícil sobresalir entre tantas marcas, modelos, innovaciones, precios. El presidente de Chrysler de México, Fred Díaz, anunció que en el marco de la exhibición la nueva Ram 1500 fue nombrada North American Truck/Utility del año 2013 por un panel de expertos. Para la marca de camiones Ram, esto se clasifica como uno de los días más orgullosos en nuestra historia, dijo.
Emprendedores
Hace falta que tenga éxito –y mucho– el nuevo Instituto Nacional del Emprendedor. En realidad de nuevo sólo tiene el nombre. Para efectos prácticos es el remplazo de la Subsecretaría para la Pequeña y Mediana Empresa, una dependencia de la Secretaría de Economía, en la que ahora despacha Ildefonso Guajardo. ¿Recuerdan a su antecesor, Bruno Ferrari? Enfermó en los últimos días del sexenio. Su creación –o rebautizo, como quiera vérsele– fue anunciada por el presidente Peña Nieto la semana anterior en el contexto del 95 aniversario de la Concanaco-Servytur. La mayor parte de las empresas nacen en la economía informal. No obstante los cuantiosos recursos que se supone fueron dedicados a su fomento durante la docena trágica, el número registrado en el Seguro Social apenas creció.
Peras y manzanas
El fin de semana la Secretaría de Hacienda emitió un comunicado para justificar los gasolinazos. Compara los precios de Pemex con los de Estados Unidos. Sin embargo, hay algo que echa por tierra sus argumentos. Es enorme la diferencia entre la capacidad económica del consumidor estadunidense frente a la del mexicano. Aquí el salario mínimo es de 8 pesos la hora. En San Francisco, California, es de 10 dólares la hora, es decir, 126 pesos. La diferencia es abismal. Un mexicano de salario mínimo necesitaría toda su quincena para llenar el tanque del coche; en San Francisco con cinco o seis horas de trabajo sería suficiente. No se pueden comparar peras con manzanas.



Cuando se trata de recomendaciones para salir del hoyo, nadie se detiene. Ideas por acá, pautas por allá y rutas a seguir por acullá. Todos son muy creativos a la hora de proponer alternativas para superar el endémico raquitismo económico que desde hace 30 años padece el país, aunque a la hora de la hora, en el momento de la acción, quienes propusieron tal o cual salida o firmaron uno u otro pacto son los primeros en echarse para atrás.
En esa dinámica, por enésima ocasión, el hombre más rico del mundo ha brincado a la palestra para aportar cifras y dar recomendaciones para que la economía mexicana reporte un crecimiento anual sostenido de entre 4 y 6 por ciento (aunque en realidad lo que el país requiere como mínimo es esta última proporción) y así comience a salir del estancamiento, genere empleo formal suficiente y bien remunerado, y, en fin, México inicie el ascenso por la escalera del desarrollo.
Claro, se trata de Carlos Slim, quien ayer ilustró a propios y extraños: México requiere de una inversión anual de entre 250 mil y 300 mil millones de dólares para tener un crecimiento económico de 4 a 6 por ciento, es decir, una inversión anual equivalente a 20-25 por ciento del producto interno bruto. Desde luego que el empresario Forbes no descubre el hilo negro, pero sus declaraciones y cifras se han convertido en tradición, aunque no necesariamente correspondan a los hechos.
Es recurrente que el megaempresario tome el micrófono en eventos públicos para ofrecer cualquier cantidad de fórmulas para superar el estancamiento económico, entre ellas, de forma destacada, la inversión privada al ser, según dice, una herramienta de crecimiento y desarrollo. Bien: el país requiere ideas y soluciones para salir del hoyo, pero el problema es que a la hora de la acción todo el mundo finge demencia, comenzando por aquellos que son más activos en eso de presentar propuestas y alternativas.
Lo anterior viene a colación porque sólo en el sexenio calderonista el país exportó capitales (léase salieron capitales privados) por más de 111 mil millones de dólares, es decir, casi la mitad de la inversión anual que el propio Slim recomienda como mínima para que México comience a salir del hoyo, deje atrás el raquitismo económico y clausure la enormemente productiva fábrica de informales y pobres.
¿Y quiénes tienen la capacidad económica-financiera para exportar esa voluminosa cantidad de dinero, equivalente a 10 por ciento del producto interno bruto? Desde luego que no son los campesinos ni los obreros. Tampoco los empleados y, mucho menos, los desempleados. Son, precisamente, los que no pierden oportunidad de tomar el micrófono en actos públicos para recomendar tal o cual salida, ésta o aquella acción, para superar el subdesarrollo y entrar al mágico paraíso del primer mundo. En tiempos de Fox, México exportó 62 mil millones de dólares adicionales, de tal suerte que a lo largo de la decena trágica, pintada de blanco y azul, la salida de capitales superó 173 mil millones de billetes verdes.
En este contexto es inevitable recordar aquel Pacto de Chapultepec, firmado el 29 de septiembre de 2005 por los megaempresarios (dueños) del país, promovido por el propio Carlos Slim y aplaudido y avalado por el gobierno panista de Vicente Fox y por el entonces precandidato blanquiazul a la Presidencia de la República, el inefable Felipe Calderón. En aquella ocasión los barones mexicanos, junto a no pocos políticos de distintos partidos, se formaron para estampar su rúbrica al pie del documento que daba cuerpo al pomposamente denominado Acuerdo Nacional para la Unidad, el Estado de Derecho, la Inversión y el Empleo (el nombre real del citado pacto).
¿Qué promovía tal acuerdo y a qué se comprometían sus abajo firmantes? Pues a fortalecer el estado de derecho, impulsar el desarrollo del país, incrementar la inversión interna y aumentar la generación de empleo, o lo que es lo mismo lo que más de siete años después Carlos Slim propone como novedad. Y puede ser él quien recomienda u otros empresarios o sus organizaciones. Por ejemplo, el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, que todos los años hacen su show con el inquilino en turno de Los Pinos para hacer público su compromiso de inversión.
En aquel septiembre de 2005, tras la firma del Pacto de Chapultepec, el propio Carlos Slim aseguraba que postergar un acuerdo de unidad nacional que postule el estado de derecho, el desarrollo, la inversión y el empleo sería una irresponsabilidad histórica que profundizaría inequidades y problemas sociales; estas convicciones son las que nos han reunido ahora. Es justo reconocer que muchos de los abajo firmantes honraron su compromiso, aunque no necesariamente en México, es decir, invirtieron, sí, pero en otros países; generaron empleo, sí, pero allende nuestras fronteras, y generaron riqueza, sí, pero estrictamente para ellos, y los más de 173 mil millones de dólares exportados dan cuenta de ello.
Es menester recordar que entre los abajo firmantes del Pacto de Chapultepec aparecían los mismos de siempre: Carlos Slim, Lorenzo Zambrano, Emilio Azcárraga, María Asunción Aramburuzabala, Gastón Azcárraga, Eugenio Garza, Carlos Hank Rhon, Juan Diego Gutiérrez Cortina, Gilberto Borja Navarrete, Claudio X. González, Manuel Medina Mora, Ricardo Salinas Pliego, Héctor Rangel Domene, Lorenzo Servitje, Olegario Vázquez Raña, Roberto Hernández y Alfredo Harp, quienes se manifestaron en favor de invertir y generar empleo en casa, con el fin de, entre otras prioridades, contribuir a redistribuir el ingreso. Y cumplieron, sí, exportando sus capitales.
A 30 años de distancia, el Estado no participa en actividad económica alguna, salvo el petróleo y lo que queda de generación pública de electricidad. La economía mexicana está privatizada prácticamente 100 por ciento, al capital se le ha dado amplia manga, las decisiones se toman entre los barones y el gobierno se ha transformado en simple gerencia. Entonces, así como a las autoridades y los políticos se les demandan seriedad y compromiso con el país, hay que exigir lo mismo a sus dueños, que dejen el micrófono, cumplan sus compromisos y se pongan a trabajar, porque la iniciativa privada, pero especialmente los barones, ni lejanamente han estado a la altura de lo que México requiere.
Las rebanadas del pastel
Entonces, cierto es que al país le urge una nueva clase política, pero también, con el mismo apremio, una nueva clase empresarial.



Entre las chichas de maíz que consumen los pobladores de buena parte de Chile y otros países de América del Sur, las hay de distintas gradaciones y colores. Bernabé Cobo escribe en 1654 que “se hace chicha colorada, blanca, amarilla, cenicienta y de otros colores. Una muy fuerte, llamada sora, que hacen de maíz, que primero está algunos días enterrado, de maíz tostado, otra de maíz mascado, y de otras maneras…” No sólo se usaron los granos: también había chicha de la caña de maíz verde molida; según el mismo Cobo, verde la chupan los indios como si fuera caña dulce y en algunas partes hacen de su zumo miel y vinos.
La importancia cultural de la chicha entre los mapuches se muestra en cómo distinguen la chicha muday o púlcu, la chicha de apariencia turbia o muscu, y la bien clarificada: huycon. Pero no sólo había chicha de maíz; también se hizo de cereales regionales, como la quínoa, cuyas semillas se procesan como el amaranto, de teca, y de otro cereal que allá se conoce como mango.



El pasado bluesero, así como el sicodélico; las acuarelas sónicas excitantes y atmosféricas volvieron a ganar peso en 2012, así como la profundidad de los corazones sinceros y desolados, cual espejo y a la vez escape de los tiempos que corren. Hoy, la primera parte de los sonidos que sobresalieron y/o mejor representaron al año pasado.
1. Scott Walker. Bisch Bosh. Deslumbrante pieza la de este hombre-leyenda estadunidense-británico, que cruza los límites de la música contemporánea con el rock y la orquestación, para plasmar horror, desconcierto y apocalipsis, de forma valerosa, desquiciada, sin dejar de ser gozoso. Nadie de su estirpe está haciendo algo tan extremo, con una voz tan profunda y propia (reseña completa: http://bit.ly/VIbVwD ).



Ciclistas exigen que las autoridades cumplan sus promesas
En Periférico, ahora Autopista Urbana, entre Reforma y Chivatito, había dos bellos puentes peatonales para cruzar esta vía, que derrumbaron por esta obra.

Hemos leído en La Jornada (13/1/13) que en las Costas de Guerrero se ha organizado en muchas comunidades la policía comunitaria, y aun desde 1995 el ejercicio de la justicia según usos y costumbres (como en la CRAC2). Y se nos informa que la policía del Estado se ha hecho presente en algunos pueblos, según versiones, para tomar bajo su responsabilidad a algunas personas acusadas de actos contra la comunidad, contra las leyes establecidas. Se acusa igualmente de que este tipo de organizaciones está socavando la soberanía del Estado y se organizan fuera de éste, y aun contra éste. Pareciera que luchan por una autonomía que el Estado debiera concederles. Creo que se usan categorías políticas que sería bueno meditar un poco.

El Pacto por México y el gobierno federal llevan a cabo una campaña en medios de comunicación para convencer a los maestros de México y a la opinión pública sobre las bondades de la reforma educativa recientemente aprobada por el Congreso de la Unión.

Hace más de mil años que la educación surgió como espacio de lucha política. La lucha por apoderarse de la mente de los niños y los jóvenes equivale a apoderarse del futuro. Los contenidos de la educación no son sólo conocimiento, son también instrumentos de dominación ideológica. Por eso la lucha por la escuela ha sido siempre una lucha política por los grupos que han intentado predominar en la enseñanza. Como en tantos espacios sociales, la historia de la educación ha estado oscurecida por los intereses políticos en conflicto.

Con un científico social a la cabeza y el presupuesto más alto en su historia, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) buscará convertirse en un instrumento esencial para lograr la transformación del país. Así lo entiende el doctor Enrique Cabrero Mendoza, quien al rendir protesta como director general de ese organismo dijo con claridad que, aunque llegamos tarde, México debe insertarse ya en la sociedad del conocimiento.

Los premios de la Bienal Tamayo integran ya una colección. Si se abriera a otras modalidades allende la pintura, vendría a coincidir con la Bienal Femsa, de Monterrey, que guarda igualmente una bien establecida trayectoria. ¿Qué depara la pintura actual?, buen tema para discutir.





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