Ottawa, 5 mar (PL) Un grupo de mujeres indígenas de Canadá demandará hoy al Gobierno que comience una investigación nacional sobre los casos de al menos 800 originarias asesinadas y desaparecidas en los últimos 50 años.
Miembros de una asociación femenina de la provincia de Nueva Escocia realizarán una vigilia frente a la sede del Parlamento, ubicado en esta capital, para manifestar su decepción con las autoridades federales por la falta de una respuesta y de acciones concretas contra ese flagelo.
Un reciente estudio académico elevó de 600 a 852 la cifra de nativas desaparecidas y asesinadas, pero los aborígenes denuncian la existencia de más de cuatro mil hechos, principalmente en las provincias de Columbia Británica, Manitoba y Ontario.
Otro informe internacional confirmó que muchas de las víctimas murieron, fueron maltratadas y violadas por agentes de la policía, pero el Gobierno no indagó lo suficiente en ningún caso, no buscó culpables y sigue sin adoptar recursos legales para evitar esos crímenes.
Según la presidenta de la asociación, Cheryl Maloney, en la vigilia también participarán representantes de diversas comunidades aborígenes y la diputada Megan Leslie, del opositor Nuevo Partido Democrático.
La actividad servirá, además, de homenaje a la estudiante Loretta Saunders, de la etnia Inuit e irónicamente convertida en la más reciente víctima del feminicidio indígena.
La joven, de 26 años, investigaba en su tesis universitaria el misterio alrededor de ese fenómeno, pero desapareció el pasado 13 de febrero y la policía halló su cadáver 15 días después.
Su caso reposicionó otra vez en la prensa nacional e internacional el tema de las originarias desaparecidas y asesinadas, una de las principales preocupaciones de la población aborigen de Canadá.
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