Desde una prisión de máxima seguridad en Tepic, Nayarit, Nestora Salgado, comandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá” envía un mensaje a sus compañeros: “no tengan miedo de nada, que yo no estoy presa por ser policía comunitaria, sino que me crearon unas acusaciones falsas”.
desinformémonos
México, D.F. “Al
gobierno le molesta que existamos, nosotros sólo pedimos seguridad para
nuestros pueblos, no nos debemos a nadie, sólo a nuestros pueblos”,
declara desde un penal de máxima seguridad en Tepic, Nayarit, Nestora
Salgado, comandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá.
Acusada
del delito de secuestro desde hace más de diez meses, Salgado denuncia
que el gobernador y el procurador del estado le crearon un delito, todo
porque ella denunció las complicidades entre el crimen organizado y los
funcionarios locales, lo que la llevó a un encarcelamiento plagado de
irregularidades en todo el proceso. Nestora asegura que lo que le está
ocurriendo es parte de una ofensiva contra la Coordinadora Regional de
Autoridades Comunitarias de Guerrero – Policía Comunitaria (CRAC – PC),
que nació en 1995.
En la Montaña y
la Costa Chica de Guerrero, después de que diversas organizaciones
denunciaron y se organizaron para impedir la entrada de diversos
proyectos mineros, se agudizaron la creciente criminalización, el
encarcelamiento y la compra de voluntades de algunos dirigentes
sociales de la zona.
Eliseo del
Villar, quién fuera coordinador de la CRAC – PC, hace un año fue
acusado de robo a la institución comunitaria, y quedó en evidencia su
vínculo con el gobierno de Ángel Aguirre. Villar es responsable, con
el gobierno, de criminalizar y encarcelar a los y las policías
comunitarias porque le molestaban; sus acciones llegaron al extremo de
enfrentamientos armados que provocaron el fallecimiento de varias
personas, denuncia Nestora.
Como
parte del clima de represión que se vive en Guerrero, en los últimos
días, Marco Antonio Súastiegui Muñoz, miembro de Consejo de Ejidos y
Comunidades Opositoras a la presa La Parota (CECOP), y de la policía
comunitaria adherida a la CRAC – PC, que luchan contra uno de los
proyectos más ambiciosos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE),
fue torturado y detenido el 17 de Junio por parte de la Policía
Ministerial (PM), acusado de tentativa de homicidio, y enviado al mismo
penal donde se encuentra Nestora Salgado.
Los
dos son presos políticos que además de que pertenecen a organizaciones
históricas en la región, se han organizado por el alto índice de
violencia e inseguridad en una región donde se encuentran las
principales entradas a la Montaña, lugar de interés de las empresas
mineras.
Los activistas que están
presos actualmente son: Arturo Campos Herrera, indígena Na savi y
consejero de la Policía Comunitaria; Nestora Salgado García, Gonzalo
Molina González, Promotor en Tixtla de la Policía Comunitaria; Antonia
Cano Morales, joven Na Savi; José Leobardo Maximino, recluido en un
penal de Acapulco por portación de armas de fuego de uso exclusivo del
ejército; Marco Antonio Súastegui, opositor a la presa La Parota;
Rafael García Guadalupe, Benito Morales Justo, Abad Francisco Ambrosio,
Florentino García Castro, Eleuterio García Carmen, Samuel Ramírez
Carmen, Ángel García García, Bernardino García Francisco, en total 18
policías comunitarios que el 21 de agosto de 2013, en operativos en las
comunidades de El Paraíso y Olinalá, mientras se llevaba a cabo un
protesta, fueron apresados.
Desde el penal de Tepic, en entrevista telefónica con Desinformémonos,
Nestora Salgado explica que ha recibido muchas visitas de varios
centros de derechos humanos, pero “aunque vengan los defensores, la
cosa se pone peor, aquí no hay cambios. Es vergonzoso cómo trabaja la
Procuraduría General de la República junto con el gobernador (Ángel
Aguirre). Es obvio que les estorbamos, eso me queda claro”.
La
exigencia de libertad de Nestora Salgado ha cruzado las fronteras.
Diversas organizaciones se han movilizado junto a personalidades
políticas de Estados Unidos, para exigir al gobierno su liberación
inmediata.
“Me da miedo pensar
cuánta gente inocente esta en esta prisión. Yo creo que vale la pena
luchar por ellos; yo les digo a los que han estado conmigo en esta
lucha que no tengan miedo de nada, que yo no estoy presa por ser
policía comunitaria, sino que me crearon unas acusaciones falsas”,
concluye la comandanta, en los escasos cinco minutos que le dieron
permiso de hablar.
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