Por
En
apenas cinco meses, entre agosto y diciembre de este año, los tres
nuevos partidos políticos recién autorizados por el INE le costarán al
presupuesto público 36.5 millones de pesos cada uno, un total de 109.5
millones de pesos que pagarán los contribuyentes para financiar los
primeros meses de operación de esas nuevas organizaciones políticas. El
gasto anunciado ayer por el INE se suma a los tres mil 800 millones de
pesos que se habían autorizado para los otros siete partidos políticos
ya existentes en este 2014.
Aunque el Instituto Nacional Electoral argumenta que el presupuesto
autorizado a los nuevos partidos no significa un incremento al gasto
partidista autorizado para este año y el dinero se tomará del mismo
monto ya aprobado (los tres mil 800 millones de pesos), lo cierto es
que igual es dinero público que irá a parar a actividades políticas
(capacitación política, impresiones editoriales, franquicias postales y
franquicias telegráficas) que difícilmente pueden representar un
beneficio directo para la población, más allá de quienes integran las
nuevas fuerzas políticas.
Porque 109 millones de pesos para la operación de tres partidos por
cinco meses parece demasiado si se compara con los 117.5 millones que
se le otorgaron este año a la UNAM para el mantenimiento de Institutos
y Centros de Investigación, o con los 122 millones de pesos que se
invertirán en dar mantenimiento a la infraestructura de la Ciudad
Universitaria, para no hablar de los 80 millones de pesos que se
destinarán a dotar con equipos de cómputo a las escuelas preparatorias
y bachilleratos de la Universidad Nacional. ¿Será más importante el
gasto en partidos políticos que en la educación universitaria?
Como ese, los ejemplos sobran si se consulta la página de
Transparencia Presupuestaria de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público donde se informa de los montos del gasto de inversión en
distintas áreas del gobierno federal. Por ejemplo, mientras los tres
nuevos partidos costarán 109 millones de pesos en cinco meses, para los
servicios de educación inicial y comunitaria, la SEP invertirá todo el
año 139 millones, apenas 30 millones más del gasto en partidos. O la
Secretaría de Agricultura que destinará en 2014 sólo 75 millones de
pesos para construir una presa de riego en Huetámo, Michoacán, y 32
millones para construir otra presa en Huanusco, Zacatecas. ¿Qué le
traerá más beneficio a este país, la producción agrícola o la operación
de nuevos partidos políticos?
Para el Programa de Mantenimiento Integral de la Red Federal de
Carreteras, por ejemplo, la SCT invertirá todo este año 131 millones de
pesos, mientras que el IMSS destinará 50 millones de pesos todo el 2014
al mantenimiento y rehabilitación de las Unidades Médicas Familiares en
el país, eso significa la mitad de lo que costarán los nuevos partidos
en sólo cinco meses.
El presupuesto asignado por el INE a las tres fuerzas políticas de
reciente registro también duplica los 50.3 millones de pesos que el
Instituto Politécnico Nacional invertirá en su programa de
Fortalecimiento a la Investigación, y es también el doble de lo que el
CINVESTAV (Centro de Investigaciones Avanzadas del mismo IPN) invertirá
en adquirir equipos de tecnología para equipar sus aulas y laboratorios
en el presente año, que son 57 millones de pesos.
Lo mismo que costarán al erario público los tres nuevos partidos en
cinco meses, 109 millones de pesos, es lo que invertirá la PGR este año
para adquirir equipos y tecnología para el Análisis Forense y de
Evidencia Digital en la investigación de delitos, y es casi el mismo
presupuesto de 112 millones que invertirá la Secretaría de la Defensa
en la construcción de dos Unidades Hospitalarias Militares, una en
Mérida, Yucatán y la otra en Nogales, Sonora. La única diferencia es
que en los casos de PGR y Sedena esos recursos van destinados a la
seguridad de los mexicanos y a los servicios de salud de las fuerzas
armadas, mientras que en el caso de los partidos se destinarán a
actividades tan abstractas como las “franquicias postales y
telegráficas” o la “capacitación política”.
Y vuelve la misma pregunta: ¿se justifica que se asignen
presupuestos millonarios a los partidos políticos, sean los nuevos o
los viejos? ¿Es la democracia que necesitamos un tema de cantidad de
dinero o de calidad democrática?
NOTAS INDISCRETAS…Información de lectores de esta columna precisa
que la denuncia e inhabilitación por 10 años para ocupar cargos
públicos que se impuso a Hugo Erick Flores, el dirigente del nuevo
partido Encuentro Social no fue por el manejo de los recursos del
programa Proarbol, que realizó como Oficial Mayor de la Semarnat en el
sexenio pasado, sino por haber despedido a varios funcionarios de la
dependencia que formaban parte del Servicio Profesional de Carrera.
Hugo Erick apeló la sanción de Función Pública en su contra y logró
ganar varios años después en tribunales, aunque el tema le costó su
amistad con varios personajes del grupo calderonista, incluido el ex
presidente. Hoy el líder del nuevo partido se deslinda de Calderón y
también de los grupos evangélicos y cristianos, que dice, no tienen
injerencia en su organización política, aunque él sí profesa esa
religión… Se baten los dados. Amenaza Serpiente.
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