Analizará omisiones judiciales en muerte de Karla Pontiago
Ante
las irregularidades en las que incurrió el Poder Judicial de San Luis
Potosí, el asesinato de Karla del Carmen Pontiago será analizado por la
SCJN.
La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)
admitió para su análisis el caso del asesinato de la joven Karla del
Carmen Pontiago Lucciotto, en el que las autoridades judiciales de San
Luis Potosí (SLP) cometieron omisiones y malas actuaciones al
investigar este feminicidio.
Esta es la segunda ocasión en la que la SCJN atrae para su estudio otro
caso de feminicidio caracterizado por la impunidad y la falta de acceso
a la justicia para las víctimas.
En marzo pasado, la Corte emitió un fallo histórico al ordenar a las
autoridades del Edomex volver a investigar la muerte de Mariana Lima
Buendía, joven asesinada en 2010. La PGJEM debe resarcir todas las
fallas que cometió en su indagación, al considerar que no se trató de
un feminicidio, sino de un “suicidio”.
En el caso de Karla del Carmen Pontiago –ultimada en 2012–, la
Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho solicita
a la SCJN que repare la investigación de los hechos hasta la etapa de
la averiguación previa, a fin de que se repongan todas las omisiones
que ignoraron la violencia que padeció la víctima, y derivaron en que
el agresor fuera sentenciado por “homicidio culposo” y no por
feminicidio, y al final quedar en libertad.
IMPUNIDAD
Desde julio de 2011 en SLP está tipificado penalmente el delito de
feminicidio. Se estipula que se deben investigar las muertes de mujeres
en las que haya existido alguna relación entre la víctima y el
victimario, y hubiera signos de violencia sexual o antecedentes de
cualquier agresión. Hasta ahora en la entidad no hay sentencia alguna
por este crimen.
La organización Enfoque de Igualdad detectó que de 2003 a 2013 se
cometieron 203 casos de feminicidio, y 109 asesinatos de mujeres; el
índice de impunidad alcanzó más de 80 por ciento.
Enfoque de Igualdad documentó el caso de Karla del Carmen Pontiago,
estudiante de nutrición que además trabajaba como masajista. Fue
asesinada cuando tenía 22 años. La Procuraduría General de Justicia
(PGJ) clasificó su muerte como un “accidente”, pero su familia
considera que fue un feminicidio.
Su madre, Esperanza Lucciotto, relató a Cimacnoticias que a mediados de
2012 Karla conoció a Jorge Vasilakos Reyes, empresario potosino que la
invitó a trabajar como edecán en la feria del estado.
A las dos semanas de haber sido contratada, Karla contó a su madre que
Jorge le había robado el celular y la había ofendido verbalmente. Al
empresario no le gustaba que ella platicara con sus amigos.
La joven dejó el empleo, pero Jorge la siguió buscando y le ofreció
trabajo como edecán en “El Play”, una discoteca de su propiedad. “Jorge
comenzó a acosar a mi hija; iba al spa primero con el pretexto de
pagarle lo del fin de semana, y después acudía a que le dieran masaje”,
recuerda Esperanza.
Fernando Lucciotto –hermano mayor de la joven– narra que la noche del
sábado 27 de octubre de 2012 dejó a Karla a las puertas de “El Play”.
Al regresar por ella a las 2 de la mañana, se percató de que el lugar
estaba vacío, aunque a esa hora solía estar siempre lleno. La llamó a
su celular pero ella no contestó, así que se acercó a la entrada del
lugar.
“Uno de los guardias me dijo que Karla se había cortado; como pude me
metí y recorrí los dos primeros pisos sin encontrarla; vi unas
escaleras que daban a un tercer piso, subí y ahí la encontré tirada en
medio de un charco de sangre y con las botas desabrochadas; con ella
estaba una joven que le tomaba las manos. Karla alcanzó a decirme:
‘ayúdame’.
“La levanté y agarré el celular que estaba tirado junto a ella; también
había dos billetes llenos de sangre como si alguien se los hubiera
aventado”, cuenta Fernando. Vasilakos ni siquiera se acercó para
explicar lo sucedido.
Karla fue trasladada de urgencia al Hospital Central de SLP. Los
médicos pidieron a la madre su autorización para amputarle la pierna
derecha, pues tenía una herida de más de 10 centímetros que le había
tocado el hueso. Tras la operación Karla estuvo en terapia intensiva.
“Era claro que no era un accidente. Karla tenía marcas en el brazo,
dedos marcados en el cuello, un gran golpe en la cabeza, el ojo
prácticamente salido, y el labio hinchado como si la hubieran mordido”,
contó Esperanza.
La joven no tuvo mejoría. “Karla murió a la 1:30 de la mañana (del
lunes 29 de octubre de 2012). Un agente judicial de apellido Carvajal
llegó como a las 2 de la mañana a tomarnos la declaración; después nos
enteramos de que esa denuncia se perdió”, relató.
El MP Especializado en Delitos de Alto Impacto de SLP abrió la
Averiguación Previa AP/PGJE/SLP/UEDADO/217/XI/2012, que contiene una
versión “muy distinta” a la de la familia.
El MP aseguró que un agente ministerial acudió al hospital tras una
llamada del personal de salud, pero que no pudo tomar la declaración de
Karla porque estaba inconsciente, y no encontró a ningún familiar.
Según la averiguación, la PGJ acudió a la discoteca “El Play” la tarde
de ese 29 de octubre, donde las evidencias ya estaban resguardadas.
Las autoridades dijeron que la muerte de Karla fue “un accidente”, pues
las luces del tercer piso estaban apagadas y ella subió corriendo.
Explicaron que por la falta de iluminación la joven no vio la puerta de
vidrio y chocó contra ella, lo que hizo que se rompiera y el cristal le
provocara una herida en la pierna y los múltiples golpes que le
causaron la muerte.
El dictamen de la necropsia –cuya copia tiene Cimacnoticias– señala que
Karla presentaba 39 lesiones en el cuerpo, sus genitales externos
tenían un edema importante, y que la causa de la muerte fue “choque
hipovolémico secundario a lesión de arteria y vena femoral derecha”, es
decir que se desangró.
Marco Barrera, representante legal de la familia, explicó que el MP
investigó sin avisar a la familia, la cual pudo acceder al expediente
hasta que un tribunal colegiado ordenó a la PGJ –11 meses después de la
muerte de la joven– abrir la carpeta.
Sin considerar las pruebas aportadas por la familia, ni el acoso del
que fue víctima Karla, en agosto de 2013 un juez dictó auto de formal
prisión contra Vasilakos por “homicidio culposo”, pero pudo pagar una
fianza y quedar libre.
CIMACFoto: César Martínez López, Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.-
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