DESDE LA LUNA DE VALENCIA
Por: Teresa Mollá Castells*
Vaya
semanita de píldoras de todo tipo y ninguna en positivo para la vida de
las mujeres. Píldoras de todo tipo, oiga. Y todas ellas de un machismo
reaccionario total que sigue pretendiendo que las mujeres seamos meros
objetos sexuales y reproductivos sin más. Y cuando se hartan nos matan.
Pero vamos por partes.
Con más de 30 mujeres asesinadas por el terrorismo machista habría que
medir escrupulosamente cada una de las palabras que pronuncian los
representantes públicos en sus discursos, puesto que con sus palabras
fomentan que el patriarcado crezca y ensanche sus límites en las mentes
más jóvenes.
Me estoy refiriendo a la “píldora” patriarcal que salió por la boca del
alcalde de Granada, José Torres Hurtado, del Partido Popular (PP),
cuando en un acto ante el alumnado que había sacado las mejores notas
de selectividad dijo: “Las mujeres, cuanto más desnudas, más elegantes,
y los hombres, cuanto más vestidos”. Y se quedó tan ancho el señor.
Luego pidió disculpas y eso, pero el mal ya estaba hecho. Su mensaje
era claro: Mujeres reducidas a cuerpos para el placer masculino y para
gestar a sus hijos. Ahí es nada. Y de dimitir nada de nada.
Y los medios de comunicación que tanto acosaron los tuits del concejal
de Madrid Guillermo Zapata, que no justifico pero que fueron escritos
en 2011, nada, silencio total. Y hemos de recordar que Zapata llegó a
estar imputado, mientras que este hombre que es el alcalde de Granada,
nada. Un poco de revuelo y ya está. Claro, después nos quieren hacer
creer en la independencia de determinados medios de comunicación y esas
cosas.
Tampoco quiero olvidarme de la “píldora” del caso de Juan Fernando
López Aguilar, a quien el Fiscal del Supremo pide que se archive la
causa que tiene abierta por maltratar a su mujer. O sea, señor ex
ministro y eurodiputado, puede maltratar lo que quiera, puesto que
tiene trato de favor y voy a pedir que todo quede en naderías. Eso es
lo que traslada la opinión del Fiscal. Y esperemos una denuncia del
maltratador para reinstaurar su honorabilidad que ésa seguro que no
será archivada.
Y siguiendo con las “píldoras informativas” que hemos leído con los
asesinatos machistas de esta terrible semana, nos encontramos con que
las mujeres “aparecen muertas” cuando en realidad nos están asesinando.
Y siguen sin integrar en sus discursos que un asesinato machista ha de
ser tratado como lo que es, un profundo problema social que ha de ser
tratado mediáticamente con sumo cuidado para que el propio tratamiento
de la noticia sea en sí mismo una denuncia expresa de lo que está
ocurriendo, y no se reduzca a una mera noticia en el apartado de
sucesos que es lo que está ocurriendo.
Además dar cabida a mensajes que justifican al asesino debería estar en
las antípodas de la información que pretende darse a través de la
denuncia. Pero es amarillista y vende y se sigue haciendo, pese a que
con ello se retroalimente al patriarcado que asesina mujeres y
criaturas.
Por lo visto es más importante justificar al asesino que denunciar el
asesinato. Y ahí siguen aquellos a quienes les importa más y le dan más
relevancia al lamentable estado en el que fue encontrada una perrita en
el interior de un coche que los asesinatos de mujeres por terrorismo
machista. Y así nos va.
Tampoco quiero pasar por alto la sentencia del Tribunal Constitucional
sobre la objeción de conciencia de un farmacéutico para vender la
pastilla de anticoncepción de emergencia.
De nuevo nuestro cuerpo y las decisiones que de él se derivan en manos
ajenas a las nuestras. De nuevo nuestras decisiones sobre nuestra
voluntad de concebir o no en manos de tribunales que no las amparan y
anteponen sus propias creencias personales e incluso religiosas a
nuestros deseos. Y así sigue el baile.
Y además pendientes del recurso que el PP antepuso contra la actual y
vigente ley orgánica sobre salud sexual y reproductiva y sobre la
interrupción voluntaria del embarazo (IVE).
Nuestros derechos cuestionados cuando no pisoteados por gentes que en
teoría deberían protegerlos. Patriarcado en estado puro. Patriarcado
que usa y abusa de su poder cada vez que olvida que más de la mitad de
la población somos mujeres y que cuando legisla o aplica leyes lo hacen
con criterios propios y no colectivos.
Gentes con responsabilidades colectivas que anteponen el bienestar
personal (objeciones de conciencia, votos particulares, etcétera) al
bienestar general. O lo que es lo mismo el respeto a la total autonomía
sobre las decisiones de las mujeres sobre nuestros propios cuerpos y
maternidades.
Pero eso, como dice mi señor padre, es una utopía. Y siempre le
respondo lo mismo, es una utopía hoy, pero será una realidad algún día.
De momento las píldoras, las muchas píldoras y de muchos colores,
tamaños y casi siempre de sabor amargo que el patriarcado nos obliga a
tragar cada día están ahí. Pero la conciencia crítica va despertando
poco a poco y las denuncias son cada día más y mejores.
Pero en algunos espacios ellos, los cabezas pensantes hombres, se
siguen negando a ceder espacios de representación a las mujeres. Así
nos encontramos con que en espacios televisivos como uno que se emite
sábados por la noche en una cadena que toma su nombre de un número y
además su color corporativo es verde, habitualmente sólo invita a
hombres a sus debates y pocas veces invita a señoras.
Pero por lo visto los dirigentes siguen sin creer que las mujeres
accedemos al conocimiento y tenemos opiniones tan estupendamente
elaboradas como las de los hombres. Más patriarcado televisivo y
presuntamente del conocimiento.
Y para ir finalizando, el bienestar. Para el próximo mes de septiembre
se está organizando el llamado “Sabiduría y Conocimiento-Congreso del
Bienestar”.
Ya llevo demasiadas mañanas enfadándome cada vez que escucho en la
radio los nombres de sus ponentes. Es una muestra más de lo piensan
quienes han organizado este congreso. Me he tomado la molestia de
visitar la lista de ponentes. Pues bien hay 12 personas ponentes y sólo
una de esas personas es una mujer, Elvira Lindo, quien aparece en el
antepenúltimo lugar de la lista.
Por lo visto las mujeres no podemos aportar nada o casi nada a la
sabiduría y conocimientos comunes. Es triste, muy triste comprobar cómo
el puñetero patriarcado sigue dispensando trato de favor descarado en
los espacios públicos a los hombres en detrimento de las mujeres,
cuando las aulas universitarias están llenas de mujeres que no dejan de
aprender.
Las píldoras mostradas son duras de digerir. Muy duras, puesto que
todas ellas atentan a la deseada igualdad real entre mujeres y hombres.
Todas y cada una de ellas están dirigidas por el patriarcado para
mantener privilegios, status y, en definitiva, poder.
Pero como se ha visto en alguna ocasión no muy lejana, tenemos
capacidad de convocatoria y la volveremos a utilizar para denunciar el
retroceso, cuando no la usurpación, de nuestros Derechos Humanos como
mujeres. Y lo haremos en breve, antes incluso de volver a depositar
nuestro voto en las urnas.
Afortunadamente somos conscientes de que, pese a las diferencias
puntuales, seguimos sumando voluntades para cambiar las cosas y cada
vez somos más mujeres y hombres quienes caminamos con paso firme hacia
la igualdad real, porque tenemos muy claro que sin las mujeres no hay
democracia que valga.
*Corresponsal en España. Periodista de Ontiyent.
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | España.-
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