Este 20 de enero el republicano Donald Trump asumirá la presidencia de
Estados Unidos (EU) y con ello iniciará un gobierno que ha prometido
implementar una política migratoria de persecución a personas sin
documentos de estancia legal; y deportaciones masivas.
Ante este panorama, 5.5 millones de mujeres mexicanas indocumentadas
–cifra que representa 46 por ciento de la población mexicana que viven
en el país vecino– corren el riesgo de ser deportadas, ser obligadas a
separarse de sus familias, perder sus empleos, o trabajar en la
clandestinidad.
En su campaña para llegar a la Casa Blanca, Trump propuso una política
migratoria y aunque lo que llamó la atención mediática fue la
construcción de un muro fronterizo con México, la propuesta también
incluye deportaciones, la cancelación de “amnistías” otorgadas por el
gobierno de Barack Obama, y el bloqueo de fondos para las ciudades
“amigables” con estas poblaciones, entre otras acciones.
De concretarse, la medida afectará no solamente a las mexicanas que
radican en aquel país –que representan 26 por ciento de la población
femenina migrante, de acuerdo con el Instituto de los Mexicanos en el
Exterior (IME) – sino a mujeres migrantes de otras nacionalidades, y a
las familias que emplean migrantes para realizar tareas domésticas y de
cuidado.
MIGRACIÓN FEMENINA EN EU
Las mexicanas van a EU en busca de empleos. Principalmente se ocupan en
sectores como la industria empacadora y procesadora de alimentos, pues
la mayoría de ellas tiene niveles escolares bajos y su condición de
indocumentadas les impide desempeñar ocupaciones calificadas con mayor
remuneración, indica el Instituto para las Mujeres en la Migración
(Imumi).
La directora de este Instituto, Gretchen Kuhner, dijo en entrevista con
Cimacnoticias, que ante la situación demográfica de aquél país, con un
aumento de personas de la tercera edad, las migrantes se emplean como
cuidadoras y con ello contribuyen a sostener a las familias en las
labores de cuidado para que las mujeres y hombres estadounidenses puedan
trabajar.
A 2012, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Población, 41.3 por
ciento de las migrantes se dedicaba a trabajos de servicio de baja
calidad, esto incluye ocupaciones relacionadas con la preparación de
comida, mantenimiento y limpieza de inmuebles, y trabajo en el hogar.
Estudios del Imumi destacan que las condiciones laborales que enfrentan
las mexicanas migrantes son deplorables y negligentes; reciben pagos
menores a los salarios establecidos por las industrias, los despidos
injustificados son recurrentes, y en la mayoría de los casos se niegan a
acudir a servicios de atención médica por temor a perder su trabajo.
HERENCIA DE OBAMA
Si bien el año que inicia enciende una alerta por la situación que
vivirán las personas migrantes, el incremento en el número de
deportaciones se ha dado desde años atrás. Datos de 2012 de la
organización Pew Hispanic Center (dedicada a la investigación sobre
población hispana en ese país) indican que de 1995 a 2010 bajó el número
de extranjeros que ingresaron a EU y aumentó el número de
deportaciones.
Luego de las amenazas de Trump, organizaciones civiles recordaron que de
acuerdo con la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en
inglés), en la gestión de Obama -de 2009 a 2016- fueron expulsadas de
EU más de dos millones de personas sin estancia legal.
Obama tampoco logró una reforma migratoria pero impulsó programas a
favor de esta población como la Acción Diferida por la Llegada de
Infantes (DACA, por sus siglas en inglés) para autorizar a la juventud
migrante tener un trabajo y estudiar sin ser deportados; beneficio que
Trump promete derogar.
La también abogada destacó que está en riesgo esta política que permitió
a las y los jóvenes (conocidos como dreamers) “salir de la sombra”,
registrarse ante el gobierno y aumentar sus posibilidades de estudiar y
trabajar.
RETOS DE DOS NACIONES
“Preocupa la amenaza del presidente electo Trump que está diciendo que
va a deportar a muchos migrantes indocumentados, tiene muchas formas de
hacerlo”, y alerta que todos sus dichos se deben tomar en serio.
Muchas de las decisiones del próximo mandatario tendrán que ser
aprobadas por el Congreso (dominado por los republicanos). Por si fuera
poco Jeff Sessions –conocido por su postura anti inmigrante, sería
Procurador General de EU; y para ocupar el Departamento de Seguridad
Nacional se nominó a John Kelly, quien habla de refugiados, una postura
que parece ser más moderada.
En este escenario Kuhner advierte que la comunidad mexicana y en general
migrante que radica en el país vecino, debe conocer sus derechos y
estar informada para saber qué hacer en caso de una deportación. Por
ejemplo, si son víctimas de violencia intrafamiliar pueden solicitar una
visa; o en caso de separación familiar, si dejan a sus hijas e hijos o
los llevan consigo. El Imumi estima que al menos 75 por ciento de los
5.5 millones de menores de edad con padres y madres indocumentados en EU
son ciudadanos.
“Hay muchas cosas que se pueden hacer para planearlo: firmar cartas de
custodia temporal; saber que tienes el derecho de que si te agarran en
una redada en el trabajo y tus hijos están en la escuela, puedes
arreglar la cuestión de cuidado”, expone.
Tan sólo en el periodo de enero a septiembre de 2016, 890 madres
mexicanas dejaron a sus hijos e hijas, y familiares directos o
indirectos en Estados Unidos, de acuerdo con el informe de “Migración y
Movilidad Internacional de las Mujeres en México” de la Secretaría de
Gobernación.
A la probable oleada de deportaciones Kuhner dice que el gobierno
mexicano tendrá que contemplar acciones para recibir a estas familias
con políticas públicas enfocadas en garantizar trabajo, vivienda, acceso
a salud, educación y su reintegración.
“El reto es muy grande. Hay muchas cosas que el Estado podría hacer para
asegurar que las personas tengan acceso a servicios públicos pero lo
que más va a costar es buscar trabajo y sobrevivir. Debe ser el primer
paso”, dijo.
También avizora una sinergia de movimientos sociales: la población
LGBTTTI, feministas, mujeres afroamericanas y trabajadores, entre otros,
organización que será clave para hacer frente a la campaña
anti-inmigrante de Trump.
CIMACFoto: César Martínez López
Por: Hazel Zamora Mendieta y Anayeli García Martínez
Cimacnoticias | Ciudad de México.-
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