Cambio de cultura
Los estatutos ahora deben incluir elecciones por voto secreto y directo
Representación en razón de género, otro de los requisitos
Pese a que los sindicatos tienen un plazo de ocho meses para actualizar sus estatutos internos a la reforma laboral, a más de un mes de haber sido publicada, ninguna agrupación lo ha hecho ni convocado a asambleas para concretarlo, y se mantienen aún en una etapa de estudio de la reforma o de impugnaciones.
La nueva ley establece que los sindicatos deben cumplir con elecciones con voto secreto, personal y directo, así como tener órganos directivos con representación proporcional en razón de género, entre otras disposiciones.
Por ejemplo, el artículo 23 transitorio de la reforma publicada en el Diario Oficial de la Federación el primero de mayo, indica que para la adecuación de los estatutos sindicales por las disposiciones previstas en el artículo 371 de la Ley Federal del Trabajo para la elección de las directivas sindicales entrarán en vigencia en 240 días, por lo que antes de ello deben tener reglamentos que cumplan con la legislación.
El coordinador general del Centro de Investigación Laboral y Asesoría Sindical (Cilas), Héctor de la Cueva, sostuvo que son los viejos sindicatos corporativos los que más se sienten amenazados, pero en general todos se resisten a los cambios.
Hay una respuesta diferenciada porque los viejos gremios corporativos están reaccionando con impugnaciones a los cambios en la ley, se sienten en peligro ya que hay disposiciones en la reforma que acabarán con privilegios y la manera antidemocrática de conducirse, indicó.
Señaló además que hay otras organizaciones que vienen de ese añoso aparato corporativo y tratan de usar los cambios a su favor, a pesar de que cargan con los mismos vicios, incluso en sindicatos independientes hay quienes están preocupados por la reforma que los obliga a cambiar sus estatutos.
En equidad de género no han mostrado una disposición afirmativa ya que aún siendo democráticos e independientes, arrastran vicios de esta sociedad de discriminación a la mujer, indicó De la Cueva.
Aunque lleva un mes de aprobada la reforma, ésta se comenzó a cocinar desde hace meses, y es increíble que aún no haya conocimiento y posicionamiento claro de las organizaciones sobre ella, lo que ha deriva en que la reacción gremial sea lenta.
El retraso también se debe, agregó, a que los organismos sindicales no fueron tomados en cuenta en una consulta realdurante la discusión legislativa, aunado al surgimiento de nuevas agrupaciones y a la dispersión de asociaciones de trabajadores independientes.
Néstor Jiménez
Periódico La Jornada
Lunes 17 de junio de 2019, p. 11
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