"Ya no hay partido de Estado", aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador en un mensaje dirigido a todos los servidores públicos de su gobierno, a quienes pidió no meterse en asuntos partidistas –particularmente en Morena– ni utilizar recursos públicos para ese fin, no sólo porque cometerían un delito grave, sino por cuestión de principios.
En un memorando subrayó que uno de los propósitos fundamentales de la Cuarta Transformación es desterrar la simulación y las marrullerías que combatieron cuando eran oposición. Les dijo que ser de izquierda significa ser honestos.
Por tanto, pedirá la renuncia a quienes se involucren en procesos internos partidistas.
En dos momentos, el mandatario dejó en claro la advertencia, primero en conferencia de prensa, y luego en reunión con la estructura de delegados federales, ante quienes leyó el citado memorando.
Les recordó que cuando fueron opositores enfrentaron y padecieron fraudes cometidos desde el poder, por lo que en este gobierno no pueden actuar de la misma manera.
"No es congruente, moral ni legal mantener estas deleznables prácticas políticas. Nada de partido de Estado", señaló.
Así, queda prohibido utilizar con fines electorales, bienes, imágenes, programas sociales o cualquier otro recurso público.
Por la mañana, con la prensa, el presidente del país recordó que cuando el PRI o el PAN gobernaban, el jefe del partido en turno era el presidente de la República, y desde ahí maniobraba contra los opositores, como cuando le fabricaron un delito para desaforarlo.
Dijo que no debe haber confusión: una cosa es el partido y otra el gobierno, y aseguró que él no tiene nada que ver ni le importa lo que ocurre actualmente en Morena, el partido que formó y del que fue postulado a la Presidencia de la República.
Sin embargo, pidió que no sólo allí sino en todos los partidos se permita al ciudadano votar libremente, que no haya amiguismo, influyentismo ni sectarismos.
Y el mismo señalamiento, de "no se metan", fue puesto sobre la mesa durante una reunión con delegados federales.
Gabriel García Hernández, coordinador de los subdelegados y de programas federales, jefe del grupo de 17 mil promotores denominados "servidores de la nación", dijo en entrevista que el llamado del Presidente fue preventivo, pero también es una advertencia de actuar con base en principios y no meterse en lo electoral ni en los tiempos libres. Dijo que los delegados recibieron bien el mensaje presidencial y, en su momento, los jóvenes "servidores de la nación" no protestaron ni "chistaron".
Fabiola Martínez y Alonso Urrutia
Periódico La Jornada
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