John Saxe-Fernández / I
En la conferencia de prensa de la mañana del 21 de octubre el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), reveló urbe et orbi
que “no sabía del operativo para detener a Ovidio Guzmán en Culiacán.
Sinaloa. Así lo informó el noticiero de Televisa a las 9:24 am (tiempo
del centro). La nota agrega que AMLO
indicó que tiene mucha confianza en el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)y
recordó que su recomendación siempre es cuidar las vidas y que no se violen los derechos humanos durante los operativos.
Y concluyó:
Lo que más importa es mi autoridad moral, porque si no tengo autoridad moral, no tengo autoridad política. No tengo nada, soy la nada, sin autoridad moralno sin adelantar, aun antes del inicio de cualquier investigación detallada e imprescindible ante una operación tipo regime change, que
el gobernador de Sinaloa no tuvo responsabilidaden lo ocurrido
porque fue operado por la Sedena. Entonces, ¿por qué no fue informado AMLO tratándose de un operativo de alto calibre, equivalente a una declaratoria de “guerra al narco”, basada en ataques, capturas y/o deportaciones de altos capos o, peor aún, de sus familiares?
Ese modus operandi, se sabe en México y en EU, genera alta violencia dentro y entre cárteles.
Al fracturarlos la violencia se disemina e intensifica. Es fuente de
más violencia. Pone en riesgo la vida de cientos a miles. ¿De dónde la
orden de captura a Ovidio y peor, en Culiacán, cuna del narcotráfico,
como señalaron analistas varios? ¿Por qué si se impulsa otra estrategia
se insiste en detener, en este caso, al hijo del Chapo, aunque
sin derramamiento de sangre?
Ya Ríodoce había informado el 16 de septiembre de una
reunión del gobernador de Sinaloa con altos cargos de la DEA, de la
embajada de EU y de la Sedena y otros cargos de seguridad. En relación
con esa nota, el 29 de septiembre, en la misma fuente se publicó
La Insólita Reunión de la DEA con el gobierno de Sinaloade Ismael Bojórquez. En ese artículo, se indica que: “Hace dos semanas publicamos en Ríodoce una nota que en principio parecía extraña. A hurtadillas, sin que casi nadie se enterara, el gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz Coppel, se reunió con Uttam Dhillon, director interino de la Administración para el Control de Drogas en Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés)”. Fue, se lo dijeron al reportero,
por invitación del gobierno estatal.
De haber continuado el operativo como exigieron en las horas más
álgidas los panistas, quienes además se apresuraron a levantar querella
judicial contra AMLO
por haber detenidola operación, la masacre habría sido el principio del fin de la gesta histórica en curso de la 4T: después de 36 años de saqueo prianista avalado por el fondomonetarismo y su programa de empréstitos de
ajuste estructural, centrado desde 1982, en la privatización de los beneficios y la socialización de los costos. Fue una brutal guerra de clase del mal llamado
neoliberalismoque debilita los fundamentos sociales y económicos de la paz social y que estalla en la masacre calderonista, la “guerra al narco” y la diplomacia militar de facto de la Iniciativa Mérida (IM), eje de la ampliación territorial que acarreó el TLCAN y sigue en el T-MEC negociado por Peña Nieto.
Los riesgos diplo-militares de la 4T, un rescate de activos y
recursos naturales estratégicos, no cesa, sigue en curso por mandato del
electorado en las presidenciales de 2018 y del alto nivel de aprobación
de AMLO ahora de 67.5 por ciento, aun después de esa intentona
golpista. Son riesgos que merecen atención no sólo en los detalles.
También en los contextos geo-económicos y geopolíticos de la madeja a
deshilvanar. Los medios locales de Sinaloa y Yucatán, por cierto ambas
localidades con índices a la baja en violencia, resaltaron la
Reunión secreta del gobernador priísta de Sinaloa y la DEA, días antes del operativo/intentona en Culiacán.
López Obrador hace bien en lanzar una investigación sobre esa aparente
madejabajo el principio esencial de la presunción de inocencia, sin dejar de tener presente las animosidades que se cultivan, en nombramientos o expresiones de bajeza, como aquella en voz de Fox de
darle en la madre a la 4T. Eso es lo que escupió al cielo la bárbara insensatez que se anida en ese ex presidente. No importa lo gracioso o payaso que parezca a algunos: se relaciona con gente que sabe de fortalezas y desestabilizaciones, que han operado bajo principios como
todo de todo con EU,
nada de nada con América Latinay andan fuera de sí luego del patente hundimiento político del prianismo y su bancarrota. Es un enloquecimiento riesgoso para México, bajo un cielo plagado de aves de rapiña, que observan atentas al menor fallo para entrarle al golpismo.
Sólo téngase presente que para EU la guerra al narco, además de negocio sirve para desgastar y exportar a México conceptos y legitimaciones territoriales de la homeland security.
Facebook: JohnSaxeF
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