No es imperativo que le informen de todos los operativos, señala el Presidente
▲ Durante la conferencia de prensa matutina de ayer, el presidente López
Obrador explicó con gráficas la reducción de la incidencia delictiva.
A pesar del desenlace en Culiacán, Sinaloa, hay confianza
en la nueva estrategia gubernamental para enfrentar la inseguridad y la
violencia, sostuvo ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Señaló que existen más peticiones de extradición de líderes de la
delincuencia organizada y reiteró que al establecer lineamientos
generales de operación no es imperativo que le informen todos los casos.
Sí hay diferencias, es un cambio de paradigma. No es la guerra, es enfrentar el problema de la inseguridad y la violencia de otra forma. A esto le llaman cobardía, falta de pantalones, de carácter, humillación. Acepto todo, prefiero esto. Quiero tener mi conciencia tranquila, dormir en paz y no poner en riesgo la vida de los mexicanos.
Anunció que se presentará un informe cronológico del operativo en
Culiacán detallando momentos clave, como la reunión del gabinete de
seguridad, cuándo se informa al Presidente; cuándo se considera que
regresó la normalidad y empieza a tranquilizarse.
La verdad, fue poco tiempo, fue muy intenso, mucho muy intenso en poco tiempo, por eso vamos a esperarnos al informe.
–¿Fue detenido y liberado Ovidio Guzmán?
–No, no tengo información sobre eso, no me dieron información sobre eso.
Yo lo que supe es que había este operativo ya cuando estaba en marcha. Y ya me informaron en la circunstancia en que se estaban dando.
–¿Se cumplió el plazo de seis meses que usted estableció para reducir
la inseguridad? Los hechos violentos en Michoacán, Guerrero y Culiacán
dirían lo contrario.
–Pues vamos bien en general. Hay un cambio de estrategia y esto lleva
algún tiempo, como es natural, pero estamos avanzando en lo que
consideramos fundamental para garantizar la paz y la tranquilidad. ¿Qué
es lo que consideramos fundamental? Que haya bienestar. (…)Para la
mentalidad autoritaria, que todo lo quiere resolver con la fuerza, es
nada, no funciona. Nosotros consideramos que sí.
Al referirse al elevado número de homicidios reportados oficialmente
(25 mil 890), López Obrador lo atribuyó a la herencia de pasadas
administraciones que dejaron una tendencia creciente.
Por la política equivocada que se impuso desde 2006 y una tendencia al alza en delitos, sobre todo en homicidios, que no se puede bajar de la noche a la mañana.
Aludió a los índices de percepción ciudadana acerca de la inseguridad
como argumento de su explicación sobre el rumbo de la política en esa
materia: en marzo de 2018 se alcanzó 76.8 por ciento; en diciembre,
cuando comenzó su gobierno, estaba en 73.7 por ciento y en septiembre de
este año en 71.3 por ciento.
Contrastó las estrategias con las cifras de letalidad en los
enfrentamientos registrados en los sexenios recientes con el actual: en
2011 alcanzaron mil 411 civiles fallecidos mientras que este año la
cifra se encuentra en 123.
Prefiero esto, reducir la violencia y la letalidad. En contraste hubo 160 heridos en aquel año y en este se reportan 34, en tanto que entre 2007 y 2009 murieron 160 militares y marinos.
Hay otros delitos cuya incidencia se ha reducido sustancialmente,
como el robo de vehículos: en enero de 2018 se alcanzó el máximo
histórico con 15 mil 980 y en septiembre de este año 11 mil 143. Estas
cifras, manifestó, pueden ser corroboradas con las aseguradoras.
Al retomar el caso Culiacán y el uso de armas de alto poder, López
Obrador aseveró que en breve el canciller Marcelo Ebrard informará sobre
los avances en materia de control de ingreso de armas por la frontera
norte, acordado a partir de la llamada telefónica que le hizo el
presidente Donald Trump tras el operativo de Culiacán.
Refirió que 80 por ciento de las armas que ingresan ilegalmente al
país provienen de Estados Unidos y de esta proporción la mitad lo hacen
por Texas.
–¿Va a colaborar Estados Unidos?
–Sí, es un acuerdo conjunto de control de armas, lo que ya es dominio público y lo que se vio en Culiacán.
Ironizó con las posturas que apostaban, incluso, por atrincherarse
para continuar con el operativo: “‘Yo me hubiese atrincherado’, dicen.
Imagínense qué mentalidad. Mando pedir más refuerzos y que siga el
enfrentamiento, que haya muertos, al final tenemos que ganar la guerra,
sí, cueste lo que cueste. La verdad mostraron el cobre con sus afanes
autoritarios”.
Foto Yazmín Ortega Cortés
Alonso Urrutia y Alma E. Muñoz
Periódico La Jornada
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