Intervino cuando se desató el conflicto
Que digan que nos humillaron no es nada ante un
señalamiento de ordenar un exterminio
La cancillería y la UIF
trabajarán en conjunto con EU para determinar cómo se distribuirán los
bienes incautados a El Chapo Guzmán
El operativo de la Secretaría de la Defensa Nacional
(Sedena) para aprehender a Ovidio Guzmán López en Culiacán, Sinaloa, no
fue notificado previamente al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Yo no estaba informado, no me informan porque hay una recomendación general que se aplica, le tengo mucha confianza al secretario de la Defensa. Fue hasta que se desató el conflicto cuando intervino el mandatario instando al gabinete de seguridad a adoptar una decisión que él avaló.
Al ofrecer detalles de esta acción, López Obrador señaló que estuvo a cargo de un grupo de investigación de la Sedena
que viene haciendo estos operativos de tiempo atrás. Lo que recomiendo es cuidar las vidas, que no se violen derechos humanos, pero les diría que es de rutina el que si hay órdenes de aprehensión, de presentación, de extradición, se aplique. Es como cuando me presentan denuncias sobre presuntos casos de corrupción, ya saben que en automático debe procederse.
Calificó de
fascistoidesa quienes cuestionan la determinación de detener esa operación, lo cual, dijo, reafirmó la vocación pacifista de su gobierno.
Una masacre ordenada por el Presidente es una mancha que no se quita ni con toda el agua de los océanos. Que digan que (nos) faltaron pantalones, que nos humillaron, que se debilitó el gobierno; eso no es nada ante un señalamiento de ordenar un exterminio.
Por otro lado, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera
(UIF) de la Secretaría de Hacienda, Santiago Nieto, informó que se creó
un grupo de trabajo coordinado por la cancillería con el fin de abordar
temas relacionados con lavado de dinero y delitos financieros
internacionales que trabaja conjuntamente con el gobierno de Estados
Unidos para la localización de los bienes de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, con el propósito de determinar lo conducente en la distribución de lo incautado.
–¿Qué acciones va a tomar para que no vuelva a suceder (un operativo
fallido)? se le preguntó en conferencia de prensa al Presidente.
–Se aprende, sobre todo en las crisis. Están haciendo una revisión;
yo lo pedí, que se hiciera una evaluación sobre la forma en que se llevó
a cabo este operativo. Me interesa que no nos salgamos del propósito de
evitar pérdidas de vidas humanas, derramamiento de sangre de nadie. Nos
duele también la pérdida de la vida de un presunto delincuente, no
somos ajenos al dolor que produce el fallecimiento de cualquier persona.
López Obrador sostuvo que la finalidad es reducir la incidencia
delictiva, los homicidios, secuestros y robos, porque antes lo principal
era la aprehensión de un personaje famoso; lo cual
no quiere decir que eso no se vaya a hacer, pero no es lo fundamental.
Esta vez, sin mediar pregunta, el jefe del Ejecutivo federal retomó
el caso Culiacán para abundar en la dualidad entre las estrategias que
apostaban por la guerra y la actual:
Yo no sé cómo pueden dormir quienes piensan o les tocó actuar de esa manera. Con altas dosis de Tafil o de otro tipo de relajantes, porque eso es muy fuerte. Dijimos con mucha claridad que no íbamos a continuar con esa estrategia.
Asimismo, López Obrador se refirió al supuesto de que se hubiera
continuado con el operativo que produjera una masacre y que la oposición
articulara un movimiento para hacerlo dimitir:
Pues me voy, sí, pero ¿cómo me voy? No derrotado porque dejé de ser Presidente, sino derrotado moralmente por haber dado una orden equivocada. Eso es lo que más importa en la vida, no el cargo.
Sin embargo, desestimó que hubiera incurrido en algún delito y, en su
caso, reiteró, comparecería (ante la autoridad) porque cualquier
ciudadano tiene el derecho a la defensa.
Alonso Urrutia y Fabiola Martínez
Periódico La Jornada
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