La respuesta del gobierno de la Ciudad de México y de la Jefa de
Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, sería “del todo desafortunada”, pues
“la marcha que llevaremos a cabo es una manifestación pacífica de
mujeres y por la defensa de nuestros Derechos Humanos”, por lo tanto, el
colectivo consideró “excesiva” la presencia de fuerzas policíacas. Al
mismo tiempo, las feministas constataron que “se asume como un acto de
provocación que anuncia un potencial riesgo contra las participantes de
la marcha”, a partir de las acciones que implementa.
Un cerco policíaco,
escribieron en un comunicado, sería un mal mensaje del gobierno “en
un día donde la lógica indica que debe mostrarse sensible y en
disposición de apertura ante las justas demandas que suscriben
políticas que traten de fondo la atención y prevención de las
violencias.”
El 24 de noviembre, Sheinbaum, junto con la Secretaria de Gobierno,
Rosa Icela Rodríguez, y el jefe de la Policía capitalina, Omar García
Harfuch, anunciaron que la marcha feminista sería “acompañada” por mil
mujeres policías, y otras dos mil servidoras públicas, todas
“sensibilizadas para estos casos”. “No intervendrán, sólo darán
acompañamiento”, “no se va reprimir ni a criminalizar la protesta”, se
detalla en la estrategia del gobierno para ese evento.
En otro punto,
especifica que “se protegerán 37 monumentos y edificios con
tapiales para evitar que sean vandalizados.” Harfuch agregó que
las mujeres policías llevarán extintores “para poder sofocar
cualquier intento de incendio”.
Cabe recordar que luego de las protestas de feministas en contra las
violaciones sexuales de dos adolescentes por policías de la Ciudad de
México, en agosto, Sheinbaum Pardo calificó las manifestaciones como “provocaciones“, postura que fue criticada por organizaciones sociales. Pocos días después, la jefa de gobierno dio una disculpa pública
por su “mal intencionado mensaje” e impulsó una serie de reuniones y
foros sobre la estrategia contra la violencia de género, que a su vez
fueron criticados por ser a puerta cerrada.
CIMACFoto: María Esparza Quintana
Ciudad de México.
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