El búmeran del coronavirus
El coronavirus: una
enfermedad interesante. La produce un virus gordo, lleno de puntas y
hasta hoy sin remedio. No es tan terrible como se ha hecho creer. En
China, donde se originó, está dejando de infectar a la gente. Mató a 3
mil quinientas personas. Si se contrasta esta cifra con la de
infectados, apenas representaría 4 por ciento. En México apenas despunta
y ha matado como a una docena y ha infectado a 600 o 700.
Ataca sobretodo al grupo al que pertenezco: mayores de 75 años, pero,
además, a los que están debilitados con una patología grave. Las
enferemades respiratorias en la época de frío barren con la población
más vieja. Antiguamente se decía
enero y febrero el desviejadero.
La enfermedad es un fenómeno global, por eso le llaman pandemia. Se
ha presentado en todos los países y es tema de conversación en todas las
lenguas. En todas partes ha provocado que la gente se repliegue en sus
casas, en algunos países bajo pena de cárcel.
La verdadera pandemia es el pánico que provoca. Una verdadera
paranoia y, como la economía, se produce en la mente de la gente el
temor a contraer el virus, aunque sea remoto, paraliza a la gente, la
repliega a sus casas y la fuerza que trabaja y que produce se paraliza.
En México el miedo es muy pernicioso. Distinto de Italia o España,
aquí hay millones que si no trabajan, no comen. Es posible imaginar lo
que pueden provocar millones y ocasionar un desor-den y una presión
colectiva sin precedentes.
En nuestro país se ha implementado una verdadera campaña del miedo
para dañar al gobierno, que, por cierto, ha estado manejando muy bien
las cosas. Yo me pregunto por qué en epidemias graves que hemos padecido
no se orientó a la opinión pública contra el gobierno. La respuesta es
sencilla: la enorme cantidad de dinero que los gobiernos pasados
emplearon para ocultar los efectos de una enfermedad colectiva. Ahora el
soborno no viene del gobierno, sino de sus enemigos. Es evidente como
se está orquestando una ofensiva para aterrorizar a la gente que al
final de cuentas va a rebotar contra las que la han provocado.
Colaboró: Mario Antonio Domínguez
Trump recurre a China para su guerra vs el Covid-19
Más que las vacunas para el Covid-19, lo importante son las llamadas geoestratégicas, como la del mandarín Xi a su homólogo el zar Vlady Putin.
El 27 de marzo –
menos de 20 horas después de la cumbre virtual del G-20–, Trump y el mandarín Xi entablaron una llamada, poco publicitada por los encubridores multimedia de EU, pero puesta en relieve por el portavoz oficioso chino Global Times que destaca su
cambio de actitud(https://bit.ly/2QPAmiz), y que el mismo Trump colocó en su Twitter:
Acabo de concluir una muy buena conversación con el presidente Xi de China. Discutimos en gran detalle (sic) que destroza extensas partes de nuestro planeta. China ha pasado por esta etapa y ha desarrollado una poderosa (sic) comprensión del virus. Estamos trabajando juntos en forma estrecha. ¡Mi más profundo respeto (sic)!(https://bit.ly/2QUpFLN).
Para Global Times la llamada de Trump y Xi es la mejor prueba de que el sistema de salud de EU necesita(ba) la ayuda urgente de China:
La gravedad de la situación en EU obligó a Trump a expresar su deseo de pedir ayuda de China.
Según Xinhua, el mandarín Xi instó a Trump a fortalecer la
política de coordinación macroeconómica, para estabilizar los mercados,
mantener el crecimiento, salvaguardar el bienestar de las poblaciones, y
asegurar la apertura, estabilidad y seguridad de las cadenas globales
de suministro (https://bit.ly/3aueUHK). ¡Ahora China marca el diapasón de la
Ruta Sanitaria Global de la Seda!(https://bit.ly/2UpNZYd).
A diferencia de las misántropas sanciones sanitarias de Trump contra
Irán, China abastece con material médico y ventiladores a EU para su
batalla contra la pandemia.
Bolsonaro, en cuenta regresiva
Informa la agencia AP que el
presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, promueve una campaña contra la
cuarentena por el coronavirus. El mandatario y su hijo Flavio han
apelado a las redes sociales para presionar a los gobernadores a reabrir
comercios, escuelas y empresas. Fanáticos de Trump,
La salud en segundo lugares una de las etiquetas de la campaña. Los gobernadores rechazan la exhortación del mandatario para levantar las medidas de protección. Argumentan que vulneran las directivas de la Organización Mundial de la Salud, de los expertos y ponen en peligro la mayor población de América Latina.
El Ejecutivo es muy frágil y existe un peligro real de que Bolsonaro no sobreviva políticamente a este año. Los gobernadores percibieron la posibilidad de afirmarse y están empezando a posicionarse como potenciales sucesores, afirma Oliver Stuenkel, profesor en la Fundación Getulio Vargas.
Entre cuidar la economía o las vidas, elegí cuidar las vidas: Alberto Fernández
Un día Clarín le pega a Alberto Fernández, presidente de Argentina y al siguiente lo hace La Nación
contra Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Expresan el malestar de la élite empresarial por la pérdida de
utilidades que acarreará el plan del gobierno contra el coronavirus. No
en balde Marcelo Bonnelli, afirma en el primer diario que
en reuniones secretaslos hombres de negocios son muy críticos con
la lentitud para enfrentar la crisis económica. Desdeñan el encierro y la cantidad de plata que se pondrá en manos de los desfavorecidos. Bonos de unos 400 dólares para el personal de salud y de seguridad por la carga extra que tendrán unos para atender a los pacientes y otros para cautelar que se cumpla el aislamiento social. De 800 para los trabajadores informales, desempleados y para los beneficiarios de la asignación universal por hijo. Precios topados a los básicos. La nueva molestia de La Nación con Kicilloff es por buscar médicos cubanos para trabajar en terapia intensiva durante la epidemia, área en la que la provincia carece de personal calificado.
Eyam, el pequeño pueblo inglés que derrotó a la peste hace 355 años con férreo confinamiento
En el siglo XVII los
habitantes de Eyam detuvieron el avance de la peste al imponerse una
estricta cuarentena. Ahora, en plena pandemia del coronavirus, este
pueblo del centro de Inglaterra se inquieta ante la llegada de
visitantes que ignoran las consignas.
El pasado fin de semana muchos británicos se acercaron hasta este
pequeño municipio de mil habitantes, situado en el parque nacional de
Peak District.
Pero la concejal Claire Raw, en reflejo de la ira de algunos
habitantes por las visitas, los instó a volver por donde habían venido.
Tenemos que proteger nuestras zonas residenciales, donde la edad de la población es mayor que la media.
Debido a la pandemia, el museo que muestra la historia de este
pueblo de la peste, con 30 mil visitantes cada año, decidió no reabrir sus puertas tras las vacaciones invernales. Y es que más de la mitad de sus voluntarios sobrepasan los 70 años.
En 1665 la peste bubónica llegó a esta localidad desde Londres, 250
kilómetros más al sur, llevada por pulgas que se fueron en las telas
compradas por el sastre local. Con los meses, la plaga mató a decenas de
personas.
Entonces, el rector de la iglesia de Eyam, William Mompesson, con la
ayuda de su predecesor Thomas Stanley, logró convencer a los feligreses
de confinar completamente la aldea para luchar contra la enfermedad.
Amenazas
La tele está encendida.
Rosario mira con expresión desolada la escena donde aparece un grupo de
refugiados. Al oír que se abre la puerta, apaga el televisor y saluda a
Jaime, su esposo:
Rosario: –Mi vida: a lavarse las manos por favorcito.
Jaime (desde el baño): –Eso decía mi mamá cuando regresaba de la escuela:
No te sientes a comer si no te has lavado las manos.
Rosario: –¿Cómo te fue?
Jaime: –En toda la mañana sólo hice una dejada. Lo bueno es que en la
tardecita me salió un viaje a Toluca. Gracias a eso podré entregarle
algo de la cuenta al patrón: anda desesperado. Y tú, ¿qué tal?
Rosario: –Peor que el lunes. Como hay menos gente en la calle se me
quedó casi todo el pan y sólo vendí dos jugos, una ensalada de frutas y
tres cafés.
Jaime: –¿Cenamos? Conchita, la señora que nos lleva la comida a la
base, hoy no se presentó. Antes le había dicho a Rodolfo que, como ya es
grande y teme contagiarse, a lo mejor dejaba su negocito mientras pasa
todo esto. (Sigue a Rosario a la cocina.) Me parece que tú deberías
hacer lo mismo.
Rosario: –No creas que no lo he pensado, pero me preocupa Gloria. Con
lo que le pago tiene que sostener a su hijito de seis años y darle algo
a su mamá. Si deja de ganar ese dinero se quedan en la calle.
Jaime: –¿Su familia no puede ayudarla?
Editorial
Conforme los
gobiernos africanos imponen medidas de aislamiento social para contener
la propagación del coronavirus, las naciones del continente se han
vuelto escenario de preocupantes actos de excesos por parte de las
fuerzas pública. En Sudáfrica la policía usó violencia verbal, persiguió
con garrotes y –de acuerdo con testigos– disparó balas de goma en
contra de personas sin hogar en Johannesburgo, la ciudad más poblada del
país; en Ruanda, se sospecha que dos civiles fueron asesinados por la
policía al desobedecer las medidas de contención; en Zimbabue, grupos de
derechos humanos denuncian que han tenido lugar operativos letales
antes de la instalación del toque de queda; y en Kenia fuerzas del orden
rociaron con gas lacrimógeno a cientos de personas que intentaban
llegar a la ciudad de Mombasa.
EU aprovecha la pandemia, arremete contra Venezuela
El actual escenario mundial
tan complejo que estamos viviendo los pueblos del mundo, reclama la más
amplia unidad y solidaridad como aspectos fundamentales para nuestra
existencia. Contrario al accionar injerencista de Estados Unidos contra
el pueblo y gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, que
muestran sus intenciones de propinar un nuevo golpe de Estado, ahora
inventando acusaciones infundadas contra el presidente Nicolás Maduro
Moros y el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado
Cabello, de supuestos vínculos con el narcotráfico.
De todo se aprende, incluso en los tiempos del cólera. La pandemia del coronavirus también trae lecciones en clave geopolítica para América Latina.
En el siglo XX se
desarrolló una de las industrias básicas para la economía de las
naciones: el vehículo automotor. Aquellos que invirtieron en la
fabricación de uno de los artículos que más ha cambiado la vida de
millones de personas en el mundo tal vez no imaginaron la trascendencia
del hecho. El panorama de esta industria en México le ha dado al país,
como a todos los que han fabricado automóviles, una oportunidad de
multiplicar sus finanzas. La carrera industrial mundial, desde su inicio
ha tenido más éxitos que fracasos.
Más de 200 mil
migrantes y solicitantes de refugio extranjeros han quedado a la deriva
en el país y todavía faltan otros miles para completar el cuadro. Un
cuadro pavoroso y siniestro en el momento actual de la crisis sanitaria,
compuesto por un conjunto de poblaciones que podemos analizar por
separado para entender la problemática en toda su complejidad.
La Nueva Escuela Mexicana se halla en una encrucijada. Los efectos de una crisis económica de larga data
coincidente con la del Covid-19, cuestionarán las limitaciones del
fundamento gerencial del proyecto educativo lopezobradorista. Y es que
la escuela no sólo tiene que educar para la vida en las circunstancias
existentes, sino también generar cuestionamientos sobre el origen de
tales circunstancias.
Más que anunciada, la caída
económica precipitada por el brote del coronavirus, convertido ya en
pandemia, está con nosotros y con nuestro espíritu. No hay escape ni
refugio, ni puente para cruzar este endiablado nudo de determinaciones
estructurales, políticas e ideológicas. De intereses creados y por
crearse, así como de viejas o recién adquiridas malas ideas y peores
costumbres.
La capital del país es una
urbe de migrantes desde su nacimiento. La fundó una tribu llegada del
norte: los mexicas, quienes en unos islotes en medio del lago levantaron
la imponente México-Tenochtitlan, sobre cuyos vestigios otros migrantes
venidos de ultramar –los españoles– establecieron la Ciudad de México.
Ya en la Fundación, en
José Martí 105, Gabriela Warkentin había previsto el 10 de marzo
pasado, al lado de dos periodistas, Ixchel y Peniley, ‘‘que nos iba a
caer el coronavirus”. En una conferencia sobre las mujeres en los
medios, explicó con modestia y mucha inteligencia que a ella le había
tocado ser directora en los medios de comunicación y creadora de
estaciones de radio universitarias, defensora del televidente en Canal
22 y una de las primeras en Foro Tv en exigir una presencia femenina más
evidente y directa.
“El que come mi carne
y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él” (Juan 6:56). El hoyo: una
prisión vertical, ubicada en un espacio distópico, con una altura
calculada de 200 pisos. En cada nivel de esta cárcel conviven únicamente
dos presos, obligados a disputarse la comida que a diario llega hasta
su piso sobre una plataforma rectangular que se desplaza a través de un
agujero al centro del edificio y que reserva para los reos de los
niveles altos comida abundante, auténticos manjares, dejándole a los de
abajo sólo las sobras y desperdicios de lo consumido en las zonas
privilegiadas.
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