Ciudad de México. Tras asegurar que la pandemia por
el COVID-19 es una oportunidad para cambiar el modelo neoliberal
existente desde la década de los 70, es necesaria también una estrategia
anticrisis que rescate a las familias en torno a las pequeñas y
medianas empresas (Pymes) donde se encuentra aproximadamente 80 por
ciento de la población, que se puede hacer a través de una renta básica
que sería dotar de 500 dólares por los meses que dure la contingencia y
que estos recursos regresen a las empresas y al pago de servicios,
consideraron las economistas feministas Magdalena García y Carmen
Ponce.
Al participar en
la mesa del programa Análisis Feminista, de Violeta Radio, las economistas
coincidieron en que en este momento lo importante y urgente es garantizar el
bienestar no solamente de salud de las personas, sino también su subsistencia,
al poder contar con los mínimos para una canasta alimentaria básica alimenticia
y no alimenticia.
Reconocieron lo
hecho hasta ahora por el gobierno en materia de salud, pero aseguraron que
falta un plan económico durante y posterior a la crisis que permita que las empresas
paguen estos salarios a sus empleadas y empleados durante el periodo de
contingencia.
La economista
Carmen Ponce señaló que “difícilmente una empresa, puede mantenerse sin
ingresos más de 3 meses y pagándole a su planta laboral”, es prácticamente
imposible, aseguró.
Por su parte Magdalena
García observó que “estamos ante una situación muy compleja porque por más que
digan que paguen el salario mínimo, pues de dónde”, cuestionó, pues la mayoría
de las microempresas no tienen ni local y difícilmente podrían tener una
reserva como para poder solventar un pago de 3 meses a sus trabajadoras.
En su opinión es
urgente trazar una estrategia económica que permita enfrentar la parte de los
salarios, en este sentido criticó la actuación de la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público que no está “aportando nada”, contrario al sector bancario que
dijo, está haciendo propuestas “muy interesantes”.
En este sentido
Carmen Ponce, también observó que es cuestionable el tema de las moras
ofrecidas por el banco, ya que no es un trámite sencillo, pues para acceder a
ese beneficio, se pide la baja del Seguro Social de la persona despedida, cosa
que no es tan fácil, dijo, ya que si la mayoría está en el sector informal, de
dónde obtendrán este requisito.
Magdalena García
dijo que en el caso de México, no ha habido una reacción del Banco de México,
como sí lo están haciendo en otros países. Ejemplificó que en Estados Unidos la
Reserva Federal “está destinando recursos enormes para enfrentar la crisis”.
La conductora del
programa, la periodista feminista Lucía Lagunes Huerta, señaló que estamos
frente a retos que no habíamos estado nunca como país y que esto nos tendría
que llevar a reflexionar sobre los cambios que se tendrían que hacer como país
pero también a nivel macro.
En este sentido,
Magdalena García, señaló que una previsión es que haya un decrecimiento
económico según algunas calificadoras, de hasta 7 por ciento, el mayor del que
se tenga historia en nuestro país. La crisis de la pandemia, dijo, ha agravado
la situación, pues este decrecimiento se viene observando desde el 2019.
En su opinión y de
acuerdo con lo que ha observado en otros países es que debe haber una política “un
poco mezclada de apoyo empresarial y de apoyo a trabajadores pero con una gran
cantidad de recursos destinada a la renta básica que me parece un tema muy importante
en el caso de México que se tiene que dar porque como dicen los países
nórdicos, en estos momentos los trabajadores están sin trabajo por una
solicitud gubernamental que tiene que ver con el control de la pandemia”.
Explicó que en
países como Dinamarca lo que se está proponiendo es la nacionalización de las
nóminas privadas, el gobierno se hace cargo del pago de los ingresos que deberían
tener los trabajadores, “que en nuestro caso debería de incluir a las personas
en situación de informalidad y finalmente ese recurso va a regresar a las
empresas” agregó.
Carmen Ponce
consideró que esta opción puede ser viable y dijo que si los trabajadores no
tienen salario diario o mensual, por ejemplo en este mes de abril que todos se
irán a casa, entonces no habría consumo, si no hay dinero no hay consumo “y el
problema es verdaderamente grave porque tenemos 2 millones de trabajadores en
la informalidad que viven del ingreso diario, no viven de un salario y por lo
tanto no tienen derecho a lo que marca la Ley Federal del Trabajo”, que sería
acceder a un salario mínimo en caso de contingencia, esto estimula el consumo,
pero estos 32 millones de trabajadores informales, sobre todo mujeres, no están
en posibilidades de recibir ese salario”, lo que contrae el consumo, enfatizó.
La economista y
columnista de Cimacnoticias, explicó que esta contracción del consumo también
se da por los paros técnicos, “si el trabajador en lugar de recibir 7 días de
salario a la semana va a recibir 3, va a consumir para lo que le alcanza en 3
días eso es evidente y a qué le va a dar prioridad, pues a la subsistencia como
es lógico”.
Cuestionadas sobre
el llamado de la ONU a condonar las deudas a los países menos favorecidos y
dónde están las mujeres en la propuesta, señalaron que es una medida que puede
resultar insuficiente, porque es limitada la cantidad de dinero propuesta y
porque el Fondo Monetario Internacional (FMI) en sus cartas intención, siempre
condiciona a las mujeres.
Magalena García
explicó que ello porque siempre les parece que pueden estar recortando el gasto
con facilidad y cuando eso pasa alguien tiene que hacer lo que se dejó de hacer
como pasó con la salud, con la educación, entre otros rubros, y quién lo hace,
cuestionó, pues las mujeres.
Ambas economistas
coincidieron en la necesidad de hacer una reforma fiscal que grave al capital, y
señalaron que esta crisis pone en cuestionamiento todos los planteamientos que
se habían hecho, y ejemplificaron los programas sociales planteados para una
realidad económica que ya no es. “Es imposible pensar que exclusivamente con
programas sociales se va a resolver el problema de la miseria o la pobreza que
puede causar una crisis de estas características y por supuesto a la cabeza de
esta crisis estamos las mujeres”, sentenció Carmen Ponce.
En opinión de Magdalena
García se requieren dos planes económicos: el de la emergencia y el de la recuperacion
que son diferentes. En el primero, dijo, se debe garantizar que la gente tenga los
recursos mínimos suficientes para enfrentar una serie de gastos, para no
deteriorar más el consumo de la sobrevivencia.
En este sentido,
con base en un estimado que hizo, se requeriría entregar 500 dólares por familia
y ese recurso les permitiría sobrevivir y ese recurso iría a parar a las
empresas porque la población se lo gastaría.
Observó que hay
otros gastos que siguen como la colegiatura, luz, agua, gas, medidas que se
contemplan en otros países pero aquí no, por lo que debería ser considerado por
el gobierno.
Ambas expertas
consideraron que en este momento lo urgente es la sobrevivencia de las personas,
garantizar que haya comida para todos, la canasta mínima para estar, en el límite
de no ser pobre, de tener acceso a la canasta alimenticia y no alimenticia, lo
que permitiría hacerle frente a otras deudas, a algunos pagos, que regresarían
al sector público.
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