Álvaro Delgado
MÉXICO, D.F., 7 de junio (apro).- Ante un gobierno fantasmal que sólo es fuerte con los débiles y servil con los poderosos, como las acciones policiacas en beneficio de la Minera México de Germán Larrea y el desdén por los deudos de la guardería ABC, el poder mediático que liderea Televisa clama por la unidad nacional mediante la Iniciativa México: Ofrece catapultar proyectos ciudadanos, pero es una verdadera tomadura de pelo.
Anunciada con un espectacular despliegue, que convirtió el exconvento de San Hipólito del Centro Histórico de la Ciudad de México en un gran set para el anuncio que fundió a Televisa con Televisión Azteca, así como con casi todos los grupos televisivos, radiofónicos y de prensa, Iniciativa México se presenta como la vía para que proyectos colectivos e individuales obtengan respaldo económico, previa selección de un Consejo Técnico y, como en los concursos, la votación de la audiencia.
Por la relevancia de los promotores, patrocinadores y miembros del Consejo Técnico y el Consejo Consultivo de esta idea de Televisa, en la que lamentablemente se ha usado a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y al Instituto Politécnico Nacional (IPN), se pensaría que el fondo para premiar con financiamiento proyectos de beneficio social sería cuantioso.
La envergadura de este proyecto, que sus promotores como Emilio Azcárraga Jean comparan con las gestas de la Independencia y de la Revolución, implicaría que el gobierno federal se sonrojaría de vergüenza porque un grupo de propietarios de medios de comunicación sacrificarían parte de sus ganancias para motivar a los millones de mexicanos que trabajan de manera honesta a favor de los demás.
No es así: Detrás de la parafernalia filantrópica y la hipocresía de exhibir los antivalores representados por policías de tránsito capitalino --¡todavía los llamados tamarindos!--, vendedores ambulantes y políticos peleoneros, pero omisos en los ladrones de cuello blanco que se cuentan entre los animadores de tal iniciativa, se esconde una cifra ridícula: Seis millones de pesos.
En efecto, como en los contratos tramposos, la letra chiquita de Iniciativa México premiará sólo los cinco proyectos finalistas a criterio del Consejo Técnico y del número de votos que obtengan de los curiosos: El primer lugar recibirá dos millones de pesos y los otros cuatro un millón de pesos cada uno.
Los cinco finalistas surgirán de 20 propuestas, cuatro por categoría --calidad de vida, desarrollo comunitario, medio ambiente, justicia y derechos humanos, y buen gobierno y rendición de cuentas--, que serán difundidas a través de los medios de comunicación y programas especiales conducidos por Carlos Loret de Mola y Sergio Sarmiento, para que el público las conozca y vote por ellas.
Eso sí, proyectos que se inscriban y no sean finalistas pondrán obtener premios de consolación: Saldrán en espacios de la tele --quizá a la medianoche o en programas de farándula--, de la radio y los periódicos adherentes.
Pero si Iniciativa México es fraudulenta con estas migajas, en una visión filantrópica que es inaceptable que avalen la UNAM y el IPN, lo son también sus propios promotores, particularmente Televisa y Televisión Azteca.
Se ostentan como modelos de virtudes cívicas, pero son en realidad los más tenaces violadores de la Constitución y las leyes, como lo prueban las multimillonarias multas que les ha impuesto el Instituto Federal Electoral (IFE) por los contumaces desacatos a transmitir los mensajes institucionales y de los partidos políticos.
Activo promotor de acciones golpistas, el dueño del Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego, se ostentó como animador de una “alianza que recupere la esperanza” y pontificó:
“Los invito a sacar lo mejor que tenemos, lo mejor que somos y nuestros mejores sueños. Los invito hacer de lado la apatía y el cinismo para entregarnos a la tarea constructiva de un mejor país. Los invito a participar, envíen sus propuestas, ahora es cuando. Basta, basta de quejarnos de lo que no funciona y hay que pasar directamente a la acción”.
Este empresario sabe lo que dice: Su empresa televisiva ha violado sistemáticamente la ley y ha recurrido en 38 ocasiones al amparo para no pagar más de 200 millones de pesos en multas del IFE acumuladas desde 2008.
Lo mismo ocurre con Televisa, también sistemática violadora de la ley, cuyas multas no les ha sido cobradas por el IFE ni por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Lo mismo puede decirse de la conducta de Televisa y Televisión Azteca como medios de comunicación: Amafiados con el poder político, al que han sometido en los años recientes, la práctica de ocultar y manipular información de interés público los ha hecho sinónimos de ignorancia y oprobio.
Análoga conducta exhiben otros adherentes de Iniciativa México, como la Cámara de la Industria de la Radio y la Televisión (CIRT) y ejemplares del periodismo como los hermanos Olegario Vázquez Raña, del grupo Imagen y Excélsior, y Mario Vázquez Raña, de Organización Editorial Mexicana y cacique del olimpismo.
Salvo el rector José Narro y la directora del IPN, Yoloxóchitl Bustamante, el elenco que forma parte del Consejo Técnico y del Consejo Consultivo de Iniciativa México no sorprende. Lo único curioso es que no apareció Enrique Krauze, accionista de Televisa y asesor de Felipe Calderón.
Por lo demás, Iniciativa México no es una novedad: El 12 de enero de este año, Emilio Azcárraga Jean, presidente de Televisa, expuso la idea de este proyecto:
“Hace 200 años un grupo de mexicanos buscó la independencia y, después de mucho trabajo, la consiguió. Luego pasaron cien años más y otro grupo de mexicanos buscó la democracia y después de mucho trabajo, igual: se logró. Hoy, 100 años después, estamos en una coyuntura que hace que no nada más un grupo de mexicanos busque construir un México mejor, sino que todos los mexicanos busquemos la construcción del México que queremos, de un México mucho más grande”.
Sí, lo mismo que dice el técnico de la selección nacional, Javier Aguirre, en el promocional que inauguró Iniciativa México, tan fraudulenta como Calderón...
Apuntes
Hay indignación entre historiadores serios de México y la comunidad de Jalisco, en particular la de Lagos de Moreno, que lleva el nombre del insurgente Pedro Moreno. La razón es que Calderón lo omitió en la lista de los héroes patrios, cuyos restos fueron exhumados el domingo 30 de mayo, de la Columna de la Independencia. En ese lugar yacen los restos de Pedro Moreno, quien luchó junto con el español realista que se unió a la causa de la Independencia Francisco Xavier Mina, a quien sí se le ha honrado…
Comentarios: delgado@proceso.com.mx
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