Julio Hernández López: Astillero
El licenciado Calderón siempre le han apasionado los asuntos relacionados con la indumentaria y el ejercicio público (interesados, revisar el caricaturalmente nutricio historial relacionado con uniformes militares de talla holgada), de tal manera que poco debería asombrar a los distinguidos miembros de la comunidad judía, que le escucharon ayer durante una comida, el que ahora bordara sobre el tema del poder y sus abrigos. Sastre de las puntadas que hoy tienen al país en el desamparo, el modisto especializado en las combinaciones de blanco con azul hizo una peculiar adaptación, al momento actual, de las adoraciones al becerro de oro, y presentó sus novedades de temporada primaveral: a nuestro país, dijo, le han hecho falta políticos orientados al bien común (pespunte éste, el del bien común, que distingue ideológicamente las tareas de costura política de un partido con nombre de pieza de masa de harina) y no... al bien personal o al partido, o peor aún, a las fortunas inmensas que se han hecho en México, al abrigo del poder, y lo sabemos.
Valiente denuncia felipilla sin memoria. Para aparentar unidad de la clase política nacional, el ocasional visitante del Palacio Nacional invitó en pasadas fiestas patrias a los máximos representantes de los bandos políticos que han hecho fortunas inmensas protegiéndose con la misma prenda blindada que ahora denuncia en contextos bíblicos el usuario en turno. No solamente convalidó a los priístas –jamás se ha visto que Calderón le haga un feo a Ernesto Zedillo; todo lo contrario–, sino también al panista predecesor que ha simbolizado corrupción e impunidad, el intocado Vicente Fox que junto a su manejadora oficial, la inolvidable señora Marta, ha vivido prosperidad inocultable, lucida y presumida, luego que el sexenio de las botas ejecutivas les sacó de deudas y atorones económicos. Nada hizo el presuntamente justiciero Calderón en contra de las manos sucias que se hartaron de jalar dinero a sus cuentas personales: foxes y bribiescas, hermanos, hijos, todos metidos en tomar lo más posible de la piñata sexenal para luego retirarse, bien protegidos, bien abrigados, por el mismo poder defraudador del sucesor impuesto con trampas, el poder actual que al abrigo de esa misma impunidad está produciendo hornadas (de pan, obviamente) de nuevos ricos grupales, de megamillonarios por comisión, de crecientes chequeras porcentualistas.
Las parábolas del poder se multiplican en labios de fariseos. Beltrones y Ebrard se enzarzan en discusiones de índole hacendaria, y luego que el sonorense ha dicho que el discípulo de Manuel nunca ha sido de izquierda, el privatizador hijo pródigo se reinstala en el banquete discursivo de oportunidad y tilda la propuesta fiscal del norteño de regresiva, electorera, derechista y golpeadora de los pobres. En otro escenario, el profeta de tres colores, Moreira su apellido, realiza maniobras con el mismo material oratorio dúctil denominado genéricamente los pobres: en el actual sexenio se producen cinco de ellos por minuto, dice el apocalíptico del presente sin voltear al historial estadístico de los jinetes priístas del pasado. Por ello ha asomado a escena el sacristán de la capillita del Santo PAN, Gustavo Madero, para acusar a su vez al también norteño Humberto de falsario, de lanzar cinco mentiras por minuto, en un duelo de cifras que finalmente sólo lleva a confirmar que en el mundillo político se vive un constante calvario.
Y, para cerrar el cuadro religioso pío, tal onomatopeya aviar sería la correspondiente a los aspirantes priístas a la candidatura que por dedazo decidirá Enrique Peña Nieto para tratar de heredar el cargo. Al menos eso es lo que afirma el avicultor Onésimo Cepeda, que en sus tiempos libres se encarga de asuntos católicos en la región y de dar asesorías de último minuto para transferir riquezas artísticas de manos particulares a las también particulares del propio obispo en permanente vía de enriquecimiento explicable. Son pollitos todavía quienes buscan la designación copetona, pero en cuestión de días se volverán gallos, según la metamorfosis grilla del prelado al que las corridas de toros encantan. El afortunado Onésimo aprovechó el viaje para hacer un comercial con agua bendita contra las alianzas electorales que tanto enfadan a su gallo, el citado Peña Nieto: Es como mezclar el agua y el aceite. En su tiempo lo dije, cuando empezó con Oaxaca, yo dije que es difícil mezclar el agua con el aceite.
Astillas
En Chihuahua continúa el revoltijo judicial que en el fondo pretende diluir o enfilar hacia otros flancos lo que sonoramente ha sido un fracaso del sistema de juicios orales que por inducción reformista estadunidense se han ido implantando en América Latina y en ciertas entidades de México, rumbo a una instauración total en años venideros. Los jueces que dejaron libre al asesino de la joven Rubí Frayre Escobedo (cuya madre, Marisela, moriría tiempo después al protestar activamente contra la injusticia cometida) renunciaron a su cargo para tratar de eludir los emplazamientos punitivos que había en su contra.
Apasionadas reacciones generaron los señalamientos astillados de la entrega de ayer en el sentido de que no hay, ciertamente, el ánimo ni las condiciones que en 2006 parecían poner al alcance de la mano del lopezobradorismo el arribo a la Presidencia de la República. Sólo con frialdad analítica, sin fanatismo ni reducciones simplistas es que podrán ciertos segmentos del lopezobradorismo encontrar nuevos caminos de construcción política que ayuden a levantar a una izquierda desmoronada y permitan dar viabilidad a la candidatura presidencial tabasqueña 2012. Nada trascendente podrá construirse sin autocrítica.
Y, mientras Japón mantiene al mundo entre el dolor, el asombro y el miedo, ¡hasta mañana, con el gobernador de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio, exigiendo al calderonismo que cumpla su palabra de construir una refinería en la entidad (reproche de despedida, antes de irse a algún cargo al CEN del PRI)!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
El licenciado Calderón siempre le han apasionado los asuntos relacionados con la indumentaria y el ejercicio público (interesados, revisar el caricaturalmente nutricio historial relacionado con uniformes militares de talla holgada), de tal manera que poco debería asombrar a los distinguidos miembros de la comunidad judía, que le escucharon ayer durante una comida, el que ahora bordara sobre el tema del poder y sus abrigos. Sastre de las puntadas que hoy tienen al país en el desamparo, el modisto especializado en las combinaciones de blanco con azul hizo una peculiar adaptación, al momento actual, de las adoraciones al becerro de oro, y presentó sus novedades de temporada primaveral: a nuestro país, dijo, le han hecho falta políticos orientados al bien común (pespunte éste, el del bien común, que distingue ideológicamente las tareas de costura política de un partido con nombre de pieza de masa de harina) y no... al bien personal o al partido, o peor aún, a las fortunas inmensas que se han hecho en México, al abrigo del poder, y lo sabemos.
Valiente denuncia felipilla sin memoria. Para aparentar unidad de la clase política nacional, el ocasional visitante del Palacio Nacional invitó en pasadas fiestas patrias a los máximos representantes de los bandos políticos que han hecho fortunas inmensas protegiéndose con la misma prenda blindada que ahora denuncia en contextos bíblicos el usuario en turno. No solamente convalidó a los priístas –jamás se ha visto que Calderón le haga un feo a Ernesto Zedillo; todo lo contrario–, sino también al panista predecesor que ha simbolizado corrupción e impunidad, el intocado Vicente Fox que junto a su manejadora oficial, la inolvidable señora Marta, ha vivido prosperidad inocultable, lucida y presumida, luego que el sexenio de las botas ejecutivas les sacó de deudas y atorones económicos. Nada hizo el presuntamente justiciero Calderón en contra de las manos sucias que se hartaron de jalar dinero a sus cuentas personales: foxes y bribiescas, hermanos, hijos, todos metidos en tomar lo más posible de la piñata sexenal para luego retirarse, bien protegidos, bien abrigados, por el mismo poder defraudador del sucesor impuesto con trampas, el poder actual que al abrigo de esa misma impunidad está produciendo hornadas (de pan, obviamente) de nuevos ricos grupales, de megamillonarios por comisión, de crecientes chequeras porcentualistas.
Las parábolas del poder se multiplican en labios de fariseos. Beltrones y Ebrard se enzarzan en discusiones de índole hacendaria, y luego que el sonorense ha dicho que el discípulo de Manuel nunca ha sido de izquierda, el privatizador hijo pródigo se reinstala en el banquete discursivo de oportunidad y tilda la propuesta fiscal del norteño de regresiva, electorera, derechista y golpeadora de los pobres. En otro escenario, el profeta de tres colores, Moreira su apellido, realiza maniobras con el mismo material oratorio dúctil denominado genéricamente los pobres: en el actual sexenio se producen cinco de ellos por minuto, dice el apocalíptico del presente sin voltear al historial estadístico de los jinetes priístas del pasado. Por ello ha asomado a escena el sacristán de la capillita del Santo PAN, Gustavo Madero, para acusar a su vez al también norteño Humberto de falsario, de lanzar cinco mentiras por minuto, en un duelo de cifras que finalmente sólo lleva a confirmar que en el mundillo político se vive un constante calvario.
Y, para cerrar el cuadro religioso pío, tal onomatopeya aviar sería la correspondiente a los aspirantes priístas a la candidatura que por dedazo decidirá Enrique Peña Nieto para tratar de heredar el cargo. Al menos eso es lo que afirma el avicultor Onésimo Cepeda, que en sus tiempos libres se encarga de asuntos católicos en la región y de dar asesorías de último minuto para transferir riquezas artísticas de manos particulares a las también particulares del propio obispo en permanente vía de enriquecimiento explicable. Son pollitos todavía quienes buscan la designación copetona, pero en cuestión de días se volverán gallos, según la metamorfosis grilla del prelado al que las corridas de toros encantan. El afortunado Onésimo aprovechó el viaje para hacer un comercial con agua bendita contra las alianzas electorales que tanto enfadan a su gallo, el citado Peña Nieto: Es como mezclar el agua y el aceite. En su tiempo lo dije, cuando empezó con Oaxaca, yo dije que es difícil mezclar el agua con el aceite.
Astillas
En Chihuahua continúa el revoltijo judicial que en el fondo pretende diluir o enfilar hacia otros flancos lo que sonoramente ha sido un fracaso del sistema de juicios orales que por inducción reformista estadunidense se han ido implantando en América Latina y en ciertas entidades de México, rumbo a una instauración total en años venideros. Los jueces que dejaron libre al asesino de la joven Rubí Frayre Escobedo (cuya madre, Marisela, moriría tiempo después al protestar activamente contra la injusticia cometida) renunciaron a su cargo para tratar de eludir los emplazamientos punitivos que había en su contra.
Apasionadas reacciones generaron los señalamientos astillados de la entrega de ayer en el sentido de que no hay, ciertamente, el ánimo ni las condiciones que en 2006 parecían poner al alcance de la mano del lopezobradorismo el arribo a la Presidencia de la República. Sólo con frialdad analítica, sin fanatismo ni reducciones simplistas es que podrán ciertos segmentos del lopezobradorismo encontrar nuevos caminos de construcción política que ayuden a levantar a una izquierda desmoronada y permitan dar viabilidad a la candidatura presidencial tabasqueña 2012. Nada trascendente podrá construirse sin autocrítica.
Y, mientras Japón mantiene al mundo entre el dolor, el asombro y el miedo, ¡hasta mañana, con el gobernador de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio, exigiendo al calderonismo que cumpla su palabra de construir una refinería en la entidad (reproche de despedida, antes de irse a algún cargo al CEN del PRI)!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Dice Arcadio Alonso, de Cuernavaca: La tortilla cuesta 15 pesos el kilogramo y si pides papel te cobran 50 centavos más. Así es, y a 40 minutos de distancia de la capital morelense, en Cuautla, el precio todavía es mayor: 16 pesos el kilo y el tostón del envoltorio. Y en la frontera norte llegó a 18. En algunas tiendas del lado americano, en Caléxico, por ejemplo, es más barata. Apenas la semana anterior la Secretaría de Economía dijo que el precio nacional es de $10.50, pero seguramente a su titular, Bruno Ferrari, le anda fallando la BlackBerry. Uno de sus antecesores, Javier Usabiaga, hoy diputado panista, estaba peor, ni siquiera sabía que costaba $2.50 a principios del desastre foxista. Ferrari se justifica diciendo que en los supermercados –WalMart, Comercial Mexicana– cuesta $7.30. Sí, pero lo usan como artículo gancho, de ahí no provienen sus utilidades, en cambio, los tortilleros necesitan sacar sus gastos y una ganancia para mantener sus pequeños negocios funcionando. Según esto, algunas comercializadoras de maíz lo han subido. Se reporta que en Mexicali, justo en la frontera con Caléxico, la tonelada pasó de 3 mil 700 a 5 mil 200 pesos. Hay algo que no encaja: la Secretaría de Agricultura ha comprado seguros en el mercado internacional para mantener el maíz a un costo aceptable y en ello ha invertido una millonada. Pero siguen aumentando. ¿No será que ni con el grano supuestamente subsidiado los gasolinazos obligan a los tortilleros a subir los precios?
Japón, petróleo, energía nuclear. El pueblo japonés tiene varios lustros luchando resueltamente contra las plantas nucleares. ¿Cómo puede verlas con simpatía después de la tragedia de Hiroshima y Nagasaki? Los bombardeos atómicos lanzados por Estados Unidos el 6 y el 9 de agosto de 1945, en la Segunda Guerra Mundial, costaron la vida a decenas de miles de personas. El gobierno ha llevado adelante su programa utilizando varios argumentos. Uno de ellos se basa en que más de 84 por ciento de la energía que consume debe importarla, no tiene petróleo. Qué paradoja. Aun sin petróleo, Japón es una potencia mundial. México fue bendecido con petróleo y gas. Ya se está agotando el oro negro y sigue nuestro país en el quinto patio. El saqueo de la clase política ha sido devastador.
En defensa de Chimalistac Recientemente esta sección recibió una invitación de Daly González Alfaro para acompañar a los vecinos de Chimalistac. Estaban reuniéndose para organizar la defensa de ese bello barrio del sur de la ciudad. Las autoridades quieren construir una planta tratadora de agua, que viola la Ley de Gasto Eficiente, la Ley Ambiental más otras ilegalidades, afirman los vecinos, quienes ayer constituyeron un comité de defensa. Lo integran Ricardo Zepeda, Ignacio Chávez, Marisa y Lourdes Buitrón, Paty Heuleón y Guadalupe León. Revisarán con lupa el proyecto integral del rescate al río Magdalena que impulsa el gobierno capitalino. Sólo con acciones ciudadanas podrán detenerlo. En otro rumbo de la ciudad, en el cruce de Reforma y Periférico, inmobiliarios rapaces quieren levantar la Torre del Bicentenario.
Japón, petróleo, energía nuclear. El pueblo japonés tiene varios lustros luchando resueltamente contra las plantas nucleares. ¿Cómo puede verlas con simpatía después de la tragedia de Hiroshima y Nagasaki? Los bombardeos atómicos lanzados por Estados Unidos el 6 y el 9 de agosto de 1945, en la Segunda Guerra Mundial, costaron la vida a decenas de miles de personas. El gobierno ha llevado adelante su programa utilizando varios argumentos. Uno de ellos se basa en que más de 84 por ciento de la energía que consume debe importarla, no tiene petróleo. Qué paradoja. Aun sin petróleo, Japón es una potencia mundial. México fue bendecido con petróleo y gas. Ya se está agotando el oro negro y sigue nuestro país en el quinto patio. El saqueo de la clase política ha sido devastador.
En defensa de Chimalistac Recientemente esta sección recibió una invitación de Daly González Alfaro para acompañar a los vecinos de Chimalistac. Estaban reuniéndose para organizar la defensa de ese bello barrio del sur de la ciudad. Las autoridades quieren construir una planta tratadora de agua, que viola la Ley de Gasto Eficiente, la Ley Ambiental más otras ilegalidades, afirman los vecinos, quienes ayer constituyeron un comité de defensa. Lo integran Ricardo Zepeda, Ignacio Chávez, Marisa y Lourdes Buitrón, Paty Heuleón y Guadalupe León. Revisarán con lupa el proyecto integral del rescate al río Magdalena que impulsa el gobierno capitalino. Sólo con acciones ciudadanas podrán detenerlo. En otro rumbo de la ciudad, en el cruce de Reforma y Periférico, inmobiliarios rapaces quieren levantar la Torre del Bicentenario.
Quién sabe cómo le hacen, pero el hecho es que hasta en lo que –se supone– son buenas intenciones, los del gabinetazo salen raspados en su afán de corregir la realidad a golpe de declaraciones. Desde diciembre del año pasado se registran, con dedo flamígero alzado, las advertencias del gobierno calderonista, por medio del secretario de Economía, Bruno Ferrari, a todo aquel que ose incrementar el precio oficial del kilogramo de tortilla (el cual, dicho sea de paso, no existe en esta sacrosanta economía de mercado) y las terribles consecuencias para quienes no hagan caso.
Pues bien, el hecho concreto es que tales advertencias no han servido para mayor cosa, porque el precio de la tortilla se incrementa paulatina pero sostenidamente, y ayer el promedio nacional se ubicó en 10.57 pesos el kilogramo, casi 6 por ciento más con respecto al reportado en el arranque del año, y cerca de 25 por ciento por arriba del supuesto precio oficial, fijado en aquel acuerdo para estabilizar el precio de la tortilla (firmado en 2007 en Los Pinos, que se prolongó hasta 2008 y que supuestamente corrigió las distorsiones del mercado).
De acuerdo con la propia estadística oficial (Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados), el precio promedio nacional del kilogramo de tortilla en el primer año del calderonato fue de 8.69 pesos (cuando oficialmente era de 8.50); un año después, en diciembre de 2008, se incrementó a 9.21 pesos; para el último mes de 2009, el año del catarrito, alcanzó 9.66, y en igual lapso, pero de 2010, el año de la recuperación, llegó a 9.98.
Fue a mediados de diciembre pasado cuando por primera vez el secretario Ferrari brincó a la palestra para asegurar que el incremento al precio de la tortilla no se justifica, por lo que reforzaremos las inspecciones en los establecimientos del país para verificar que el precio establecido continúe (es de suponer que se refería al de 8.50 pesos por kilogramo, una cuota a todas luces superada de tiempo atrás), ya que de lo contrario la sanción podrían llegar hasta los 2 millones de pesos. No hay justificación para incrementar el costo del alimento popular: se trata de una presión sin sentido por parte de un pequeño grupo.
De allí para adelante, a cada declaración del susodicho correspondió un aumento en el precio de la tortilla. Así, en los primeros días de 2011 el precio del kilogramo de tortilla llegó a 10 pesos, y a finales de enero a 10.18. Con ese nivel arrancó febrero, cuando concluyó en 10.46 pesos, mientras el secretario Ferrari no soltaba el micrófono para reiterar advertencias, la inspección detallada de los expendios (léase tortillerías) y multas a todo aquel que afectara los intereses de los consumidores. Comenzó el tercer mes de 2011 con idéntica perorata y, obvio es, elevado el dedo flamígero, y el segundo día de marzo el multicitado precio se fijó en 10.48 pesos (siempre, insisto, de acuerdo con la información oficial), pero no duró mucho: el día 7 se incrementó a 10.52, el 11 a 10.55, y ayer, día 14, a 10.57 pesos, en espera del alza del hoy. Lo anterior como promedio nacional, porque en algunas ciudades de la República el kilogramo de tortilla se vende a 15 (Mexicali), 14 (Poza Rica, Cuernavaca, Hermosillo) y 13 pesos (Tijuana, Colima, Ciudad Obregón, Matamoros, por ejemplo).
Tal vez el problema es que los mexicanos no entienden (con eso de que el gobierno asegura que son muy brutos y exigentes) cuál es el problema ni de qué se trata, porque el secretario Ferrari lo ha explicado nítidamente, como sucedió el pasado 25 de febrero durante una entrevista que le hicieran en una estación de radio, en la que con peras y manzanas explicó (sic y recontra sic, como diría el Monsi): “…y tenemos también el caso de que yo creo que es muy importante y habría que aislarlo y no he encontrado un análisis que pueda aislarlo de lo que se refiere a la especulación financiera, hay gente que esperaba tener utilidades en el mundo de las finanzas, específicamente, y pues como no se ha tenido la rentabilidad esperada, empiezan a hacer especulaciones en los mercados futuros y yo creo que pues esto también está afectando en gran medida al país. A esto se suma ahora también la situación de lo que ha estado pasando en Medio Oriente que pues es una situación también de inestabilidad y bueno, tienes un coctel muy serio”.
Más claro, el aire, pero el egresado de la Universidad Cantinflas que ahora despacha en la Secretaría de Economía fue más allá: “en el caso de nuestro país, yo lo que he estado comentando desde el principio es que no obstante estas presiones nosotros hemos estado vigilantes y particularmente en temas fundamentales como es la canasta básica, los alimentos, pues nosotros hemos estado muy vigilantes tanto en la Secretaría de Agricultura como un servidor, incluso también la Sedesol, estar viendo que no falten estos insumos. Cuando se habla de cuál es el precio que tiene que tener la tortilla, pues también es el precio… primero que ellos deben de cobrar, pero sobre todo quien rige el precio de esto, es quien lo paga, quien puede escoger en dónde paga, en un sitio o en otro”. Quien no entienda lo que dijo en dicha entrevista, de plano no entiende la vida. De cualquier suerte después de esta declaración el precio del kilogramo de tortilla (versión oficial) se incrementó 5 centavos.
Para rematar, el secretario Ferrari (viernes pasado) declaró que “se detuvo la intención de encarecer desmedidamente este alimento básico en la dieta de miles de mexicanos, tal como lo pretendían una asociación de molinos y tortillerías. No soy un perseguidor de tortilleros y mucho menos un supertortillaman. Lo que se busca es que se cumpla cabalmente con la ley. No hay motivo para elevar el precio de la tortilla, ya que el gobierno sigue apoyando a este sector a través de hacer eficiente y modernizar las tortillerías para obtener mejores ganancias… No se trata de dar billetazos a los industriales de la tortilla sino aportar tecnología y capacitación… Se perseguirá con todo el rigor de la ley a todo aquel que quiera especular” (La Jornada).
Las rebanadas del pastel
Esa última declaración (igual de sesuda que las anteriores) se registró el viernes 11 de marzo; ayer lunes el precio del kilogramo de tortilla se incrementó dos centavitos adicionales, y contando.
cfvmexico_sa@hotmail.com - mexicosa@infinitum.com.mx
Cristina Barros y Marco Buenrostro: Itacate
Hay ciertas delicadezas que identificamos con los viajes. Los frascos de nanches en conserva delatan que hemos estado en Veracruz, Tabasco, Campeche o Yucatán. En algunas regiones les llaman nances; en otras, como la tierra caliente de Guerrero y Michoacán, changungas. El nombre maya es xak-pah, y en náhuatl es nantzin o abuela, su género es xócotl o fruto agrio; sería entonces fruto agrio de las abuelas.El árbol de nance mide hasta cinco metros de altura; su tronco es delgado; ya adulto tiene 30 centímetros de circunferencia. La corteza es parda y rugosa. Florece entre abril y julio; las flores nacen en racimo y su color es amarillo rojizo. Los frutos maduran entre julio y septiembre; sus tonos son amarillos.
El tronco, las ramas y las hojas del nance contienen gran cantidad de taninos, como ocurre también con los frutos. Estos taninos pueden usarse para curtir pieles y teñir lana y algodón. El árbol es resistente a la sequía y puede crecer en terrenos arenosos o pedregosos. Se le encuentra en Sinaloa, Nayarit, Guerrero, Michoacán, Chiapas, así como en Morelos, y en todos los estados de la costa del Golfo de México.
Pues bien, el hecho concreto es que tales advertencias no han servido para mayor cosa, porque el precio de la tortilla se incrementa paulatina pero sostenidamente, y ayer el promedio nacional se ubicó en 10.57 pesos el kilogramo, casi 6 por ciento más con respecto al reportado en el arranque del año, y cerca de 25 por ciento por arriba del supuesto precio oficial, fijado en aquel acuerdo para estabilizar el precio de la tortilla (firmado en 2007 en Los Pinos, que se prolongó hasta 2008 y que supuestamente corrigió las distorsiones del mercado).
De acuerdo con la propia estadística oficial (Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados), el precio promedio nacional del kilogramo de tortilla en el primer año del calderonato fue de 8.69 pesos (cuando oficialmente era de 8.50); un año después, en diciembre de 2008, se incrementó a 9.21 pesos; para el último mes de 2009, el año del catarrito, alcanzó 9.66, y en igual lapso, pero de 2010, el año de la recuperación, llegó a 9.98.
Fue a mediados de diciembre pasado cuando por primera vez el secretario Ferrari brincó a la palestra para asegurar que el incremento al precio de la tortilla no se justifica, por lo que reforzaremos las inspecciones en los establecimientos del país para verificar que el precio establecido continúe (es de suponer que se refería al de 8.50 pesos por kilogramo, una cuota a todas luces superada de tiempo atrás), ya que de lo contrario la sanción podrían llegar hasta los 2 millones de pesos. No hay justificación para incrementar el costo del alimento popular: se trata de una presión sin sentido por parte de un pequeño grupo.
De allí para adelante, a cada declaración del susodicho correspondió un aumento en el precio de la tortilla. Así, en los primeros días de 2011 el precio del kilogramo de tortilla llegó a 10 pesos, y a finales de enero a 10.18. Con ese nivel arrancó febrero, cuando concluyó en 10.46 pesos, mientras el secretario Ferrari no soltaba el micrófono para reiterar advertencias, la inspección detallada de los expendios (léase tortillerías) y multas a todo aquel que afectara los intereses de los consumidores. Comenzó el tercer mes de 2011 con idéntica perorata y, obvio es, elevado el dedo flamígero, y el segundo día de marzo el multicitado precio se fijó en 10.48 pesos (siempre, insisto, de acuerdo con la información oficial), pero no duró mucho: el día 7 se incrementó a 10.52, el 11 a 10.55, y ayer, día 14, a 10.57 pesos, en espera del alza del hoy. Lo anterior como promedio nacional, porque en algunas ciudades de la República el kilogramo de tortilla se vende a 15 (Mexicali), 14 (Poza Rica, Cuernavaca, Hermosillo) y 13 pesos (Tijuana, Colima, Ciudad Obregón, Matamoros, por ejemplo).
Tal vez el problema es que los mexicanos no entienden (con eso de que el gobierno asegura que son muy brutos y exigentes) cuál es el problema ni de qué se trata, porque el secretario Ferrari lo ha explicado nítidamente, como sucedió el pasado 25 de febrero durante una entrevista que le hicieran en una estación de radio, en la que con peras y manzanas explicó (sic y recontra sic, como diría el Monsi): “…y tenemos también el caso de que yo creo que es muy importante y habría que aislarlo y no he encontrado un análisis que pueda aislarlo de lo que se refiere a la especulación financiera, hay gente que esperaba tener utilidades en el mundo de las finanzas, específicamente, y pues como no se ha tenido la rentabilidad esperada, empiezan a hacer especulaciones en los mercados futuros y yo creo que pues esto también está afectando en gran medida al país. A esto se suma ahora también la situación de lo que ha estado pasando en Medio Oriente que pues es una situación también de inestabilidad y bueno, tienes un coctel muy serio”.
Más claro, el aire, pero el egresado de la Universidad Cantinflas que ahora despacha en la Secretaría de Economía fue más allá: “en el caso de nuestro país, yo lo que he estado comentando desde el principio es que no obstante estas presiones nosotros hemos estado vigilantes y particularmente en temas fundamentales como es la canasta básica, los alimentos, pues nosotros hemos estado muy vigilantes tanto en la Secretaría de Agricultura como un servidor, incluso también la Sedesol, estar viendo que no falten estos insumos. Cuando se habla de cuál es el precio que tiene que tener la tortilla, pues también es el precio… primero que ellos deben de cobrar, pero sobre todo quien rige el precio de esto, es quien lo paga, quien puede escoger en dónde paga, en un sitio o en otro”. Quien no entienda lo que dijo en dicha entrevista, de plano no entiende la vida. De cualquier suerte después de esta declaración el precio del kilogramo de tortilla (versión oficial) se incrementó 5 centavos.
Para rematar, el secretario Ferrari (viernes pasado) declaró que “se detuvo la intención de encarecer desmedidamente este alimento básico en la dieta de miles de mexicanos, tal como lo pretendían una asociación de molinos y tortillerías. No soy un perseguidor de tortilleros y mucho menos un supertortillaman. Lo que se busca es que se cumpla cabalmente con la ley. No hay motivo para elevar el precio de la tortilla, ya que el gobierno sigue apoyando a este sector a través de hacer eficiente y modernizar las tortillerías para obtener mejores ganancias… No se trata de dar billetazos a los industriales de la tortilla sino aportar tecnología y capacitación… Se perseguirá con todo el rigor de la ley a todo aquel que quiera especular” (La Jornada).
Las rebanadas del pastel
Esa última declaración (igual de sesuda que las anteriores) se registró el viernes 11 de marzo; ayer lunes el precio del kilogramo de tortilla se incrementó dos centavitos adicionales, y contando.
cfvmexico_sa@hotmail.com - mexicosa@infinitum.com.mx
Cristina Barros y Marco Buenrostro: Itacate
Hay ciertas delicadezas que identificamos con los viajes. Los frascos de nanches en conserva delatan que hemos estado en Veracruz, Tabasco, Campeche o Yucatán. En algunas regiones les llaman nances; en otras, como la tierra caliente de Guerrero y Michoacán, changungas. El nombre maya es xak-pah, y en náhuatl es nantzin o abuela, su género es xócotl o fruto agrio; sería entonces fruto agrio de las abuelas.El árbol de nance mide hasta cinco metros de altura; su tronco es delgado; ya adulto tiene 30 centímetros de circunferencia. La corteza es parda y rugosa. Florece entre abril y julio; las flores nacen en racimo y su color es amarillo rojizo. Los frutos maduran entre julio y septiembre; sus tonos son amarillos.
El tronco, las ramas y las hojas del nance contienen gran cantidad de taninos, como ocurre también con los frutos. Estos taninos pueden usarse para curtir pieles y teñir lana y algodón. El árbol es resistente a la sequía y puede crecer en terrenos arenosos o pedregosos. Se le encuentra en Sinaloa, Nayarit, Guerrero, Michoacán, Chiapas, así como en Morelos, y en todos los estados de la costa del Golfo de México.
Japón: desastre internacional
Acuatro días del gran terremoto que sacudió la costa oriental de Japón y del ulterior tsunami que asoló grandes extensiones del archipiélago, los saldos de la catástrofe continúan en aumento en todos los ámbitos: crece la cifra de muertos, se incrementan las estimaciones de daños materiales y se desvela, poco a poco, la magnitud de la afectación para incontables damnificados. A las consecuencias desastrosas de los fenómenos naturales debe añadirse la serie de fallas en cadena experimentadas por el reactor nuclear de Fukushima, que podrían prefigurar un desastre atómico comparable al de Three Mille Island, en Estados Unidos (1979), o incluso al de Chernobil, en Ucrania (1986), que es considerado el peor de la historia. Por añadidura, la secuencia de hechos mencionada ha introducido en la tambaleante economía mundial preocupantes factores de desasosiego e inestabilidad.Continuar
El Correo Ilustrado
Llama a solidarizarse con Japón
Espero que en este mundo sólo se mueva lo que debe moverse y que los hombres detengan la letal emisión de los reactores nucleares. Ahora les pasó los japoneses; antes a los indonesios, los chilenos, los haitianos, y hace tiempo a nosotros.Continuar
Cuando se habla de restauración debemos referirnos a intereses más que a partidos, prácticamente inexistentes en México; hoy atacados, no sólo de sordera, sino de soledad y soberbia.Continuar
Durante los últimos años, el campo tamaulipeco ha estado asolado por la plaga del narcotráfico. En los últimos años, los agricultores deben pagar a los cárteles derecho de piso para poder trabajar o tener protección. Si no pagan, sus ranchos son ocupados por sicarios y sus cosechas y ganado robados. Ahora, además, sufrirán la plaga del maíz transgénico.Continuar
La gran exposición recién inaugurada y vigente hasta junio, a cargo de Fomento Cultural Banamex, está concebida para ser aquilatada no sólo por especialistas en arte virreinal, pero de hecho puede ser ampliamente disfrutada por cualquier persona interesada en la pintura y en su simbología religiosa, y por eso es que la comento, aunque en modo alguno soy versada en la materia.Continuar
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