Sometimiento completo. La Casa Blanca humilló a Felipe Calderón al citarlo, cual subordinado, a comparecer ante el jefe mundial para recibir reproches e instrucciones luego de la turbia muerte de un agente en San Luis Potosí. El mero día de la diligencia casi de barandilla, las gráficas mostraban a un Obama rígido, de mirada penetrante y actitud lejana respecto al aún más empequeñecido visitante que se afanaba por ganar una sonrisa o una palmada en la espalda. Y ahora, mediante filtraciones, ese mismo poder imperial exhibe al hombrecito de Los Pinos en una dimensión que causa repulsa al saberse que aceptó órdenes gringas al formalizar los programas de vuelos no tripulados de vigilancia (no necesariamente sólo en asuntos de drogas), en un peligroso paso más en la espiral de entreguismo a Estados Unidos que ha venido practicando de manera aplicada míster Lee P. Call the (por un problema de traducción fue imposible transcribir las tres últimas letras del apellido, juego cañero de palabras y llamados vocacionales hecho en Twitter por el escritor lagunero Jaime Muñoz, @jaimerutanorte).
Ya en anterior entrega se había escrito aquí sobre el riesgoso conflicto de personalidades que tiene el impreciso ocupante de Los Pinos. A Washington fue con ínfima e inocua espada desenvainada a denunciar al embajador Carlos Pascual, quejándose con torpeza ante periodistas de ese país de que el enviado diplomático de la Casa Blanca no actuara como él, el todopoderoso Felipe (en esos momentos representaba tal rol), deseaba. Además, sostuvo como bandera de lucha la verdad a medias de que el ingreso de armas a México se debía a la falta de prevención y control de un país que, luego se sabría, en realidad era un muy destacado introductor mediante la operación encubierta denominada Rápido y furioso. Calderón agitaba en lo alto su pancarta contra la venta de armas de fuego en otro país pero silenciaba la otra parte de responsabilidad, la de las aduanas mexicanas convertidas en negocio histórico de corrupción que deja pasar, con dinero, todo aquello que no exceda el alto o el ancho de los puentes de llegada a México.
Felipillo en pie de guerra contra el malvado Pascual que hace lo que su país y jefe le ordenan, pero que luego, en otra de sus personalidades, se presenta obsequioso, nervioso en busca de complacer, flojito y cooperando, ante el poder real que ahora le mueve el tapete de la soberanía al revelar lo que bien se sabe provocará protestas y enojos contra un Presunto Presidente que no ha mentido pero no ha dicho la verdad, que ocultó a los mexicanos los acuerdos a que llegó o que le impusieron las autoridades estadunidenses. ¿Con quién buscará Felipillo explicaciones de lo sucedido, con quién tratará de diseñar estrategias binacionales de control de daños? ¿Con el mismo embajador Pascual al que hace meses no recibe y al que desacredita en público y en privado cada vez que puede, no solamente por Wikileaks sino también por su relación privada con la priísta y salinista familia Rojas? ¿Alguien habrá encontrado entre las filtraciones encobijadas alguna cartulina de las que ahora tanto se usan, en la que estuviera asentada la frase ya clásica: “pa’ que aprenda a respetar”?
La vigilancia gringa en México no es, por lo demás, algo novedoso. Adelantos tecnológicos voladores han permitido desde décadas atrás que, con el consentimiento de presidentes priístas, las agencias estadunidenses cooperen en la resolución de problemas de seguridad y, de pasada, en cuanto se les antoje a ellas. Pero Calderón ha avanzado más que nadie en la otorgación de permisos para que en suelo mexicano se instalen verdaderas bases de espionaje electrónico, tanto de operación compartida, mediante el sabido caballo de Troya denominado Iniciativa Mérida, como de operación unilateral, acompañados esos despliegues técnicos de la necesaria presencia física de agentes, asesores, especialistas y operadores de los centros de espionaje.
Sin embargo, la explosión informativa conocida ayer abona la preocupación nacional por los términos y las consecuencias en que el jefe formal del Estado mexicano, Felipe Calderón, está comprometiendo los intereses de la nación mediante acciones u omisiones que van conformando un conjunto de derechos adjudicados a extranjeros y exigibles en términos económicos y militares en el momento en que México, retomada que fuera su soberanía, pretendiera echarlos abajo e incumplirlos.
Calderón está comprometiendo a México en lo oscurito y en las oficinas históricamente más deplorables para el interés nacional, en las del mando político y militar de Estados Unidos. No informar a los mexicanos de la aceptación de los vuelos no tripulados es una parte del paquete de claudicaciones evidentes, pues ni siquiera tiene arrestos el equipo calderonista para presentar objeciones a los hechos agresores que se han conocido: la timorata canciller Espinosa defiende con argumentos torpes la introducción de armas poderosas a México en la operación Rápido y furioso pues, a juicio de la funcionaria, los policías gringos no tenían intención de pasar las armas acá, y ayer, en un recular inocultable, la misma titular de la SRE ha dicho que el antes satanizado embajador/interventor Pascual es un interlocutor válido y que no hay problema con él.
En cambio, el fuego externo sigue cayendo sin cesar. Ayer, por ejemplo, el director de la FBI dijo ante legisladores de su país que desafortunadamente la lucha de Calderón contra el narcotráfico no ha sido tan exitosa como él o cualquiera hubiera deseado, dado el número de muertos y las atrocidades que ocurren al sur de la frontera. Y, para cerrar, la pregunta de la senadora priísta Rosario Green, de reconocida trayectoria diplomática: ¿Qué falta que haga el presidente Calderón para entregar el mando del país? El calderonismo, un gravísimo peligro para México.
Y, mientras avanza el fantasma de la catástrofe nuclear en Japón (por lo pronto), ¡hasta mañana, con Luis Felipe Bravo Yunque anotándose hoy ya como precandidato a gobernador del estado de México!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Ya en anterior entrega se había escrito aquí sobre el riesgoso conflicto de personalidades que tiene el impreciso ocupante de Los Pinos. A Washington fue con ínfima e inocua espada desenvainada a denunciar al embajador Carlos Pascual, quejándose con torpeza ante periodistas de ese país de que el enviado diplomático de la Casa Blanca no actuara como él, el todopoderoso Felipe (en esos momentos representaba tal rol), deseaba. Además, sostuvo como bandera de lucha la verdad a medias de que el ingreso de armas a México se debía a la falta de prevención y control de un país que, luego se sabría, en realidad era un muy destacado introductor mediante la operación encubierta denominada Rápido y furioso. Calderón agitaba en lo alto su pancarta contra la venta de armas de fuego en otro país pero silenciaba la otra parte de responsabilidad, la de las aduanas mexicanas convertidas en negocio histórico de corrupción que deja pasar, con dinero, todo aquello que no exceda el alto o el ancho de los puentes de llegada a México.
Felipillo en pie de guerra contra el malvado Pascual que hace lo que su país y jefe le ordenan, pero que luego, en otra de sus personalidades, se presenta obsequioso, nervioso en busca de complacer, flojito y cooperando, ante el poder real que ahora le mueve el tapete de la soberanía al revelar lo que bien se sabe provocará protestas y enojos contra un Presunto Presidente que no ha mentido pero no ha dicho la verdad, que ocultó a los mexicanos los acuerdos a que llegó o que le impusieron las autoridades estadunidenses. ¿Con quién buscará Felipillo explicaciones de lo sucedido, con quién tratará de diseñar estrategias binacionales de control de daños? ¿Con el mismo embajador Pascual al que hace meses no recibe y al que desacredita en público y en privado cada vez que puede, no solamente por Wikileaks sino también por su relación privada con la priísta y salinista familia Rojas? ¿Alguien habrá encontrado entre las filtraciones encobijadas alguna cartulina de las que ahora tanto se usan, en la que estuviera asentada la frase ya clásica: “pa’ que aprenda a respetar”?
La vigilancia gringa en México no es, por lo demás, algo novedoso. Adelantos tecnológicos voladores han permitido desde décadas atrás que, con el consentimiento de presidentes priístas, las agencias estadunidenses cooperen en la resolución de problemas de seguridad y, de pasada, en cuanto se les antoje a ellas. Pero Calderón ha avanzado más que nadie en la otorgación de permisos para que en suelo mexicano se instalen verdaderas bases de espionaje electrónico, tanto de operación compartida, mediante el sabido caballo de Troya denominado Iniciativa Mérida, como de operación unilateral, acompañados esos despliegues técnicos de la necesaria presencia física de agentes, asesores, especialistas y operadores de los centros de espionaje.
Sin embargo, la explosión informativa conocida ayer abona la preocupación nacional por los términos y las consecuencias en que el jefe formal del Estado mexicano, Felipe Calderón, está comprometiendo los intereses de la nación mediante acciones u omisiones que van conformando un conjunto de derechos adjudicados a extranjeros y exigibles en términos económicos y militares en el momento en que México, retomada que fuera su soberanía, pretendiera echarlos abajo e incumplirlos.
Calderón está comprometiendo a México en lo oscurito y en las oficinas históricamente más deplorables para el interés nacional, en las del mando político y militar de Estados Unidos. No informar a los mexicanos de la aceptación de los vuelos no tripulados es una parte del paquete de claudicaciones evidentes, pues ni siquiera tiene arrestos el equipo calderonista para presentar objeciones a los hechos agresores que se han conocido: la timorata canciller Espinosa defiende con argumentos torpes la introducción de armas poderosas a México en la operación Rápido y furioso pues, a juicio de la funcionaria, los policías gringos no tenían intención de pasar las armas acá, y ayer, en un recular inocultable, la misma titular de la SRE ha dicho que el antes satanizado embajador/interventor Pascual es un interlocutor válido y que no hay problema con él.
En cambio, el fuego externo sigue cayendo sin cesar. Ayer, por ejemplo, el director de la FBI dijo ante legisladores de su país que desafortunadamente la lucha de Calderón contra el narcotráfico no ha sido tan exitosa como él o cualquiera hubiera deseado, dado el número de muertos y las atrocidades que ocurren al sur de la frontera. Y, para cerrar, la pregunta de la senadora priísta Rosario Green, de reconocida trayectoria diplomática: ¿Qué falta que haga el presidente Calderón para entregar el mando del país? El calderonismo, un gravísimo peligro para México.
Y, mientras avanza el fantasma de la catástrofe nuclear en Japón (por lo pronto), ¡hasta mañana, con Luis Felipe Bravo Yunque anotándose hoy ya como precandidato a gobernador del estado de México!
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Alguien ha visto por ahí a un personaje –como lo describiera Manuel Espino– chaparrito, peloncito y de lentes? Para mayor seña cobra como presidente de una república llamada México. Desde hace varias semanas las principales empresas de televisión y telecomunicaciones escenifican un espectacular pleitazo público y ni luces del árbitro. Una primera hipótesis acerca de su ausencia es que está siguiendo un plan muy astuto: aparecerá en el momento indicado para pacificar a los contendientes a cambio de arreglos electorales que le permitan a su partido, el PAN, continuar en Los Pinos, aunque sea con un candidato no panista. La segunda hipótesis es quizá más realista: cuando menos dos de los contendientes, Carlos Slim y Emilio III, ya no son regulables. Tienen un peso financiero y político tan importante que operan bajo sus propias reglas, no con las del Estado mexicano. Slim, por ejemplo, posee mejores contactos en la Casa Blanca que Calderón; es amigo de los Clinton desde tiempo atrás y está insertado en la red del poder financiero internacional, como correponde al hombre más rico. ¿Y qué decir de Emilio III? La fuerza que le da la televisión abierta y dos sistemas de paga –cable y satélite– le otorga una facultad que no tiene Calderón: borrar del escenario público a cualquier político por encumbrado que sea. El caso de Santiago Creel es ilustrativo. Esa fuerza lo ha hecho alimentar el propósito de imponer al próximo presidente. Emilio III, Televisa y Peña Nieto ya están en campaña, cuando Calderón ni candidato bien definido tiene.
El ring
En este escenario hemos visto los días recientes en la prensa escrita una fuerte campaña de Telmex-Telcel contra Televisa, Tv Azteca y sus aliados del Tucotel. Ustedes han leído sus inserciones pagadas: frases cortas y afiladas, de mucho efecto. Ayer respondió el Grupo Salinas: En las últimas semanas, mediante una actitud agresiva y prepotente propia sólo de las entidades que se asumen por encima del Estado, el monopolio Telmex-Telcel ha asomado su verdadero rostro: intolerante y dispuesto a todo, con tal de proteger sus privilegios. Urge frenar la extorsión del monopolio Telmex-Telcel, agrega. Vale la pena comentar cómo ha habido un realineamiento de fuerzas. Hasta enero pasado se suponía que existía una alianza entre los grupos Slim y Salinas para atacar la licitación 21, que dio una nueva concesión a Nextel, que iba de la mano de Televisa. Ahora Nextel está aliado con el Grupo Salinas, a pesar de los 60 amparos en su contra. También era un hecho conocido que Telmex y Telefónica (Movistar) son rivales irreconciliables; hoy reman en el mismo barco. Cambiaron los trincheras y todavía falta por conocer –lo que probablemente sucederá en unos días más– la posición de otro contendiente, Dish-MVS, del grupo Joaquín Vargas.
Wikileaks y los monopolios
¿Existen más personajes o entidades no regulables, esta nueva categoría de la sociedad mexicana? Un cable de Wikileaks que se publica en esta misma edición nos da una pista. Habla de los monopolios u oligopolios que existen en diversas ramas de la actividad. El mercado de la cerveza lo controlan Modelo y Cervecería Cuauhtémoc; el de los refrescos, Coca-Cola, con 70 por ciento; el pan lo tiene Bimbo, con 67.8; Cemex domina el mercado cementero con 87 por ciento. El renglón de los servicios financieros es impresionante, donde cinco bancos controlan 90 por ciento: BBVA-Bancomer, Banamex-Citigroup, Santander, HSBC y Scotiabank. En la salud, Grupo Ángeles tiene 67 por ciento de los hospitales. En minería, Peñoles absorbe 52 por ciento del mercado del oro, 97 de la plata y 90 de sodio; Grupo México, 88 por ciento de cobre, y en maíz y tortilla, Gruma es dueña de 73 por ciento. Es lo que dice el cable de Wikileaks que circuló en medios diplomáticos de Estados Unidos. La lista tiene correspondencia con la de los hombres más ricos de México, que publica la revista Forbes. Se impone una pregunta: ¿en qué momento se olvidó que la Constitución prohíbe los monopolios?
El ring
En este escenario hemos visto los días recientes en la prensa escrita una fuerte campaña de Telmex-Telcel contra Televisa, Tv Azteca y sus aliados del Tucotel. Ustedes han leído sus inserciones pagadas: frases cortas y afiladas, de mucho efecto. Ayer respondió el Grupo Salinas: En las últimas semanas, mediante una actitud agresiva y prepotente propia sólo de las entidades que se asumen por encima del Estado, el monopolio Telmex-Telcel ha asomado su verdadero rostro: intolerante y dispuesto a todo, con tal de proteger sus privilegios. Urge frenar la extorsión del monopolio Telmex-Telcel, agrega. Vale la pena comentar cómo ha habido un realineamiento de fuerzas. Hasta enero pasado se suponía que existía una alianza entre los grupos Slim y Salinas para atacar la licitación 21, que dio una nueva concesión a Nextel, que iba de la mano de Televisa. Ahora Nextel está aliado con el Grupo Salinas, a pesar de los 60 amparos en su contra. También era un hecho conocido que Telmex y Telefónica (Movistar) son rivales irreconciliables; hoy reman en el mismo barco. Cambiaron los trincheras y todavía falta por conocer –lo que probablemente sucederá en unos días más– la posición de otro contendiente, Dish-MVS, del grupo Joaquín Vargas.
Wikileaks y los monopolios
¿Existen más personajes o entidades no regulables, esta nueva categoría de la sociedad mexicana? Un cable de Wikileaks que se publica en esta misma edición nos da una pista. Habla de los monopolios u oligopolios que existen en diversas ramas de la actividad. El mercado de la cerveza lo controlan Modelo y Cervecería Cuauhtémoc; el de los refrescos, Coca-Cola, con 70 por ciento; el pan lo tiene Bimbo, con 67.8; Cemex domina el mercado cementero con 87 por ciento. El renglón de los servicios financieros es impresionante, donde cinco bancos controlan 90 por ciento: BBVA-Bancomer, Banamex-Citigroup, Santander, HSBC y Scotiabank. En la salud, Grupo Ángeles tiene 67 por ciento de los hospitales. En minería, Peñoles absorbe 52 por ciento del mercado del oro, 97 de la plata y 90 de sodio; Grupo México, 88 por ciento de cobre, y en maíz y tortilla, Gruma es dueña de 73 por ciento. Es lo que dice el cable de Wikileaks que circuló en medios diplomáticos de Estados Unidos. La lista tiene correspondencia con la de los hombres más ricos de México, que publica la revista Forbes. Se impone una pregunta: ¿en qué momento se olvidó que la Constitución prohíbe los monopolios?
Carlos Fernández-Vega: México SA
Como ya no le alcanza la contratación de deuda para pagar deuda, al delirante gobierno calderonista no se le ocurrió mejor idea que hipotecar el grueso de la factura petrolera de exportación hasta el año 2018, para garantizar el pago de un débito en moneda extranjera contratado por una filial que Pemex constituyó en el paraíso fiscal de las Islas Caimán, en el que ninguna autoridad mexicana tiene jurisdicción para investigar. Así, por obra y gracia de Felipe Calderón, y sin autorización del Congreso, siete de cada 10 dólares de dicha factura obligadamente se destinarán, de aquí al año que se indica, al finiquito de un adeudo.
Leyes van, leyes vienen, para que al final de cuentas el inquilino de Los Pinos haga lo que le venga en gana, totalmente fuera de control, sin autorización del Congreso, en detrimento de la nación y, lo que resulta peor, sin consecuencia alguna. Porque así lo dispuso, desaparece buena parte del ingreso que tiene garantizado el erario, porque al señor se le ocurrió dar en garantía un monto mucho mayor al adeudo reclamado, resultante éste de un mecanismo de financiamiento privado de obra pública (Pidiregas) que en su momento (mediados del sexenio zedillista, otro que empeñó la factura petrolera) fue considerado como la solución definitiva para cubrir las necesidades de infraestructura en Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad.
Desde que se instaló en Los Pinos, Felipe Calderón fue advertido de que los Pidiregas se habían convertido en una bomba de tiempo de muy corta mecha, que reventaría justo a la mitad de su administración, toda vez que el pago por amortización de capital y la cobertura de intereses registraban el pico más alto entre 2009 y 2012. De hecho, en el sexenio de la continuidad la erogación por tales conceptos rondaba el billón de pesos (alrededor de 37 por ciento de ellos por intereses), sólo por obras ejecutadas para Pemex entre 1997 y 2006 (las de la CFE son aparte). Lejos de atender la advertencia y buscar mecanismos de reestructuración financiera, el susodicho contrató más deuda por la misma ruta, y la bomba le estalló justo cuando se lo habían reportado.
Parece ser que como todos los ojos están puestos en el desarrollo y las consecuencias de la guerra contra el crimen organizada, la supuesta autoridad se confía, y en otras áreas hace y deshace a discreción sin que en apariencia nadie se fije. Pero tarde que temprano la mugre sale a flote, como ahora que la Auditoría Superior de la Federación (La Jornada, Roberto González Amador e Israel Rodríguez) documenta los excesos calderonistas en el uso discrecional de la factura petrolera. ¿Dónde estaban los legisladores? En grillas más sabrosas y redituables (para ellos, desde luego).
Como se ha comentado en este espacio, de tiempo atrás se encendieron los focos rojos que advertían el inminente estallido de lo que en su momento las creativas mentes gubernamentales calificaron de solución definitiva, los Pidiregas, a la cada vez más notoria ausencia de inversión pública en los dos pilares del sector energético nacional (Pemex y CFE). Las voces de alerta, en el sexenio foxista tampoco fueron escuchadas. De hecho, en 2006 la propia ASF puso el dedo en llaga: “no existen recursos monetarios o reservas líquidas para Pidiregas, que pudieran utilizarse en un momento dado para solventar el pasivo contingente de esas obligaciones. En adición a esto, en 2006 no se registraron operaciones tendientes a pagar anticipadamente amortizaciones de los proyectos, dado que no se crearon las reservas liquidas al cierre del ejercicio… En el mediano plazo se prevé una elevada presión financiera sobre las finanzas gubernamentales”, derivadas del pago de la amortización de esos proyectos.
Los Pidiregas se convirtieron en una suerte de tarjeta de crédito sin límite (con intereses de agio) que irresponsablemente ha utilizado el gobierno federal para tapar un hoyo y, al mismo tiempo, abrir dos, en un despreocupado ejercicio que tarde que temprano lo ahogaría financieramente. Resulta, pues, que las finanzas de Pemex, exprimidas, asfixiadas por el gobierno federal, no alcanzan para las dos cosas: atender las exigencias del fisco y cubrir los intereses derivados de la solución definitiva. En este contexto, la ASF advirtió: si se considera la carga fiscal, los ingresos que Pemex recibirá serán muy exiguos para enfrentar esos compromisos, por tanto, si no se dan las adecuaciones al marco fiscal o se generan las reformas necesarias para mejorar la situación financiera de la entidad paraestatal, los compromisos asumidos por el ente tendrán que ser cubiertos con recursos presupuestales del gobierno federal, que en 40 por ciento dependen de las finanzas petroleras.
Año tras año, desde hace ya varios en su consecutiva revisión de la cuenta de la hacienda pública federal, la ASF no dejó de advertir, cada vez con mayor énfasis, sobre el notorio cuan complicado nudo financiero que se apretaba en torno al esquema Pidiregas. Su informe 2005 resultó alarmante: Pemex hipoteca sus ventas a futuro para servir la deuda de lo que una década atrás fue calificado de solución definitiva. A esas alturas, los Pidiregas constituyen ya 99 por ciento del presupuesto total de la paraestatal, que está empeñando la facturación de las ventas de petróleo presentes y futuras para respaldar el financiamiento obtenido mediante endeudamiento con el sector privado para la expansión de su infraestructura productiva, estrategia que le ha ocasionado asumir costos excesivos.
Con la llegada del nuevo inquilino de Los Pinos, todavía la advertencia fue peor: contando a partir de 2006, el plazo de vencimiento de los financiamientos contratados (vía Pidiregas) es mayor que los 10.3 años de duración de las reservas (petroleras) probadas o comercialmente explotables, pero nadie hizo caso: la bomba estalló.
Y por el lado de la CFE, no hay de qué preocuparse: la factura de tiempo atrás se hipotecó: cada día que pasa las trasnacionales generan más electricidad.
Las rebanadas del pastel
Mañana, en plena ceremonia por el 73 aniversario de la expropiación cardenista de 1938, el inquilino de Los Pinos podrá gritar a los cuatro vientos: ¡labor cumplida!; la decidida acción de desmantelamiento de la industria petrolera nacional desarrollada por los cinco gobiernos neoliberales ha sido rotundamente exitosa; por fin, el petróleo ya no le pertenece a la nación; ¡lo logramos!… Un enorme abrazo para nuestro querido Enriquito, en su primer aniversario.
cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx • http://twitter.com/cafevega
Pedro Miguel: Navegaciones
La especie humana tiene un error de diseño que hace que la mayoría de sus integrantes experimenten el impulso a reír ante la desgracia ajena. Así, cuando un fulano resbala en una cáscara de plátano y se rompe la crisma, quienes atestiguan el suceso van y prestan auxilio, sí, pero reprimiendo la carcajada, o incluso sin reprimirla. Alguna demanda han de tener los testimonios en video de caídas o accidentes que se les puede encontrar por miles en Youtube y sitios similares, ostentando cifras récord de consulta. De todos modos, el asunto viene de muy atrás: Aristófanes, Ferécrates, Eupolis y otros atenienses ingeniosos bordaron sobre la pulsión de la carcajada primitiva ante el infortunio de los otros, codificaron las reglas de la comedia e incluso convirtieron en un arma política el arte de hacer reír mediante la exhibición de las miserias, debilidades y tribulaciones de personajes determinados. La intención moralizante de la comedia ática se preservaba intacta, dos mil años después, en el genio de Molière, quien se mantuvo fiel al propósito: Castigat ridendo mores, es decir, corrige las costumbres mediante la risa.
El Correo Ilustrado
Exigen sustituir ductos de Pemex en el Edomex
Apelamos a su solidaridad para que nos sea publicada la siguiente carta, dirigida al Presidente de la Republica, Felipe Calderón Hinojosa, y al gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto.Continuar
Inexorablemente nos adentramos en la sucesión presidencial. No superada por la alternancia, la tradición convierte el recambio electoral del Ejecutivo en el acto supremo de la política nacional. Todo se subordina al nacimiento del nuevo rey sexenal, aunque ya todo el mundo sabe que no todo lo que reluce es oro y que los tiempos son muy otros. Cierto que el halo de misterio se ha disipado junto con las reglas del viejo presidencialismo y hoy la lucha descarnada se libra dentro de los partidos, en el no siempre discreto intercambio de favores entre las dirigencias políticas y los grupos de poder y en el dialogo mediatizado, “a la americana”, de los aspirantes con la ciudadanía, en cuyo nombre se defienden los más variados intereses.Continuar
Todo documental tiene sesgos. Éstos responden al guionista, al director, al editor, a los patrocinadores y a otros muchos factores que se me escapan. Un amigo muy apreciado criticó recientemente la edición de que fue objeto Presunto culpable porque se seleccionaron las partes (de la larga grabación de un juicio) que convenían a sus intereses. Todo documental, como toda película, e incluso la mayor parte de las entrevistas, y hasta las noticias, es editado, y en general, con sesgos.Continuar
Cuando decimos de alguien que es muy diplomática(o), normalmente evocamos la capacidad de esa persona para tratar temas difíciles en forma suave, que logra evadir el conflicto. Es posible que su modo sea cortés, aunque indirecto, que se guarde en el corazón sus verdaderas opiniones antes que exponerlas abiertamente, o que las exprese de tal manera disimuladas por circunlocuciones y perífrasis que no se le entienda nada. Lo que importa es evitar la confrontación. Por esa razón, para muchos es más que tenue la línea entre la hipocresía y un comportamiento diplomático.Continuar
Después de un largo periodo en que los disensos entre China y Estados Unidos parecían concentrarse en las cuestiones comerciales, económicas, financieras y cambiarias, en los últimos seis a nueve meses el centro de atención se desplaza hacia las cuestiones militares y el potencial de conflicto armado entre esas dos grandes potencias. Una demostración palmaria de esta mudanza se encuentra en el hecho de que en el más reciente número, correspondiente al segundo bimestre del año, de Foreign Affairs, aparezcan tres ensayos que aluden, directa o implícitamente, a ese peligro global. Dedico esta nota a glosar, por orden de aparición, esos tres ensayos.Continuar
os jóvenes revolucionarios de Egipto continúan enviando al mundo su mensaje de independencia y dignidad. Así lo subraya el rechazo de la coalición de jóvenes de la revolución del 25 de febrero a reunirse con la secretaria de Estado Hillary Clinton durante su visita a El Cairo. La agrupación reúne a las seis organizaciones juveniles que lideraron las protestas en la plaza Tahrir, varias de las cuales, cabe recordarlo, surgieron en solidaridad con las huelgas en el delta del Nilo y otras en solidaridad con las intifadas palestinas de 2000 y 2003 y en las protestas contra la agresión de Estados Unidos a Irak.Continuar
Los bancos son esenciales para que una economía funcione con eficiencia. Pueden ser, al mismo tiempo, fuente de inestabilidad. En México, desde la crisis de 1994-95, los bancos no han cumplido con su función. Explican el mal desempeño económico. No han generado, hasta ahora, inestabilidad. La crisis económica mundial que hemos vivido a partir de 2007 está explicada fundamentalmente por la aparición de un nuevo modelo de funcionamiento bancario. La operación bancaria del siglo XXI se ha descrito resumidamente en la expresión originar y distribuir.Continuar
El 16 de agosto de 1914, en Santa Rosalía, Chihuahua, un enviado del presidente Wilson se entrevistó con Pancho Villa y trazó este retrato:
Villa es un hombre extraordinariamente tranquilo, de maneras amables, que habla lentamente y en voz baja, cuidadoso y a veces emotivo en su expresión, pero siempre en tono apagado, con una subterránea corriente de tristeza.
En junio de ese año un médico estadounidense informaba al general Hugh Scott acerca de Pancho Villa:
Posee el par de ojos cafés más notables e impresionantes que haya visto en mi vida. Parecen mirar a través de uno; habla con ellos y todas sus expresiones son primero anunciadas y dominadas por ellos; y cuando se enfurece o cuando trata de enfatizar algo, parecen arder y escupir chispas y destellos por entre los párpados gruesos y entrecerrados. Es un notable jinete, se sienta sobre su caballo con la gracia y la naturalidad de un vaquero, cabalga erguido y con las piernas tiesas, al estilo mexicano, y sólo monta en silla mexicana. Adora a su caballo.
Villa es un hombre extraordinariamente tranquilo, de maneras amables, que habla lentamente y en voz baja, cuidadoso y a veces emotivo en su expresión, pero siempre en tono apagado, con una subterránea corriente de tristeza.
En junio de ese año un médico estadounidense informaba al general Hugh Scott acerca de Pancho Villa:
Posee el par de ojos cafés más notables e impresionantes que haya visto en mi vida. Parecen mirar a través de uno; habla con ellos y todas sus expresiones son primero anunciadas y dominadas por ellos; y cuando se enfurece o cuando trata de enfatizar algo, parecen arder y escupir chispas y destellos por entre los párpados gruesos y entrecerrados. Es un notable jinete, se sienta sobre su caballo con la gracia y la naturalidad de un vaquero, cabalga erguido y con las piernas tiesas, al estilo mexicano, y sólo monta en silla mexicana. Adora a su caballo.
Punto primero- Corre por los gremios artísticos una anécdota muy digna de ser contada. Se dice que cuando se empezaban a plantear los desaguisados que las autoridades llaman renovación del Palacio de las Bellas Artes, a una entonces funcionaria responsable de esos trabajos se le planteó qué hacer con la isóptica. La ex funcionaria se encogió de hombros y riendo, respondió: ¡Pues la tiramos y compramos otra! Sea esto o no verdad, lo real o una metáfora de las capacidades y falta de conocimientos de quienes se hacen cargo de la cultura en el país, el hecho es que de los que asistimos a la segunda función de El jardín de los cerezos en un espacio tan poco propicio como es el de las filas laterales, en que lo único visible era la nuca del espectador de enfrente que impedía otear siquiera lo que estaba ocurriendo en el escenario, muchos hicimos el consabido chiste de que efectivamente habían tirado la isóptica pero sin comprar una nueva.Continuar
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